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Jadeos y respiraciones aceleradas eran los sonidos que llenaban la habitación, añadiendo el intenso chasquido de labios al saborearse mutuamente, degustando el dulce sabor que estos poseían.

Ambos omegas recostados en la cama, acariciando sus cuerpos con suavizada, trasmitiendo una pequeña corriente de cosquillas a su compañero. JungKook envolvía con sus blanquecinas piernas la estrecha cintura del mayor que, sin poder evitarlo, movía sus caderas sobre la intimidad del otro, tratando así de aumentar la deliciosa sensación que les provocaba el contacto que mantenían.

JungKook sentía que por cada segundo que pasaba, su cuerpo aumentaba desmesuradamente su temperatura provocando que de su piel brotaran gotas cristalinas, las cueles le permitían simular una piel más brillante de lo natural, JiMin por su parte no podía estar más complacido al ver tan majestuosa belleza.

El Omega de cabellos rosados, ya siendo consiente de la placentera tortura de su Omega, decidió que ya habían sido suficientes juegos, necesitaba desesperadamente subir de nivel.

Sin ser cuidadoso se deshizo de las prendas del menor dejando su cuerpo ante su total merced, Jungkook al ver que JiMin estaba igual de caliente que él se le ocurrió una idea, sabía que JiMin era extremadamente cuidadoso y le gustaba, lo amaba. Sin embargo, no sentía que ese fuera momento en el que se lo necesitara, lo quería duro y estaba seguro de que JiMin no se lo daría, pero Mimi si lo haría. Así que decidió hablar. JungKook sabía perfectamente lo que hacía.

-Mimi p-por fa-vor- rogó desesperadamente.

JiMin al escuchar aquello se sorprendió, pero no estaba en sus planes desobedecer a su Omega, acatando la ordene del menor, le dio el mando total a su lobo.

Mimi al ver al Omega desesperado se sintió extraño, había algo que le indicaba que había de hacer algo más ante la petición de Jungkook, aun confundido, a su mente llegaron un par de palabras que le indicaba que eran necesarias.

-Kooki ven a mí- hasta a él eso le pareció ridículo pronunciarlas, que el este un poco descoordinado como llamaba a la separación que tenía en ocasiones con JiMin, no significaba que este también fuera el caso de su pequeño Kook.

De serlo, bendita sea la luna.

Y como si por un acto de magia se tratase, el cuerpo del joven de cabellos castaños se tranquilizó y sus ojitos se cerraron momentáneamente para luego abrirlos con un brillo que lo hizo sentirse especial por presenciarlo en primera persona.

El Omega mayor pudo percatarse de que los bonitos ojos cafés ya no estaba, en su lugar se presentaban unos de color verde agua tan resplandecientes y llenos de vida. Sonrió en grande por ello.

Por alguna razón sabia que no era Jungkook el que estaba al mando de su cuerpo, sino que se trataba de su lobo quien se adueñaba del mismo, era el lobito de su Omega.

Su Omega, que bien que sonaba en su mente.

-Kooki- pronuncio nuevamente su nombre, permitiéndose sentir el exquisito sabor al hacerlo.

-Mimi- respondió a su vez el lobito recién presentado mostrando una sonrisa.

El lobo de JiMin al escuchar lo único que pudo hacer era mover enloquecidamente su cola, mostrando lo feliz que estaba de haber escuchado su nombre ser dicho por primera vez por la boca del lobito de su Omega.

Era jodidamente perfecto

Aun mirando enternecido al cuerpo que yacía debajo del suyo, se permitió acercar sus labios con lentitud a los del contrario, no quería que su Omega pensara que era un tonto al maltratarlo en su primera vez juntitos, no podía era inaceptable.

Sin embargo, el lobito parecía tener otras intensiones, ya que sin percatarse, Kooki ya los había cambiado de posición, con el ahora sentado sobre su regazo y con Mimi sosteniendo cuidadosamente de su cintura.

Kooki al sentir un bulto en su trasero, sonrió fingiendo inocencia para posteriormente mover sus caderas en círculos, sintiendo más clara la deliciosa sensación de sus intimidades al tener contacto.

-N-no hagas e-eso, nene- advirtió como pudo el mayor mordiendo su labio interior.

-Es divertido Mimi- contesto y continuo con sus movimientos, con la diferencia de que esta vez los movimientos circulares se habían convertido en uno más intenso al dar saltitos constantes sobre la erección del mayor.

Mimi sabía que las palabras con este travieso Omega no funcionarían y por más que quiso ser suave y romántico el lobito al parecer había tomado otra decisión.

Sin darle tiempo al menor de poder emitir un sonido, bajo sus pantalones junto a su ropa interior sin sutileza alguna, si Kook lo quería duro, él no se negaría.

Ya desnudo se posicionó entre las suaves piernas de Kook y llevo dos de sus dedos a la entrada del castaño, sintiendo como las paredes del menos se tensaban debido a la inesperada intromisión, dejando castos besos en el rostro y labios del Omega logro que este se tranquilizara un poco para continuar a estirar un poco más su interior.

Al sentir que era suficiente, su mirada se desvió conectado con los cristalinos ojos verdes del menor, que sin necesidad de pronunciar una palabra asintió con una leve sonrisa. Estaba listo para entregarse a su Omega, estaba listo para entregarse a Park JiMin.

-Hazme el amor JiMinnie- susurro suavemente pero lo suficiente para que el mayor lo escuchara.

-Te hare el Omega más feliz del puto universo, lo juro- prometió el pequeño pelirosado.

-Deja las groserías para cuando me estés jodiendo Omega tonto- hablo fingiendo disgusto.

JungKook realmente amaba a ese Omega mal agradecido y parlanchín.

No queriendo atrasar las cosas un poco más y dejar que su bebé sienta el terrible dolor del celo al no ser atendido como es bebido. Con suavidad empujo su miembro para adentrarse en el pequeño agujero de su menor, logrando sacarles un fuerte suspiro a ambos.

Jungkook le dio permiso de moverse y así lo hizo hasta que sintieron que sus cuerpos se deshacían debido al intenso placer que sentían en ese preciso momento.

Y es que cuando estás con la persona que amas, todo parece estar perfectamente sincronizado para que las cosas salgan tan hermosamente perfectas a tal punto de pensar que talvez no estás viviendo la realidad.

El amor, el amor... que bello es el amor. 




Gracias por tanta paciencia 😥

𝐸𝑙 𝑒𝑠 𝑚í𝑜 ➻𝙹𝚒𝚔𝚘𝚘𝚔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora