Capítulo 3

4 0 0
                                    

-¿Hijo?... ¿Podemos hablar?. * Pregunto la Reina, con la voz quebrada, ya habían pasado 3 días desde la noticia del tiempo de vida de su esposo, Y no podía para de llorar.

-Madre, si por lo de comenzar a buscar esposa, no quiero seguir hablando del tema.

-No!... No... No es por eso... es... * Las palabras no podían salir, como decirlo, no quería decir la palabra "padre", si no, Su hijo sabría de inmediato de lo que se trata su tema de conversación.

-¿Madre?. *La voz de su hijo la hizo reaccionar* ¿Que sucede?...

-Hijo... Es sobre tu padre...

Las palabras, que no logro soltar, simplemente salieron, para dejar la preocupación de si hijo... Libre... al igual que el dolor.

-No... Mamá... No es cierto...

El Príncipe estaba al borde de desmayarse, y su madre lo noto. En un rápido movimiento se quedo a las espaldas de hijo para evitar que cayera.

-Mamá... ¿Ya se fue...?

-No... Pero le queda poco tiempo...

El Príncipe termino por desmayarse en los brazos de su madre, quien llamo a algunos sirvientes para llevarlo a su alcoba.

                                       ..... 

Los ojos del Príncipe se habrían, Vio y noto que se madre estaba al lado de el, mirando por la ventana mientras tomaba su mano, con tanta fuerza, que casi la quebraría.

-¡Au!, madre... ¿Me soltaría por favor?

Los susurros eran presentes en la voz del Príncipe, y su madre los escucho claramente.

-Ho si... Lo siento hijo. *El silencio era cómodo, pero de todas formas la Reina quería hablar del tema* ¿Te... sientes bien...?

-Si, aún que solo me duele un poco la cabeza.

Su madre iba a dirigirse a una sirvienta, pero ella se adelanto y remojo la toalla que dejaría en la frente del Príncipe.

-¿Es verdad...?

-... * La Reina no podía provocar otro desmayo a su hijo, la situación estaba difícil. Después de enterase de que había visita

-Madre... Dime... ¿Es verdad?

-Si... *Menciono la Reina con la mirada perdida por la ventana.

Esta vez el Príncipe no se desmayo, se limito a sentir un gran pesar en su pecho. Y la preocupación de heredar el trono, hizo que su cabeza navegará por un mar de confusión, desconcierto, angustia y pena... Perder a su padre para siempre... Y heredará la corona después de su muerte.

El Príncipe suavemente se reconsto en su cama para no hacer más grande us dolor de cabeza.

-¿Quieres que me valla para que descanses? *Su madre noto el mar de emociones en sus ojos.

-Si... Talvez dormir un poco hara que baje mi dolor de cabeza. *Dijo tocando su cabeza.

                                                                                   .....

Debido a su desmayo pasado y por la noticia del poco tiempo de vida del Rey, al Príncipe se le otorgo un día de descanso, para liberar sus preocupaciones y poder caminar por el jardín de la familia Real. Que con mucho amor cuidaba en su tiempo libre el Rey, y ahora cuida la Reina.

Ya un poco más relajado, el Príncipe caminaba por el jardín Real con un nuevo libro entre sus manos. El Príncipe no era de leer libros infantiles, pero solo quería distraerse con el cuento de la Princesa y el Sapo.

Que hizo que el Príncipe cuestionara un poco el cuento, ¿por que la bruja tienes que ser malvada?, algo tuvo que hacer el Príncipe como para que le lanzaron ese hechizo. Y, si la bruja era tan malvada, ¿Por que le daría fin a su hechizo con el beso de una Princesa?

Las preguntas del Príncipe se vieron interrumpidos por el sonido de la pared, que parecía ser golpeada del otro lado... Desde... ¿Afuera?

El Príncipe estaba al tanto de que había un bosque detrás de la gran muralla que marcaba la separación de los plebeyos y la  Realeza. Pero como siempre, el Príncipe llego a la conclusión de que sería un anima que choco torpemente contra el mundo.

-¿Hijo?

-¡HA! *El Príncipe se sobre salta con la sorpresiva voz de su madre a sus espaldas* ¡Ay madre!, ¡me causas escalofríos!

-Perdoname hijo,pero debemos hablar, ahora * El rostro de la Reina era serio, ya no mostraba la dulce expresivo de todos los días, eso le dio a entender al Príncipe que su tema de conversación era muy serio.

Madre e hijo caminaron por los grandes y largos pasillos para llegar a una sala de estar la cual era tan grande, al igual que sus ventanas, que deban vista a uno de los paisajes más hermosos, el bosque del cual estaba tan fascinado el Príncipe Namjoon.

La Reina pidio un poco de té para suavizar un poco la conversación que estaba por tener con su hijo, pero el Príncipe ya sabía y tenía todas las señales de que su conversación sería muy intensa. El rostro serio de su madre, El pedir té para ambos y pasear por los pasillos sin decir una sola palabra, Se lo dejo todo muy en claro...

Sangre heredera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora