Capítulo 8

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Aquella vez, Taehyung no durmió durante mucho tiempo, tal vez sólo una hora, pero se despertó congelado

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Aquella vez, Taehyung no durmió durante mucho tiempo, tal vez sólo una hora, pero se despertó congelado. El aire acondicionado estaba al máximo y, además, también estaba funcionando el ventilador. Tenía la piel de gallina.

Se había quedado dormido tal y como Jin lo había dejado, medio apoyado contra el cabecero de la cama. Al menos, Jin lo había cubierto hasta la cintura con la sábana.

Cuando miró a su alrededor y se dio cuenta de que la habitación estaba vacía, se sintió como un idiota. Lanzó una maldición. Apartó, la sábana y comenzó a temblar.

¡Aquella habitación era como dormir en un congelador!

Se puso de pie y estuvo a punto de caerse. Tenía los músculos débiles. Los analgésicos no habían surtido efecto, sobre todo después de aquel abrumador orgasmo, en el que todos los músculos de su cuerpo se habían tensado de puro placer. No cabía duda de que su intención había sido dejarlo agotado para que se durmiera.

Si la habitación no hubiera parecido una cámara frigorífica, habría sentido el calor de la vergüenza.

Se miró los calzoncillos y vio que aún los tenía puestos. Entonces, sacudió la cabeza. Aquello era demasiado.

Arrancó con fuerza la sábana de la cama y se la colocó alrededor de los hombros. A continuación, se dirigió a la ventana para apagar el aparato. Después, a pesar de lo mucho que le temblaban las piernas, salió de la habitación.

El apartamento estaba muy silencioso. Sólo se escuchaban algunos sonidos en la cocina. Mientras se dirigía hacia allí, pensó que SeokJin sabía que él había querido hacerle el amor, pero Jin se lo había impedido. Quería decirle que no pensaba permitir que lo manipulara tan fácilmente. Que no volvería a permitirlo nunca.

Se sentía abrumado de que le hubiera resultado tan fácil. Tenía que haber sido por las pastillas. Seguramente se las había dado para debilitar su resolución. Se lo preguntaría.

Cuando llegó a la cocina, vio que Jin estaba de espaldas a la puerta, revolviendo algo en un cazo. Fuera lo que fuera lo que estaba cocinando olía bien, al igual que el café de la cafetera. Se había vuelto a poner la camiseta, pero no los pantalones. Verlo así, sólo con aquel sedoso boxer, ayudó a Taehyung a olvidarse de sus otras preocupaciones. Antes de que aquella visión lo distrajera, le preguntó:

-¿Me convenciste para que me tomara las pastillas para evitar que hiciéramos el amor?

SeokJin lanzó un grito y, tras dejar caer la cuchara, se dio la vuelta. Sus miradas se cruzaron. El gesto que él tenía en el rostro le hizo olvidarse de todo. Había estado llorando.

-SeokJin, ¿qué te pasa? -le preguntó, muy afectado.

Casi nunca veía nada que le afectara. En su trabajo había visto lo peor que la vida podía ofrecer y había aprendido a contemplarlo con un distanciamiento que pudiera ayudarlo a superarlo. Desde que había sido un niño, había mantenido un férreo control sobre sus emociones. Sin embargo, verlo con los ojos hinchados y húmedos, las mejillas cubiertas de lágrimas y la nariz enrojecida hizo que el alma se le cayera a los pies.

𝐃𝐞𝐦𝐚𝐬𝐢𝐚𝐝𝐨 𝐂𝐞𝐫𝐜𝐚 [TaeJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora