Cinco

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Narra Carrie:

Habían pasado tres días desde el encuentro con Rick en el parque. Me había pasado los días trabajando en ideas para mejorar la imagen de los hoteles y todo estaba marchando sobre ruedas. Sólo faltaban tomar algunas fotos de todas las instancias del hotel, desde la recepción hasta la suite presidencial incluyendo las piscinas.

Mi hermano me había comentado que conocía a un fotógrafo muy bueno que estaba en la mayor disposición de ayudarnos. Solo que teníamos que regirnos por su horario y para mi no era problema. Quedamos de vernos en el bar de la terraza del hotel, era un lugar cómodo, contaba con todas las comodidades y por el día estaba vacio exceptuando a algún turista que deseara privacidad.

Estaba de espaldas observando las playas de Florida. Desde ahí se podía ver todo, era una vista preciosa. Estaba vestida con un short de jean azul claro, una blusa corta blanca, chaqueta de mezclilla y tenis blancos, mi pelo estaba suelto y llevaba un par de gafas oscuras. Estaba tan entrenida mirando la playa que no me di cuenta que había alguien está que sonó el flash de una cámara.

- Nunca te han dicho que es de mala educación tomar fotos sin permiso. -comento aún sin voltear.

- Perdona por mis malos modales. -me giro al sentir esa voz masculina- Estabas perfecta para la foto, mejor que una modelo. -agrega sonriente.

- Muchas gracias. -respondo amablemente.

- Por cierto, me llamo Bruno Brown.

- Mucho gusto, me llamo Caroline Williams, pero me puedes decir Carrie.

Bruno es guapo, tiene los ojos verdes y pelo castaño, tiene una pequeña barba que le queda de muerte, su cuerpo esta bien definido y estaba ligeramente bronceado. Hace tiempo no sentía una atracción tan fuerte por un hombre, es cierto que había estado con algunos hombres pero nada serio solo sexo y nada más. Me gustaría estar en su cama aunque sea una noche,bueno no debía ser necesariamente de de noche.

Una camarera me despertó de mi ensoñación preguntando si ya íbamos a desayunar. Desayunamos mientras hablábamos sobre las fotos que debía tomar y como pensaba usarlas en la presentación y en la página web. Una vez terminamos de discutir los puntos nos pusimos manos a la obra.

Eran las 2 de la tarde y ya habíamos finalizado nuestro trabajo, todo salió como lo habíamos planeado. En una semana estarían listas las fotos finales. Ya podía ir para la casa pero mi hermano estsaba en una reunión y según su secretaria iba a tardar, así que Bruno se ofreció a llevarme. Bajamos hasta el aparcamiento del hotel donde estaba estacionada su auto. Era un Mercedes Benz e200. Una vez dentro del carro le di mi dirección, llegamos en 30 minutos. Intercambiamos nuestros números para mantenernos en contacto por las fotos .

Debía decirle que nos tomáramos algo pero era muy pronto y un hombre como el pocas veces estaba soltero. No podía ser imprudente, acostumbraba ser impulsiva pero siempre he respetado las cosas de trabajo porque trataba de evitar las situaciones incómodas, muchos hombres no entendían que solo era cosa de una noche y pensaban que lo hacía para que me siguieran.

6 horas más tarde:

Estaba acostada en mi cama escuchando música cuando sentí que alguien tocó mi puerta.

- Esta abierta. -vi como mi hermano entraba.

- Pulga, ¿quieres salir hoy? -preguntó sentándome en mi cama.

- Si, a dónde iremos. -pregunte.

- A un club nocturno que abrió hace poco. -responde revisando su celular- Bruno también va.

Sentí como un calor recorría mis mejillas. Lo miré de reojo pero el seguía concentrado en su teléfono. Debía admitir que Bruno me llamaba la atención pero tampoco lo iba a aceptar delante de mi hermano.

- Si, esta bien. -fue lo único que dije.

- Bueno preparate que nos vamos en 2 horas. -se levantó de la cama- No quiero esperarte hasta la medianoche por ti. -salió sin darme tiempo de responderle.

Me levante de la cama y me dirigí a darme una buena ducha de agua caliente. Ya me había bañado pero lo hice de nuevo porque es mejor estar preparada. Me tomé 30 minutos bañándome, elegí de ropa interior un conjunto sensual de encaje negro.

Opté por un vestido negro de tirantes con la espalda afuera y escote pronunciado, se pegaba a mi cuerpo como una segunda piel resaltando mis curvas,elegí un bolso dorado y unos zapatos del mismo color. Usé una capa sencilla de maquillaje, lo sencillo siempre se ve bien en cualquier ocasión. Recogí mi largo cabello en una cola alta y salí de la habitación. Dany estaba esperandome en la sala mirando su teléfono. Cuando notó mi presencia soltó el móvil y camino hacia mi.

- Estás preciosa, pulguita. -dice silbandome- Voy a tener que cuidarte toda la noche.

- No te preocupes, aprendí a cuidarme sola. -digo cogiéndolo del brazo para salir.

Presentía que iba a ser una noche inolvidable. Las pocas veces que salí en Londres salía sola o cuando mi hermano iba a verme. Entramos al club, era un club exclusivo, pero aún así fuimos hasta el reservado, Dany y sus contactos. Llegamos a una mesa donde estaban sentados algunos de sus amigos, ya los conocía de cuando vivía aquí.

Estaban David  Harper moreno de ojos oscuros, Madison Wright pelirroja de ojos azules y los gemelos Liam y Noah Wilson ambos caucásicos de pelo y ojos negros, única diferencia era que Liam tenía el pelo un poco más largo que Noah. Iban acompañados de tres mujeres más que no conocía pero me miraban con cara de desagrado. No le preste atención a ninguna de las miradas que me dieron, porque básicamente no me importaba.

Apenas nos sentamos empezaron a preguntarme de mi vida en Londres. Obviamente ninguno de ellos se imaginaba la verdadera razón por la que me había ido pero creían que era para pasar tiempo con mi abuela.

Bruno llego media hora después, vestía de negro, al principio no le preste mucha atención pues llego y se puso a hablar con mi hermano después de dar los saludos correspondientes. Lo miraba de vez en cuando, estaba más guapo que por la mañana.

Madison me invitó a la pista a bailar y no me pude negar. Nos movíamos al ritmo de Back to the beautiful de Sofia Carson. Todos los ojos estaban puestos sobre nosotras como si no hubieran visto a dos mujeres bailando juntas. Entre esas miradas había una que buscaba y era la de Bruno y ahí estaba, mirándome, no perdía detalle de ninguno de mis movimientos

Estuvimos en la pista casi una hora bailando y tomando, los muchachos de vez en cuando se nos acercaban a bailar una o dos canciones, nosotras no nos cansábamos de movernos al ritmo de las distintas canciones y de beber como si no hubiera un mañana.

Después de dos horas y medias los pies me pedían parar y convencí a Madison de sentarnos un rato a tomar un respiro. Ella estaba un poco pasada de tragos, supongo que había estado bebiendo antes de que nosotros llegáramos. Decidí salir un rato a la terraza a coger aire, una fina capa de sudor recorría mi frente y mi pecho. Me incliné en la baranda apoyando los codos y le di un trago a mi cóctel. Sentí que alguien me quitó la copa de la mano y me giré buscando a quien lo había hecho y me encontré con esos ojos verdes que me gustan mucho.


Holaaaaa!!!!

Espero les haya gustado

Bruno en multimedia

El amor me hace dañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora