Capitulo 7

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El señor Kang llevava muchas bolsas con telas, seguro fue al mercado para comprarlas. En cuanto me di cuenta de estas bolsas estaba dispuesto a ayudarlo, pero el señor me lo negó.

-Ho no, no, su alteza, no se moleste en llevar esto, yo puedo, no estoy tan viejo su alteza, pasen, pasen.

Dijo pasando por las puertas de entreda del lugar, donde se podían apreciar desenas de trajes y vestidos finos, y unas pocas prendas algo arapientas, ahora se el por que las telas.

-¿Y que lo trae a mi humilde negocio su majestad?* Dice el señor Kang dejando sus compras de tela en una mesa* Ho, tome asiento su alteza.

Dijo indicando con su mano un sofa en frente de mi, con gusto me sente y Jin se sento en el sofa de enfrente.

-Bueno, ahora si, digame su alteza, ¿que desea que haga por usted? ¿Acaso volvio a rasgar una de sus camisas? o ¿algún pantalon?, El Principe era un niño bastante torpe, con frecuensia su madre, La poderosa y hermosa Reina lo trajo minimo 3 veces al mes.*Dijo el señor Kang como un comentario a Jin.

Las megillas de Jin se inflaron como las de un gamster al comer nueces, solo que en el caso de Jin fue para contener la carcajada que explotaría como una bomba... Y la bomba estallo.Mi rostro comenzo a arden en cuento escuche la risa burlona de Jin en frente de mi.

-¡¡No puede ser!!, ¡¡Debe estar bromeando!!, ¡¡¡JA JA JA!!!, ¡¡es enserio Namjoon!!, ¡JA JA JA JA!

La risa y carcajadas de Jin desaparecieron en cuanto el señor Kang comenzo un reproche.

-Que manera tan irrespetuosa e insolente es esa de referirse al Principe Kim Namjoon Futuro Heredero del Reino Kim*Mi cara se volvio aun más roja después de escuchar practicamente mi titulo completo*Disculpece de inmediato con su alteza el Principe, Lo lamento mucho su alteza, ¡debe de estar hirviendo en rabía por la incompetencia de su sirviente!.

-No, tranquilo señor Kang, Jin es muy buen amigo, y ambamos estamos acostumbrados a hablarnos con informalidades, ¿no es así Jin?.*Dije para así pasar mi brazo sobre sus hombros, Jin me dio una mirada de curiosidad, a lo que respondí con una mirado diciendo algo como"sigueme la corriene menso", que claramente entendio.

-Ho claro, Namjoon por lo qeneral me ropracha cada vez que lo llamo por su titulo y no por su nombre, no es así amigo mío.*Dijo pasando su brazos por mi hombro como acción de hace unos segundos.

-¡Ho!, lo lamento, malentendí sus deseos sin siquiera conocerlos, su majestad.*Vi como hizo una revercia en forma de supremo perdon, y al instante le dije que no era necesarío tantas formalidades, a veces las formalidades en serio me ahogan.

-Bueno señor Kang. Decidi venir hoy a su satrería ya que mi amigo Jin, sufre de un sebero problema.*Saque el saco que traía puesto Jin en sus hombros, y para el señor Kang fue evidente el problema al que me refería.

-Mmm ya veo, primero tendre que hacerle unas medidas, y todos los trajes que quiera estaran listos dentro de una semana o dos, dependiendo de los trages que me pida.

Me gire hacía Jin que parecía estar pensando en la cantidad necesaría que tendría que pedir.

-Mmmm, creo que unos dies trajes bastarían para mi. Quiza en algún futuro vuelva a su satrería a pedir más.

-¡Fantástico!, sera todo un reto que no cumplía hace décadas, y que amaría cumplir justo ahora, si me lo permiten retirense, tengo que empezar a trabajar ahora.*El señor Kang practicamente nos emujaba hacía la puerta, y cuando estuvo a punto de cerrar la puerta del lugar la dejo abierta para decir unas palabras finales* Ho!, y los trages estaran listos en 3 semanas, pero puede venir a retirar las camisas necesaría para estar comodo todo el día.

La puerta se cerro detras de nosotros, aun que se abre una vez más por unos segundos.

-¡Adiós su majestad!, que tenga buen viaje de regreso al palacio real.

Jin y yo nos quedamos en silecio, y sin decir una sola palabra comenzamos a caminar por la calles del lugar. La caminata era comoda, y un silencio se apedaraba del relajantre comento, pero no un silencio incomodo, uno totalmente normal y fascinante.

-Y...* en mi entendo de romper el hielo no salio nada más que lo recien dicho.

-¿Quieres ir a un lugar especifico o que?.*Dijo Jin, tan desafiante como siempre.

Al instante se me vino a la cabeza el orfanato.

-De echo si, ¿te gustaría visitar mi lugar favorito en el Reino?

-No me digas que la biblioteca, ¡te juro que si escucho una vez más sobre tus malditos libros voy a..!*Se quejaba Jin siguiendome el paso.

                                                                    .....

Al llegar a las puertas del orfanato Jin se quedo pensado, por sus expresiones supe lo que me hiba a preguntar, pero antes de todo toque las puertas e lugar en forma de avisar que hay visitas para los niños.

-Que es este lugar, no creo que sea la biblioteca, estas puertas no tienen pinta de ser de una biblioteca.*Dijo apuntando con si dedo índice las puertas del lugar.

Que poco después de su pregunta la enorme puerta se abren, lentamente, pero se abre. Los niños al ver como la puerta se abre lo suficiente para verme (y yo a ellos) corren para poder abrazarme, los más pequeños fueron los que se me arrojaron hasta accidentalmente hacer que me caiga. Los más grandes se quedaron esperando que los niños me suelten para poder saludarme. Solo uno de los pequeños no me solto... y era el pequeño Kwan, su apellido es desconocido para los encargados del lugar.

Dicen que su padre lo vendio como un sirviente a un noble que los compraba como un objeto de colección, una familia que solo les importaba el dinero y su reputación. Que quedo brutalmente manchada después del escandalo, "se hacían ver como gente bondadosa, pero resulta que solo eran ratas rastreras" fue lo que salio como el chisme del mes en el Reino, el apellido del niño no se sabe, ya que después de ser comprado lo tomaron como si no fuera un ser humano, y lo obligaron a olvidar su nombre y apellido... Hasta que lo consiguieron. 

Además del mal trato hacía sus sirvientes, la familia también fue crisificada por su "negocio" oculto...

Sangre heredera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora