EL FANTASMA DEL PRÍNCIPE

PATOGENO DESCONOCIDO

Vegeta esta frustrado e irritado, desde lo ocurrido Kalb no le ha dirigido ni la mirada, de una manera ridícula esa pequeña acción le molesta más que cualquier cosa

Por sus ancestros no puede concretarse en su entrenamiento como es debido, le dará una paliza, no logra comprender su propio enojo, siendo lógicos de alguna manera Kalb tiene derecho a esa reacción

– Vegeta, Kalb perdió la conciencia – llamo Lazuli atravez del intercomunicador – dieciséis lo llevo a tu habitación – informo y corto, evitando preguntar.

Tan pronto escucho salió corriendo, otra vez inconsciente, ni quiera se le permitía estar molesto con él. Como dijo la rubia lo encontró dormido en su cama con el robot a su lado

– Le coloco nutrientes – explico colocando una intravenosa, no es lo usual, pero Kalb llega a ser realmente terco

– ¿Qué paso? – cuestiono cerciorándose que no sea grave

– Pregunte que ocurrió entre ustedes – respondió viendo que el Saiyajin tuvo casi la misma reacción que el albino, solo que este es un maestro en esconderlo – poco después comenzó a tener fiebre, un ritmo cardiaco acelerado y un leve temblor hasta el desmayó – finalizo revisando que todo esté en orden – me retiro – se fue sin haber más comentarios

Vegeta solo se quedó allí reflexionando las palabras del robot, el fuego en su rostro volvió con más fuerza, quizás no debió enterarse de eso

Se dejó caer en un sillón a un lado del albino, esto es simplemente ridículo, ¿Cómo puede estar asi solo por una acción sin sentido? No es capaz de comprenderlo, trata de recordar si alguna vez tuvo una conversación de algo parecido a esto, tristemente cayo en que no

Y sus pensamientos quizás estén yendo en un sentido equivocado

– Mierda – mordía su labio furioso y a la vez aterrado de esto

Cubrió sus ojos con su brazo al recordar a la miserable terrícola y su conversación con Kalb

Definitivamente está perdiendo la cordura, rio por lo bajo, cada vez más esto se aleja del sentido común

– ¿Qué debo hacer? – pregunto, puede que su cerebro ideara un plan, pero su cuerpo está lejos de cumplir con su parte

El miedo hace que su cuerpo tiemble un poco, su respiración es casi nula. Con la rabia bullendo en su ser, se acomodó al lado del albino y cerró los ojos con la esperanza de dormir y desconectarse de este tormento

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Al día siguiente

Kalb despertó al sentir un picor en su brazo, abrió los ojos, molesto por lo que sea, quiso quitárselo, pero un peso impidió cumplir tal misión, lleno de nervios y un sudor frio recorriendo su espalda alzo la vista

Trago con fuerza, suspiro al darse cuenta que aun duerme, se quitó la aguja e intento salir, huir antes de que despierte, logro salir de la cama sin despertar al azabache, agradeció a todos los dioses llevar aun su ropa, no se imagina andar con la ropa de hospital por la nave

– ¿huyes de nuevo? – cuestiono Vegeta, despertó con el primer movimiento del albino, pero decidió continuar "durmiendo".

El cuerpo pálido se congelo, debió suponerlo, Vegeta siempre tuvo el sueño ligero