La noche avanzaba lentamente, pues la música había pasado de ser movida a ser una más pausada, en donde ahora solo las parejas bailaban, en su mayoría parejas jóvenes, pues era una noche en donde podrían darse cuenta si su amor perduraría, mientras que los mayores observaban con ternura dicha escena.
Bruno en ese momento se encontraba sentado mientras esperaba a Mirabel, quien había ido por un par de arepas para compartir, pero antes de que eso pasara, su madre la señora Alma, había detenido a la chica para presentarle a Damián, un joven bastante apuesto, bien vestido, de tez blanca, fornido y evidentemente más alto que él.
- Mirabel, te quiero presentar a Damián Rodríguez, es el menor de sus hermanos, amigo de los Guzmán y futuro maestro de la escuela que se inaugurará - dijo la matriarca emocionada, pues creía que con todos los aspectos que tenía este chico podrían congeniar bastante bien.
- Mucho gusto- dijo el chico extendiendo su mano hacia ella, Mirabel se sorprendió, pues la voz de Damián era tan elegante y grave como su nombre.
-Mucho gusto- dijo mientras tomaba su mano para saludarlo.
- Porque no bailan un poco y se conocen- dijo su abuela, a lo que Mirabel dirigió su mirada a su tío Bruno quien le alzó ambos pulgares, para que aceptara, ella dudó pero finalmente aceptó.
Ambos jóvenes caminaron hacia la pista.
- ¿Puedo? - dijo para pedir permiso de poner su mano sobre su cintura para poder comenzar el baile y ella asintió.
Al bailar las parejas pasaban cerca de la vela, la cual empezaba a arder en aquellos que prosperarían. Y pronto sería el turno de Mirabel, quien ya tenía la leve sospecha de lo que pasaría, y así fue, ambos pasaron cerca de la vela y esta solo se mantuvo igual, lo que daba a entender que aunque mantuvieran una relación esta no prosperaría.
Mirabel suspiró aliviada, pero esto llamó la atención del chico que se encontraba a lado suyo.
- Veo que esperabas que esto pasara- dijo él con los brazos cruzados tras su espalda.
- Lo siento, es que... ya me gusta alguien más- dijo ella algo apenada a lo que Damián suspiró- Tu también lo esperabas ¿verdad?
- Si- admitió- la verdad es que mi madre malinterpretó mis palabras al decir que una de las chicas Madrigal me gusta, y supuso que eras tú- dijo de manera muy respetuosa.
-Puedo saber ¿Quién te gusta?- dijo ella acercándose a él
- Me gusta...- carraspeó- Luisa - dijo este último en voz baja sin quitar la posición de sus brazos, desviando la mirada mientras que sus mejillas se iban colorando poco a poco a un tono carmesí.
- Creo que puedo ayudarte con eso- dijo Mirabel sonriendo haciendo que el chico soltara una leve risa.
Todo esto sucedía mientras que Bruno observaba desde aquel asiento, veía como intercambiaban risas y palabras, y su edad le pesó, él ya había perdido su oportunidad pero Mirabel aún tenía mucho por delante. Fue entonces que decidió irse, pero su sobrina se dio cuenta por lo que se despidió de Damián y fue tras él.
- ¿Bruno? - acercándose a su habitación en donde se había encerrado luego de llegar a casita- ¿está todo bien?- abrió lentamente la puerta, viéndolo sentado sobre la cama, cabizbajo, con los brazos apoyados sobre sus rodillas mientras sus manos cubrían su rostro.
- Estoy bien. dijo sin moverse de su posición.
- ¿Acaso fue por el baile? - suspiró- no te preocupes, Damián está enamorado de Luisa - dijo llamando la atención de él- ¿Te preocupaba que me gustara?
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Amor Indebido [MiraBruno]
Historia CortaEl amor es un sentimiento difícil de controlar y de entender, sobre todo si pasaste gran parte de tu vida tras las paredes. Pero el hombre de cabello ondulado pudo conocer por primera vez qué era el amor al ver sonreír a la pequeña de ojos grandes...