El amor me hace daño

Cuatro

Narra Carrie:

Casi me iba cuando veo a mi hermano acercarse a toda prisa a donde estamos Rick y yo. ¿Cómo sabía que estaba aquí? entonces caí en la cuenta que cuando vivía aquí siempre venía a este parque y Dany me había acompañado en repetidas ocasiones. Se ve muy molesto, eso sólo significaban problemas. Era mejor detenerlo antes de que causara un alboroto. Me puse delante de él pero pasó por mi lado como si nada. Lo vi levantando el puño para darle un golpe a mi ex pero lo detuve antes de que fuera tarde

- Sueltame Caroline  -exigió rabioso-  Déjame darle su merecido a este cabrón. -insistió mirando a los ojos a Rick  -Se lo merece después de todo lo que te hizo y aún tiene la desfachatez de hablarte y hacerte llorar.

- Sueltalo princesita -pide mi ex.- Me puedo defender de él

- Te dije que no me llamarás así -dije poniendo los ojos en blanco- mejor vete de aquí antes de que termines en el hospital.

Mi hermano seguía tenso mientras yo le sujetaba el puño. Era más fuerte que yo pero sabía que no me haría daño. Era mejor terminar esto cuanto antes. Me coloqué entre los dos hombres después de soltarle la mano a mi hermano.

- Dany, mirame -él gira hacía mí- él me estaba pidiendo perdón.

- Después de todo el daño que te hizo, después de todos estos años, después de todo lo que pasaste por su culpa un perdón no es suficiente. No te va a devolver lo que perdiste. -dice mi hermano furioso, lo conozco y se que esta haciendo un esfuerzo sobrehumano para no gritarme ni tratarme mal.

- Sé que le hice daño y que nada va a cambiar el pasado pero le debía una explicación. -comenta Rick.

- ¿Qué le ibas a decir? -resopla Dany- Que te estabas acostando con otra y por eso dejaste sola a mi hermana que te amaba sinceramente y tu sólo jugabas con ella -reclama Dany- No sabes todo lo que tuvo que pasar después de eso y lo que le costó mejorar para que vengas como si nada a pedirle perdón, dejame decirte que es muy tarde -reprochó Dany con voz áspera.

Rick agachó la cabeza y se dispuso a marcharse cuando mi hermano lo tomó fuertemente del brazo.

-No te quiero ver cerca de ella de nuevo, sino esa carita linda te la van a tener que reconstruir. -lo amenaza mi hermano con voz hostil.

Lo soltó y permitió que se fuera, se giró hacía mí, estaba molesto conmigo podía verlo.

- Te hizo llorar una vez más. -dice dándome un abrazo reconfortante.

- Gracias por estar ahí para mí. -digo apoyando mi cabeza en su pecho- Ya sabe lo del aborto y antes de que preguntes no quiero hablar de eso, finalmente puedo pasar página.

Las lágrimas no dejaban de caer y mi hermano me abrazo más fuerte. Sabía que le dolía verme así aunque no lo diga, el siempre ha estado para apoyarme y siempre se lo he agradecido. Cuando me fui prometí no volverlo a decepcionar, ni a él ni a nadie de la familia, no se lo merecen.

- Vamos a casa para que te cambies. Quiero llevarte a un lugar. -dice mi hermano finalmente después de un rato.

El camino a casa fue tranquilo, íbamos hablando de cosas sin importancia como si nada hubiera pasado y se lo agradecía. Llegamos a casa y fui directo a mi habitación a ducharme para quitarme el sudor y poder reponer energías. Me bañé rápido, en unos 20 minutos ya esta lista, bueno casi, estaba desenredado mi cabello. Me había decidido por un jean negro roto en la rodilla, un crop top blanco y unos tenis blancos

Mi hermano tocó la puerta, entrando sin esperar mi respuesta, siempre hacía lo mismo. Mi hermano vestía un jean rotos en la rodilla, una camisa blanca y tenis blancos. Lo miré de arriba a abajo. Parece que nos habíamos puesto de acuerdo para vestir.

-Si no vas a esperar que te responda para que tocas? -pregunto risueña.

- Porque eres mi enana y no hay nada que no allá visto, -dice arqueando una ceja- Recuerdo cuando eras pequeña y andabas desnuda por la casa, no te gustaba vestirte. -me sonrojo de la vergüenza.

- Eh, no digas esas cosas -digo tirándole un cojín- Dale vamos estoy lista.- dije cogiendo mi teléfono de encima de la cama.

Todavía no sabía a donde iría pero conociendo a Dany iba a ser al lugar menos esperado, mi padre y el son muy parecidos en eso nunca sabes que este espera cuando dicen que te van a llevar a un lugar. Llegamos en un abrir y cerrar de ojos al misterioso lugar donde mi hermano quería traerme. Nunca me voy a acostumbrar a la forma tan suicida que tiene de conducir. Me quedé pasmada cuando vi a donde me había traído. Era un local de tatuajes.

- ¿Qué hacemos aquí? -pregunto con curiosidad.

- Hacernos un tatuaje - dice remarcando lo obvio.

- Espera pero yo nunca dije que quería hacerme uno.

- Bueno...¿quieres hacerte uno? - pregunta exasperado.

- Si, acepto  - digo dándole un abrazo, estaba emocionada.

Las personas que pasaban por ahí se quedaron mirando pensaban que me estaba proponiendo matrimonio. Mi hermano y yo reíamos hasta que me cogió por la cintura haciéndome avanzar para entrar al local. Era un lugar amplio, habían muchas fotos y dibujos algunos sencillos y otros más complicados. Había tipo una camilla pero acolchonada y reclinable, al lado había una mesita con las máquinas de tatuajes, los potes de tinta y con algodones. Todo estaba muy limpio y se veía que era un lugar de lujo.

De detrás de una cortina salió un hombre con muchos tatuajes, tenía en los brazos, piernas, cuello. Se veía que tenía unos 28- 29 años cuando más.

- Enana él te va a hacer tu tatuaje -dice mi hermano.

- Mucho gusto soy Tadeo, tu eres? -pregunta de forma educada.

- Yo soy Carrie, mucho gusto. -digo con el mismo tono que él

- ¿Estas nerviosa? - pregunta mientras empieza a prepar las cosas.

- Si, un poco. -murmuro.

- Y ya sabes que te vas a hacer.- pregunta mi hermano.

- Si hace tiempo pensé en hacerme uno. Me voy a poner tomorrow never die. -digo mirando una rosa en una de las fotos en la pared.

- El mañana nunca muere -traduce Tadeo- Una elección interesante, para alguien que parece un ángel.- dice curioso.

- Un ángel caído, por lo menos. -digo mirándolo a los ojos-  Creeme cuando te digo que me cortaron las alas hace mucho tiempo. -declaro.

- No lo creo -dice muy seguro de sus palabras.

- Creele, ya perdió la dulzura de la peor forma  -dice mi hermano con

- Hay que lindo. -digo con voz melosa- De los dos él se quedó con toda la miel.- le digo a modo de secreto a Tadeo.

- Ya lo pues ver. Bueno señorita sientese, vamos a empezar.

Estaba tan nerviosa por lo que iba a hacer pero gracias a Tadeo, me relaje mucho, me hablaba dulcemente perdiéndome en el azul de sus ojos. Finalmente decidí hacerme el tatuaje en las costillas. Tadeo había terminado de hacerlo en 20 minutos.

Ya estaba haciéndome el otro con mi hermano. Habíamos decidido hacernos uno de hermanos, nos lo hicimos en la muñeca, el se hizo un árbol y yo un búho. Significaba que el siempre sería mi constante, mi protector, mi hogar y yo siempre regresaría para él, me sentía cómoda con él y que por más lejos que me fuera siempre iba a volver donde estaba él.

Una vez terminamos de hacernos los tatuajes nos despedimos de Tadeo y quedamos en reunirnos un día para tomar una copa.