Seis

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Narra Bruno:

Estaba preciosa, me gusta y mucho. Había algo en ella que me llamaba la atención. Había estado con mujeres con más curvas y atrevidas que ella pero no era lo mismo, ninguna me atraía tanto como ella. No podía dejar de observar como movía su cuerpo en la pista de baile capturando las miradas de todos los hombres, sentía el impulso de bailar con ella pero era consciente que si me acercaba lo menos que iba a hacer era bailar con ella.

Estaba sentado hablando con Dany en el privado mientras bebíamos whisky. Estábamos poniendonos al día, hacía muchos años no nos veíamos. Él era mi amigo desde la preparatoria y debía respetar a su hermana y no quería mentirle. Así que tomé lo último que quedaba en mi copa para llenarme de valor, Daniel tiene un carácter de los mil demonios y más tratándose de su hermana.

- Bro tu hermana me gusta -suelto de un tirón- y lo...

- Adelante. -me interrumpe.

- ¿Así de fácil? -pregunto confundido.

- Sí, no me voy a oponer porque se que lo vas a hacer aunque diga que no. -en eso tiene razón- No quiero que lo hagan a mis espaldas. -le da un sorbo a su trago y se levanta de la mesa- Pero si le haces daño o la veo sufrir puedes darte por muerto. -palmea mi hombro y se marcha a la pista de baile.

En ese momento Carrie llega con Madison y la deja sentada en uno de los sillones que hay a los lados. Ella se va en dirección al balcón y la sigo con sigilo. Cuando llego esta apoyara en la baranda dando un espectáculo dejando ver sus estupendas piernas y eso trae muchas escenas a mi cabeza, me acercó despacio y tomó su vaso haciendo que volteé. Tomo un sorbo de su cóctel y fijo mi mirada en la de ella.

- Tenía calor. -digo dejando la copa en la mesa que hay a un lado- Sabes, no deberías inclinarte así con ese vestido, es ir provocando.

- Bueno puede que quiera ir provocando. -responde acercándose poco a poco- Aunque confieso que solo quiero la atención de alguien en especial.

- ¿A sí? -pregunto alejándome un poco- ¿Quién es el afortunado?

- No lo sé. -respondo frente a mi- todavía no lo conozco pero me gusta y parece que no le soy indiferente.

Acorto la poca distancia que hay entre nosotros.

- Nadie te puede ser indiferente. -confiezoy la beso.

Mi beso esta cargado de deseo. Esperé este momento desde que la conocí. La seguía besando haciéndole entender que quería algo más, recorría su cuerpo con total libertad pero sutilmente sin llegar a ser tosco. Se separó de mi despacio, como si fuera un sacrificio alejarse.

- Me gustas y quiero lo mismo que tú, -confiesa- Pero no aquí, vamos a tu casa.

Asintí y la cogí de la mano para guiarla hacia la salida no sin antes llegar a la mesa y coger su bolso. Mientras estabamos en el auto sacó el teléfono y empezo a teclear en el.  Ella no es una cualquiera así que la lleve al penthouse donde estaba viviendo. Estaba desesperado por llegar y arrancarle ese vestido.

Una vez en el estacionamiento del edificio, detuve el auto y la besé, no me cansaba de sentir sus labios. A duras penas llegamos al elevador, marqué el código de seguridad. La cogí en volandas Hasta mi cadera y continúe besándola y recorriendo todo su cuerpo con mis manos. Salí del elevador con ella encima sin dejarla respirar y caminé hasta mi habitación ahí la baje admirandola bien.

Narra Carrie

Bruno comenzó a repartir besos por mi cuello y con las manos acariciaba mis senos. Iba dejando besos suaves por todo mi cuello e iba bajando lentamente hasta llegar a mi seno derecho, corrió el escote del vestido y se prendió de mi pezón. Daba lametazos y suaves mordiscos mientras estimulaba el otro con una de sus manos. Su lengua pasaba de un pezón a otro hasta que me bajo el vestido completo dejandome en bragas. Empecé a besarlo y a quitarle la camisa, para proceder a quitarle el botón del pantalón hasta lograr quitarselo. Comencé a acariciar su entrepierna por encima del bóxer, lo bajé y me fije en el pene que tenía delante, era grande y grueso nunca había visto uno así.

Volví a besarlo y fui bajando poco a poco por su cuello, pecho, abdomen hasta llegar a la altura de su miembro erecto. Abrí la boca y me lo introduje en mi boca. Sabía exquisito, empecé con un movimiento sutil, no llegó al minuto cuando empecé a acelerar mis movimientos y a succionar levemente acompañandome de una mano para hacer el movimiento más fluido, mientras lo miraba a los ojos que cada vez se hacian más oscuros por el deseo, de vez en cuando inclinaba la cabeza haci atrás como muestra de estar disfrutando la mamada, estuve así unos minutos hasta que el me detuvo y me levanto para besarme. Me acercó a la cama y me dejó caer en el medio de la cama.

Siguió besándome y recorriendo mi cuerpo con sus manos. Estaba haciendo lo que yo hice hace un momento con el, recorriendo mi cuerpo con su boca. Llegando a mis bragas y bajarlas sin dejar de mirarme, bajo la vista había mi vagina y se prendió de ella como un experto. Lamía, chupaba mi clítoris haciendome sentir en las nubes, acompañaba  su lengua con los dedos haciendo que me excitara cada vez más y mi cuerpo respondía con un orgasmo que se llevo todo de mi.

Después de darme ese maravilloso orgasmo se coloco encima de mi apuntando con su miembro a mi canal. Sentí como entró en una sola embestida y con un gruñido que era música para mis oídos. Sus embestidas eran duras sin compasión que me arrancaban gemidos a cada segundo. Me puse en cuatro inclinando mi cuerpo dejando mi trasero en pompa, se colocó detrás de mi y siguió dándome duro, enrredo una mano en mi pelo y con la otra me daba fuertes nalgadas haciendome llegar otra vez al orgasmo.

Volvimos a cambiar de posición pero esta vez yo estaba arriba marcando el ritmo mientras el me tocaba los senos. Seguí con el mismo ritmo que él, saltando desenfrenadamente sobre su miembro viril. Hacia movimientos acelerados con mis caderas dándole tanto placer como el me había dado a mí. De vez en cuando soltaba algún sonido gutural o algún gruñido que concordaban con mis gemidos. Apretaba mis caderas cada vez que subía y bajaba.

Aunque no estaba acostumbrada a este tipo de sexo sentía que era lo mejor del mundo. Mi cuerpo recibía cada estocada gustoso. Estuvo dándome como cajón que no cierra casi dos horas. Una vez terminamos no tenía fuerza para levantarme así que me quedé a dormir entre sus brazos.

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⏰ Última actualización: Apr 15, 2022 ⏰

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El amor me hace dañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora