''Ojos verdes''
Imagina que eres energía. Tus venas en vez de repartir sangre a tus órganos imparten electricidad, llevan la máxima descarga de electricidad que alguna vez se puede haber visto, es realmente difícil pensar siquiera en respirar y lo peor es que toda esa energía va dirigida a dos núcleos; tu cerebro y corazón. Obviamente ya no eres una persona normal, tu cuerpo se ha transformado en una fuente total de energía y es prácticamente como si fueras el sol en pleno apogeo, por cada avance de electricidad impartida por tus venas es un dolor tan agudo que no puedes moverte porque simplemente no puedes acostumbrarte a el ya que después de todo tu cuerpo sigue siendo humano, y lo peor de todo es que era el de una niña de un año.
Todas esas sensaciones la sentía Clarke, ella estaba en la enfermería de la nave y había pasado una semana desde que su cuerpo se había convertido en una fuente de energía.
Clarke no escuchaba los gritos desesperados de sus padres mientras buscan la manera de calmar el incesante dolor de la pequeña que se removía en la cama sin un motivo de descanso, sus ojos azules ya ni siquiera tenían iris, estaba amarrada en la cama ya que no podía evitar arañarse con las uñas provocando heridas de la cual ni siquiera salía sangre pues ese cuerpo no tenia.
En toda el Arka todo el mundo sabia de la hija Griffin, cada persona tenia su opinión diferente sobre la bebe y eso que ni siquiera todos la habían conocido, simplemente un día se corrió el rumor de que era super inteligente a su corta edad y debido a eso todos querían comprobar eso sin éxito alguno por la protección de Abby y Jake.
Pero todo salió de control cuando una noche Abby y Jake salieron de la habitación corriendo hacia la enfermería con la pequeña llorando desgarradoramente, nadie sabia que pasaba pero desde ese día toda el Arka se volvió tensión por doquier.
120 horas, 120 horas en las que nadie había dormido debido a la pequeña Griffin, algunos estaban planeando una revolución para flotar a la pequeña y vivir sus vidas en paz sin escuchar aquellos gritos, otros se encontraban en los laboratorios buscando una cura y averiguar el porque de los llantos de la pequeña, nadie le encontró sentido a lo que se veía en los estudios ya que todo parecía normal excepto por que no salía sangre de las heridas de la pequeña, los religiosos de la nave dijeron que estaba maldita, otros dijeron que iba a morir, otros sacaban muchas conclusiones pero ninguna de ellas llegaba a ser la verdad.
- ¡¡Jake.... Mi bebe, esto es tu culpa... salva a mi bebe por favor!! - Abby estaba al borde del abismo, ya había echo de todo por su pequeña pero ya nada servía, ni siquiera sabe como demonios llego a esa situación, ella solo sabia que quería a su bebe, quería que estuviera bien, quería volver a ver sus ojos azules tan hermosos como los de su esposo, quería escuchar su risa, verla gatear por toda la habitación, escucharla gaguear sola y todas esas cosas que ven las madres de sus hijos a esa edad. Ella no había dormido nada y no es como si quisiera hacerlo aun si pudiera, mientras su bebe estuviera en tales condiciones ella no se separara de ella.
Jake estaba a su lado, al igual que su mujer no dejaba de llorar y rogar por su niña mientras sostenía los brazos de su mujer la cual desde hace unas dos horas esta golpeando su pecho pidiéndole una solución que no tiene.
La enfermería estaba vacía, no había quien aguantara los gritos de la pequeña y por una vez en la vida Jake agradeció el echo de tener el apoyo del canciller actual para con su hija y el echo de que la mejor amiga de la madre de Abigail fuera parte del consejo, si no estaba seguro que estaría sin vida, pues flotarían a su hija y si lo hacen Abby y el se irían tras de ella, eso es seguro.
- Cariño... Ella estará bien, lo se, nuestra hija es fuerte, ella aguantara no se que rayos le esta pasando pero se que ella aguantara y volverá a nosotros - Estoy segura que si Clarke escuchara esas palabras no estaría tan segura de ese echo.
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Un día reencarne en Clarke Griffin - The 100
FanficHola mi nombre es Sorania (Sora), me encontraba haciendo mis últimos estudios sobre naves espaciales a mis 45 años de edad en mi casa a las 12:32 AM en República Dominicana, cuando repentinamente sentí un fuerte dolor en mi pecho y, si, lastimosamen...