BRUNO

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Ha pasado ya una semana desde que el encanto regreso a la familia Madrigal, todos se habían vuelto más unidos desde aquel día, todos excepto Bruno. Quien, después de pasar tanto tiempo tras las paredes le costaba tanto adaptarse puesto que aún sentía las miradas juzgadoras del pueblo, aunque esto realmente no era así. 

Está más que claro que esto le había afectado, aún temía usar su don, y le costaba tanto relacionarse con alguien que no fuera su familia o sus ratas. Su madre, la señora Alma, constantemente se sentía culpable por la actitud de su hijo, ya tenía 50 años y aún no tenía a nadie con quien pasar su vida a pesar de que él aún se mantenía atractivo. 

Una tarde la madre de Bruno fue a buscarlo a su habitación.

- Bruno ¿estás ahí? - dijo su mamá tocando la puerta para proceder a abrirla

- Hola mamá, pasa - dice Bruno desde su silla mientras acariciaba a una de sus ratas- ¿pasa algo?

La señora Alma se queda detenidamente viendo a Bruno con sus ratas pensando que esta podría ser la razón de que las chicas no se le acercaran.

- Bruno ¿Has pensado en dejar a las ratas fuera de tu habitación?- dijo mientras procede a ver que hay ratas entre su ropa y bajo su cama- Tal vez eso te ayudaría a conocer más gente. 

- ¿Más gente? pero si ya tengo a mi familia- responde Bruno algo confundido a la pregunta de su madre-

- Me refiero a conocer a alguna buena mujer, tal vez si te arreglaras un poco más y dejaras esas ratas de lado podrías casarte muy pronto- dice mientras se acomoda su rebozo- 

Tonterías, si la mujer que quiera no me acepta junto con el Sr Ruedas es imposible que me case con ella- menciona Bruno mientras se pone de pie para dejar a su ratoncito en una pequeña casita de madera que tenía en una mesita- 

-  ¿El Sr. Ruedas?- pregunta su madre confundida- ¿Y qué es esto?- dice mientras observa la pequeña casita.

-  Esta casita es del Sr Ruedas- procede a tomar el ratoncito nuevamente en sus manos- Y el es el Sr Ruedas - dice acariciándolo - Mirabel lo llamó así y le construyó esta casita ¿no es acaso ella muy tierna?

- ¿Mirabel?-La señora Alma se puso pensativa, últimamente Bruno había pasado tiempo con ella y con el resto de sus sobrinos, por lo que tal vez ellos la ayudaran a conseguir que Bruno pudiera ser más social con el pueblo y hasta podrían ayudarlo a casarse- 

- Si, ella viene a menudo a ayudarme con mis guiones y a traerme las arepas de Julieta que tanto me encantan, una vez vino con Luisa para ayudarme a mover mis cosas pero esa es otra historia - dijo sonriendo el de cabello ondulado-

-Entiendo Bruno, bueno debo irme ya es tarde y tienes que descansar- dijo su madre dándole un abrazo y cerrando la puerta de su habitación-

Ahora ella ya sabía que hacer para ayudar a Bruno, sabía que con la única persona que se había abierto era Mirabel y era la única que podía ayudarlo a salir adelante y ser un Bruno más seguro de si mismo.

Cuando la mamá de Bruno se fue, este se quedó viendo la casita con ternura.

Flashback

- Tío ¿Qué estás haciendo?- pregunta Mirabel curiosa desde la puerta

Bruno se sorprende mientras este trataba de organizar a sus ratas en la nueva habitación

- Mirabel, yo solo intento que mis ratas estén cómodas en el cuarto, por la noche suelen irse tras la pared pero este pequeño no se va- dice señalando a un ratoncito café- dice este con miedo a que Mirabel se asusté como hicieron anteriormente Isabela y Luisa pero solo recibió una mirada tierna de su pequeña sobrina.

Mirabel se acercó a él y luego se detuvo a ver al animalito- entonces necesitará un nombre- dice la jóven mirando ahora a su tío.

- Un...nombre?- pregunta Bruno algo confundido, en todo ese tiempo jamás se le había ocurrido ponerle un nombre a sus ratas.

- Si- respondió Mirabel- ¿qué te parece Sr Ruedas?- dijo ella al ver que el ratoncito recorría velozmente en el cuerpo de su tío a lo que ella rió.

- Me...encanta- exclamó su tío algo nervioso

- Se me ocurre algo mejor, espera aquí tío- respondió la chica para salir corriendo de la habitación.

La tarde cayó cuando Mirabel regresó con las manos tras la espalda

- Tío Bruno-dijo asomándose por la puerta nuevamente- te tengo una sorpresa.

-¿En serio? - dijo algo emocionado como un niño pequeño. 

Mirabel entró a la habitación y puso sobre la mesa una pequeña casa de madera en donde inmediatamente el Sr Ruedas salió del cabello de Bruno para entrar a esta. 

-Parece que le gusta- dice Bruno contento- pero ¿dónde la conseguiste?

-Eso es un secreto- rió Mirabel

Al instante Bruno se paralizó, la risa de la menor hizo que de momento su corazón empezara a bombear descontroladamente y este se empezara a inquietar y Mirabel se dió cuenta

- Tío ¿te encuentras bien?- Mirabel toca la mejilla de él y Bruno siente como si su corazón estuviera chispeando.

- Si, muy bien- ríe nervioso y procede a darse el mismo una cachetada- bueno Mirabel ya es muy tarde deberías irte- empuja a su sobrina fuera de la habitación y cierra la puerta enseguida. 

Bruno toca su corazón, se siente confundido ante tal reacción, nunca le había pasado algo así antes, después de un rato se calma y se queda dormido viendo la casita.

Fin del Flashback

- Mirabel- suspira el pelinegro- ¿qué me has hecho?-toca nuevamente su corazón y después de un rato se duerme con una sonrisa tonta en su rostro. 




Este fue el primer capítulo disfrútenlo mucho, trataré de actualizar cada sábado :))

Amor Indebido [MiraBruno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora