CONFESIÓN

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La mañana estaba radiante, el sol daba cálidamente en la casa y un arcoíris se asomaba de las montañas al pueblo. Fue entonces que la abuela Alma llamó a todos para desayunar, todos ya estaban en la mesa, excepto Bruno.

- Dolores ¿Dónde esta Bruno?- preguntó la abuela Alma

-Está discutiendo con él mismo- hace la seña con su mano derecha para escuchar más- ya viene y está algo nervioso

-Eso no es raro en él- dijeron sus hermanas

Bruno venía bajando las escaleras cuando vio a Mirabel cerca de su hermana Julieta, estaba por regresar pero Félix le habló.

- Hey ven, el desayuno de hoy está delicioso, Mirabel y Julieta lo han hecho- dijo este guiñando un ojo, sin duda alguna se parecía a Camilo.

Bruno bajo y tomó el lugar que estaba junto a Mirabel, pues era el único lugar disponible.

- Me alegra que hayas venido a comer Bruno- dijo Agustín

-¿Y porqué no lo haría?- dijo Bruno confundido

- Es solo que nos alegra tanto que seas más social, últimamente tienes un brillo en tus ojos- dijo su mamá

Bruno dedico su mirada a Mirabel, pero ella ya lo estaba observando.

- ¿Acaso hay alguien especial?- Mencionó Pepa en un tono curioso

Bruno estaba por responder cuando de repente Mirabel tomó su mano bajo la mesa, haciendo que este empezara a tartamudear.

- ¿espe...especial?- Bruno soltó su mano- Claro que no.

- ¿Estás seguro Bruno?- preguntó su madre- pareces nervioso

- Estoy seguro, mejor comamos ya- rió nervioso

La Familia comenzó a comer entre risas y pláticas. Hasta que todo se dirigieron a sus labores.

Mirabel iba a unos cuantos pasos de Bruno, ella estaba decidida a confesarse, el sentimiento de culpa por su amor a su tío ya no existía más en ella, ahora lo veía como al hombre con el que quería estar, pero antes debía asegurarse si Bruno la veía como algo más, quería saber si le atraía o si ella podía hacerlo sentir deseo.

-Mirabel ¿porqué me estás siguiendo? - dijo Bruno quien caminaba hacia el pueblo

- Yo solo te estoy acompañando, además sabes que pronto se aproxima el festival del pueblo y tengo que ayudar con las decoraciones- dijo Mirabel mientras le seguía el paso

-Entiendo, pero ¿no deberías ir hacia los puestos en vez de seguirme?- dijo Bruno al notar que su sobrina ignoraba las tiendas por estar con él

- Si pero... es que creí que sería mejor si tu me acompañabas, creo que tienes buen gusto- dijo mirándolo fijamente 

-Esta bien- dijo Bruno

-Perfecto- dijo Mirabel tomándolo del brazo para ir juntos, como el resto de las parejas que se encontraban en ese momento.

-Mirabel ¿Qué haces? nos van a ver mal- dijo Bruno, pero el resto del pueblo no les dio importancia

-Nada de eso, ahora acompáñame- dijo acercándolo a ella y sosteniendo su brazo firmemente- nos la pasaremos muy bien.

Bruno y Mirabel recorrían el pueblo, compraban arreglos y conversaban felizmente entre ellos, como una joven pareja de recién casados.

- Bruno, mira- señaló la menor a un puesto de golosinas- ya vengo, sostenme esto -dijo mientras le daba a cargar a su tío unas bolsas de compras. En unos minutos regresó Mirabel con una bolsa pequeña de gomitas.

- Ven vamos a comerlas cerca del río- dijo Mirabel corriendo para que su tío fuera tras ella.

-Ten una- dijo Mirabel ofreciéndole gomitas

- Mirabel, tengo las manos ocupadas- dijo mostrando ambas manos, a lo que Mirabel tiernamente le ofreció una cerca de sus labios para que Bruno pudiera comerla. Este la acepto y le dedicó una dulce sonrisa, este día la estaban pasando alegremente.

