Capítulo 7

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Corrieron los meses, se volvieron años. El tiempo permitió sanar la herida abierta hace tanto, logró también llenar los espacios vacíos en el corazón de nuevos recuerdos, de aprendizajes buenos. Su vida como Tony Stark volvió a su normal anormalidad, y Iron-Man siguió cumpliendo con su deber de hacer el mundo un lugar mejor para Peter.

Llegó un día en que se enfrentaron a un alienígena morado que quería acabar con la mitad del universo. Tony, Peter un tal Doctor Strage y un tipo extraño también llamado Peter terminaron en el espacio. Perdieron su batalla, pero aparentemente ganaron la guerra, pues nada pasó.

Bueno, no era exacto el decir que no había pasado nada, porque a su regreso a la tierra se encontró de nuevo con todos reunidos. Ese todos incluía a Steve.

—Peter— Llamó el hombre al ver bajar de la nave al chico.

—Pops— Respondió Peter y corrió a abrazarlo.

—Te extrañé mucho, Peter. Creciste mucho, ya eres todo un hombre.

Tony los miró de lejos, orgulloso de que su hijo supiera separar lo que ocurría entre él y Steve a lo que ocurría entre Peter y Steve. Puede que el chico lo hubiera pasado mal con la partida del hombre al que consideraba su padre, pero si él decidía que ese problema se arreglaba con un abrazo, entonces que así fuera. Solo esperaba que Steve no pensara que los problemas entre ellos también se arreglaran mágicamente en la euforia del reencuentro.

—Tony— Llamó Steve al verlo descender de la nave.

—Steve— Respondió Tony con tanta calma como los sentimientos que se removían en su interior lo permitían.

Steve trató de acercarse a abrazarlo tal como lo había hecho con Peter, pero Tony lo detuvo.

—Nosotros debemos hablar, pero no ahora— Miró a Peter, quien buscaba sus ojos. —Anda, Peter te extrañó mucho, debes hablar con él.

Tony entró al complejo de los vengadores y se dirigió a su habitación. Solo necesitaba silencio y una ducha caliente, quizá una hamburguesa con queso si en que alguien se tomaba la molestia.

Llevaba todo ese tiempo desacralizando lo que Steve era para él, y sin embargo se daba cuenta de que al verlo había una flamita de amor surgiendo en él. No importaba si recordaba todo el caos que había sido su relación, lo mal que había terminado, aún había un poquito de amor que simplemente se negaba a aceptar.

Peter estaba en la gloria, contando a su padre todo lo que había pasado en los años que no se habían visto. Claro, dejando fuera todo lo que involucrara lo mal que lo había pasado Tony, lo cual no terminaba por satisfacer la curiosidad de Steve.

—¿Cómo ha estado tu padre? —Se atrevió a preguntar cuando Peter hizo una pausa.

—Bien, ha inventado un montón de cosas nuevas y me ha ayudado a mejorar mi traje. Hace como un año estaba verdaderamente enojado y me quitó el traje, pero me lo devolvió cuando le demostré que lo merecía.

—¿Me ha extrañado? —Preguntó finalmente, decidiendo ir sin rodeos a ello.

Peter suspiro y mordió la parte interna de su labio inferior, tomándose un momento antes de responder.

—Pops, no lo tomes a mal, pero no es a mí a quien deberías preguntar eso. Yo te extrañé, lloré muchas veces pensando que no ibas a regresar y por un tiempo estuve enojado. Pero eso es lo que sentí yo, porque te considero mi padre. No puedo ni quiero hablar ni entrometerme en tu relación con papá.

Steve lo miró en silencio por un rato largo, degustando el sabor de las palabras de Peter. Sin duda se había perdido mucho si Peter había pasado de ser un niño a ser tan maduro como estaba demostrando serlo ahora. Internamente deseaba estar aún a tiempo para enseñarle algunas cosas sobre lo que él había aprendido de la vida.

—Sí, tienes razón Peter, yo... debería hablar con él.

—Pero antes aún tengo mucho que contarte— Interrumpe Peter antes de que Steve puedas ir a buscar a Tony —Tengo un amigo que, no te espantes ¿Sí?, es un exmercenario. Se llama Wade y gracias a él salgo con Harry...

Peter y Steve pasan charlando y poniéndose al tanto el resto del día, incluso en la cena se permite conocer a Bucky, quien según Steve está trabajando en recuperar su mente. Algo en el hombre, que solo está ahí en silencio, luciendo un poco en pánico, le agrada. Una vez escuchadas las razones de Bucky para ser un criminal, Peter se pregunta si su padre podrá perdonarlo algún día, o al menos no querer matarlo.

En un momento dado Bucky se une a la charla y le cuenta algunas historias sobre la segunda guerra mundial que le van a servir para futuros ensayos, e incluso le cuenta a Peter un poco sobre su abuelo.

Tony no aparece para la cena, y cuando esta termina, Bruce lo acompaña a la que será su habitación el instante, quitándole su oportunidad de buscar a Tony. Sin embargo nadie hace nada cuando después de que se apaguen las luces, Steve sale de su habitación y camina descalzo hasta el taller de Tony.

Tony no puede dormir. No le extraña, tiene demasiadas cosas en las cuales pensar como para que su cerebro le permita descanso.

Trata con todas sus fuerzas de no levantarse e ir a su taller, pero al final termina haciéndolo, casi seguro de que en algún momento de la noche va a encontrarse con Steve. Antes de salir de la habitación, busca en el cajón de la mesa de noche la carta que escribió hace un tiempo, como forma de recordarse el por qué él y Steve no pueden estar juntos.

Tal como lo espera Steve aparece apenas 15 minutos después que él.

—Tony...—Comienza a decir.

—No, Steve, espera.Tenemos que hablar.

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