El hombre balbucea muy nervioso durante unos segundos, después muy asustado.
- Pero yo ahora mismo no tengo el dinero conmigo, tengo que ir a por el dinero. Necesito tiempo para ir a buscarlo.La mujer muy seria.
- Muy bien, mis hombres te acompañaran hasta donde tengas el dinero, ya les aviso yo ahora mismo por medio de un mensaje.El hombre muy pálido y nervioso.
- Pero yo no lo tengo en mi poder hasta que no pasen como mínimo tres meses....
Tengo que esperar hasta que se firme el contrato.La mujer muy seria.
- Me estás diciendo que es mentira, que el dinero no está en tu poder, mentiste. Sabes muy bien que las mentiras se pagan...El hombre muy nervioso...
- No, no he mentido, solo que se ha retrasado la firma un tiempo, porque falta conseguir la firma de dos personas pero en los próximos días se hará, ya está todo listo para que se haga. Tenemos el apoyo del Banco y del registro, solo falta llamarlos para que se realice la transición.La mujer muy seria.
- No me lo creo, quiero pruebas de que eso va a suceder de lo contrario actuare, sabes muy bien lo que pasará.El hombre empieza a sudar y a ponerse más nervioso aún. Después muy asustado.
- No puedo enseñarlas sin que los demás den su visto bueno y eso no lo harán porque quieren llevarlo en secreto.La mujer furiosa.
- Me importa muy poco lo que tus socios quieran , yo quiero pruebas, sino me quedaré con lo que depositaste como garantía, te doy dos horas para que me lo des, mientras mis hombres estarán junto a tí. Te recomiendo que hables con tus socios, no estoy bromeando.A continuación se oye como se corta la comunicación, el hombre muy nervioso empieza a pasear por su despacho mientras intenta decidir cómo actuar, sabe que si no presenta las pruebas entonces ella hará lo que dijo, entonces su familia quedará ante toda la prensa arruinada, nada les salvará.
El hombre decide llamar, aunque sabe cual será la respuesta.
- Estoy en problemas, necesito vuestra ayuda. No puedo dejarlo así, tengo que demostrar que es seguro el negocio y que habrá beneficios , no aceptará otra cosa. No, no puedo esperar sino lo hago perderé todo y mi familia saldrá perjudicada ya que lo dirá todo.Al otro lado muy serio.
- No vamos a poner en riesgo nuestro negocio para que tú te salves, cuando te uniste a nosotros sabías muy bien que era un proceso largo y llevaría un tiempo. Espera tengo otra llamada, no cuelgues.Durante un tiempo el hombre espera, cuando vuelven a hablar responden furioso.
- Esta visto que os habéis puesto de acuerdo para exigir todos lo mismo. Dile que debe esperar, que cumpliras lo pactado.El hombre niega con la cabeza mientras dice más nervioso aún.
- No le puedo decir eso, ya se lo he dicho, pero no lo ha aceptado, quiere pruebas, no palabras.El hombre furioso.
- Dame el nombre, yo mismo trataré con esa persona.El hombre muy nervioso.
- No lo conseguirás, solo harás que se ponga mas furioso y decida actuar antes. Debo darle una prueba aunque sea muy pequeña.Al otro lado el hombre furioso.
- Espero que no me estés diciendo como debo hacer las cosas, no te preocupes, esto quedara solucionado en breve. Voy a reunirme yo. ...Antes de que el hombre pueda concluir su frase, al otro lado de la línea.
- No, no puede hacerlo, si lo hace, entonces estaré en grave peligro, conozco como actua, ya le he visto actuar y créame, yo estaré hundido, mi familia tendrá que irse del país y el negocio no saldrá adelante, ninguno. Todo se habrá acabado.Al otro lado el hombre furioso.
- No seas un cobarde, no hará nada, hablaré yo y le dejaré las cosas claras.A continuación se oye como cuelgan bruscamente.
El hombre muy nervioso y pálido.
- " Tengo que mandar un mensaje urgentemente, deben detenerlo sino estaremos todos descubiertos ".Empieza a escribir, busca el número y lo manda. A los pocos minutos suena el móvil, lo descuelga.
- Tenemos un serio problema, nuestro socio va a cometer un disparate, se lo he advertido, no me ha querido escuchar, me ha llamado cobarde, lo que va a hacer, nos a descubrir a todos, y acabaremos arruinados y nuestras familias deberan salir del país sin nada y nosotros iremos a la cárcel de máxima seguridad de por vida. No estoy loco, sé lo que está sucediendo.El hombre escucha atentamente, respira hondo tratando de tranquilizarse pero no lo consigue.
Continúa hablando muy nervioso.
- No, no, eso quiere hacer él y por eso nos pondrá en peligro. Recuerdas quien nos prestó el dinero para poder realizar el negocio, pues él quiere ir a hablar con ella...Al otro lado.
- No puede ser tan insensato, nos va a poner en peligro. Voy a detenerlo, si no se puede por las buenas entonces lo haré por las manos, pero no le dejaré que llegue allí. Te tendré informado.Mientras en una mansión al oeste de la ciudad, una mujer escucha atentamente lo que le estas diciendo por el móvil, a continuación se levanta, toca un timbre y entran varios hombres. La mujer les mira mientras con voz grave y muy calmada.
- Vamos a tener una visita muy especial, preparenlo todo. Encarguen se de los hombres que vengan con él y registren los. Creo que al final nos vamos a divertir. Estaba siendo una tarde muy aburrida.Los hombres inclinan la cabeza y salen , excepto uno que cuando se queda a solas con ella.
- Te veo muy tranquila, estas pensando lo que vas a hacer o ya lo tienes decidido.La mujer muy serio y decidida.
- Desde el momento que me avisaron supe lo que iba a hacer, lo haré, pero antes vamos a sacarle toda la información que tenga en su poder, si hay que torturar le, se hará, pero recuerda mis palabras antes de dos horas nos dará todo lo que quiero saber, incluso delatara a todos sus cómplices. Cuando eso suceda quiero que te encargues de todos, yo iré a acabar el trabajo con mi querida amiga, llevaré una escolta y un equipo de limpieza. Encargate de todo. Prepara la casa, que este lista cuando lleguemos y que nuestra amiga no se enteré.
ESTÁS LEYENDO
El rancho de las Salvatierra
RomanceLisa es la mayor de 4 hermanas, recibe una llamada de una de ellas pidiendo ayuda para salvar el rancho y no perderlo por culpa de unos vecinos que son los más rastreros de la región, pero las cosas cambian cuando se ven obligados a unirse