꒰ Amnesia ✔៸៸ sᴜɴᴋɪ ᵃᵈᵃᵖᵗ •

☀️ ፧ 𝗼𝗰𝗵𝗼 • ✦⁾

✦ #8 — ᴅᴇᴛᴀɪʟs
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Estar en su habitación lo hacía sentir en calma, en paz, en su lugar acogedor, donde podía tener la paz que quizá no podría encontrar fuera de éste.

Era algo así como su lugar seguro, donde se aseguraba de que las cosas que entraban, no salían.

Por eso se sentía tan feliz, tan en paz y tan tranquilo de tener la puerta de su habitación, a sólo un metro, y abrir y cerrar la puerta detrás de él, se sintió tan bien.

Llegar ahí luego de un día agotador y lleno de cosas como las que habían ocurrido hoy, era su momento favorito del día.

Y digo era, hasta que vió a Jungwon, Beomgyu, Sunghoon y Jake sentados en círculo, esperando por él.

Quiso dar la vuelta e irse, pero era ya demasiado tarde.

—Queremos detalles —el menor de hoyuelos había llegado hasta donde él estaba, tomándolo por los hombros y llevándolo hasta el círculo donde se encontraban los otros tres chicos.

—Y yo quiero bañarme —se zafó y básicamente corrió al baño.

Le puso seguro a la puerta, sabía que ellos eran capaces de entrar y hacerlo relatar todo en el mismo baño mientras se bañaba.

Aunque en cierta parte sí necesitaba calmarse luego de lo de Riki, aún se sentía nervioso recordando como este fue a él para invitarlo a salir.

Quería seguir creyendo que todo era producto de su imaginación, pero no podía, era demasiado real para ser imaginario.

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Sabía que algo sucedía cuando Jay y Soobin estaban así.

Soobin lo esperaba sentado en la cama con las piernas cruzadas y una mirada inquietantemente fija. Aterrador.

Jay por su lado, estaba de brazos cruzados, serio y su pierna no dejaba de moverse. Petrificante.

—¿Se sienten bien? —dejó su mochila en el suelo y comenzó a desabotonar su camisa.

—¿Por qué no estarlo? —soltó Soobin del mismo modo.

—Porque siento que en cualquier momento sacan un cartel que diga “Bienvenido a casa infiel”.

Soobin y Jay no dijeron nada, simplemente observaban.

Automáticamente conectaron miradas, y la sostuvieron un segundo, para luego estallar en risas.

Riki tenía miedo.

—... Esto sólo pasa cuando- ¡No, no, no, no y mil veces no!

—Riki —Jay se acercó hasta donde estaba él, lo tomó y lo abrazó—. Estoy orgulloso de ti, campeón.

—Hyung-

Soobin se levantó y se unió al abrazo—. Shh, disfruta, esto no es todo los días.

Riki simplemente dejó que los dos mantuvieran el contacto físico con él, realmente no sucedía todos los días.

Pero de verdad que estaba incómodo aunque no era la primera vez que hacían un abrazo grupal—. Ya, suéltenme, está bien.

Sus mayores lo soltaron y lo guiaron hasta su cama, dejándolo ahí y quedándose frente a él de pie.

—Queremos detalles —dijo Jay—. Por favor.

Suspiró y se rascó el entrecejo con su pulgar y su índice—. Para qué les dije.

—Bueno-

—Era sarcasmo, Soo —se adelantó Jay.

Esperaron a que Riki hablara, este los observó, los dos estaban ansiosos, además eran sus mejores amigos, qué más daba decirles.

—Sólo... sólo le pregunté que si quería salir conmigo, es todo —pero el rubor en sus mejillas decía otra cosa.

—Ajá —Soobin asintió haciéndole señas de que continuara hablando—. Pero sigue hablando, queremos saber más.

—¡Es que no sé! Ni siquiera pude decírselo hablado, las palabras no me salían, el plan que tenía se fue a la mierda, tuve que escribirlo en un papelito de seguro está en mi moch- 

Pero antes de que pudiera seguir hablando, Soobin y Jay estaban buscando aquellos pedazos de papel, los cuales encontraron y leyeron sin él poder impedirlo.

—Son unos hijos de-

—¡Aww! —dijeron los mayores al unísono.

—Ustedes son demasiado cursis —Soobin seguía releyendo aquellos papelitos—, ¿desde cuándo eres así, Riki?

—Me iré a dar una ducha —se levantó y se metió al baño, aún con los “aww” de Jay y Soobin detrás de él—. Idiotas.

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Salió con el cabello mojado, al menos su mente y corazón ya estaban un poco más calmados.

Pero aquellos cuatro individuos aún seguían en la habitación—. ¿En serio siguen aquí?

—¿En serio crees que nos iríamos sin saber qué pasó cuando nos fuimos? —contraatacó Jungwon.

Sunoo elevó sus cejas y ladeó su cabeza mientras asentía—. Touché.

Caminó hasta su armario, siendo observado por todos.

—Antes —se colocó la parte de arriba de su pijama, se sentó en el piso y habló dirigiéndose a Jake—. Hyung, no es que no te quiera o algo, pero ¿qué haces aquí?

Pero antes que él pudiera responder, Sunghoon saltó—. Es mi novio, no parece, pero tiene excelentes métodos de conquista.

Y el sonrojo de Shim apareció.

—Bien, a lo importante —Beomgyu habló primero—. ¿Qué te dijo Riki?

Sunoo suspiró, el nerviosismo que creyó haber desaparecido había vuelto—. Cuando Sunghoon se fue, Riki se sentó a mi lado, ni siquiera podíamos hablar, no sé por qué, y-

—¡Ay, qué lindo! —interrumpió Jungwon, podría decirse que entre Beomgyu y él, él era el más emocionado... físicamente—. Perdonen, es que-

—Entendimos —Sunghoon lo cortó.

—¿Van a dejar hablar al niño o no? —Beomgyu entró, callando a Sunghoon y a Jungwon—. Gracias. Prosigue Sunnie.

Suspiró—... Como decía, no podíamos hablar entonces sacó un cuaderno y hablamos por hojas. ¿Recuerdan que les dije que él había respondido por mí y que yo se lo pagaría?

Todos menos Beomgyu, y Jake -quien no estaba en esa conversación- asintieron.

—¿Cuando dijiste eso?

Jungwon le brindó un pequeño golpe en la cabeza a Beomgyu—. Pon más atención a la próxima, Gyu.

—¡Como sea! —prosiguió Sunoo—. Me invitó a salir —dijo bajito, inaudible y con un poco de pena.

—¿Qué? —los cuatro dijeron.

—¡Que me invitó a salir, sordos! —harto respondió—. El domingo saldré con Riki, y ustedes-

Y para apenas haber recibido la noticia, ya los cuatro estaban de pie, bailando, brincando y haciendo ruido alrededor de Sunoo, quién sólo se lamentaba de haber abierto su boca.