Al llegar al río se sentaron a la orilla, pusieron las bolsas a un lado cerca del árbol.

-Bruno juguemos algo- dijo Mirabel

-¿qué juego?- preguntó curioso

- Cierra los ojos y adivina el sabor de la gomita- sonrió Mirabel

- ¿Es necesario cerrar los ojos?-dijo Bruno

-Claro, inténtalo será divertido- insistió Mirabel

-Esta bien- dicho esto cerró los ojos y Mirabel le dio a probar la gomita- Es....¿fresa?- dijo saboreándolo

-Acertaste- dijo Mirabel para darle la siguiente, así paso hasta que se acabaron las gomitas y Bruno se sentía victorioso

- Dame una más, apuesto a que acertaré otra vez- dijo Bruno aún con los ojos cerrados y emocionado 

- Apuesto a que esta no- dijo Mirabel para después darle un suave beso en los labios, Bruno se sorprendió pero le siguió el beso.

El beso era dulce por los restos de azúcar que se encontraban en los labios del mayor, Bruno sentía como en su estomago revoloteaban mariposas, sentía que el tiempo se detenía a su alrededor, el beso era algo torpe debido a la falta de experiencia de Bruno, pues era su primer beso, sin embargo Mirabel lo supo guiar, al cabo de un rato se separaron en busca de aire.

-Mira...-Antes de que pudiera hablar, ella cubrió su boca con su mano

- Tío, lo siento mucho, lo que pasa es que...-hizo una pausa- Me gustas mucho- dijo apresuradamente- listo, lo dije ya me voy -Mirabel quiso irse pero su tío la tomo del brazo

-Mirabel, tu...también me gustas, no estaba seguro antes de lo que sentía, pero esto me lo a aclarado- toma ambas manos-creo que tan solo me daba miedo el rechazo y lo mal que está esto -bajo su rostro pero Mirabel lo tomó de la mejilla 

-Bruno, yo jamás te rechazaría, eres un gran hombre, a pesar de que eres mi tío quiero que sepas que no te veo así, te veo como a el hombre con el que quiero pasar toda mi vida-le da un corto beso- 

- Sin embargo no creo que sea lo correcto, es decir, te llevo 32 años Mirabel, cualquiera pensaría que doy asco, que te manipule y que soy un enfermo por fantasear con mi sobrina de 18 años- dijo para poner sus manos sobre su rostro

- Así que, ¿fantaseas conmigo?-sonrió Mirabel de forma pícara 

- ¿qué? - se detuvo a verla- no escuchaste todo lo anterior- dijo algo molesto

- Solo escuché que fantaseas conmigo tío Bruno- dijo Mirabel acercándose lentamente

- Ese no es el punto Mirabel- bufó- y que me digas Tío en ese tono suena aún más raro

- Entonces ¿Cómo quieres que te llame? -Mirabel le susurró al oído- ¿Papi?

Bruno se sonrojó

- ¿Y en qué pose has fantaseado conmigo?- dijo Mirabel sin miedo alguno, ella ya no se iba a reprimir más sus sentimientos y deseos

-Mirabel, por dios-desvió la mirada algo apenado- te van a escuchar

- Sea lo que sea lo haré realidad, no te resistas más Bruno- dijo Mirabel dándole un beso mientras que tomaba una mano de su tío para ponerla en sus caderas, a pesar de que Bruno lo deseaba tanto aún tenía un sentimiento de culpa dentro de él, estaba besando a la hija menor de su hermana, su sobrina. Bruno la despegó de él y salió corriendo, sabía que si la seguía besando no podría detenerse.

Por otro lado Mirabel no iba a dejarlo así, ahora que sabía que sus sentimientos eran correspondidos, haría todo lo posible para que Bruno se diera cuenta de que lo que ambos sienten no esta mal.

Amor Indebido [MiraBruno]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora