☀️ ፧ 𝗻𝘂𝗲𝘃𝗲 • ✦⁾

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✦ #9 — ɴɪɢʜᴛᴍᴀʀᴇs
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—¡Sunnie, vámonos! —su madre gritó desde las escaleras.

—¡Voy! —devolvió del mismo modo.

Dejó su cama extendida, seguramente cuando volvieran de su viaje familiar, llegaría cansado, así que nada mejor que simplemente llegar y poder recostar la cabeza en su almohada.

Bajó rápidamente por las escaleras, llegando a toparse con la señora Kim al final de esta.

La señora le sonrió de manera maternal, acariciando la cabeza de su hijo de tan sólo diecisiete años.

—¿Ves esto, mamá? —sonrió, dejándole relucir sus brackets—. Este será el último día con ellos, ¿lo recuerdas, no?

Los dos comenzaron a caminar hasta la salida de su casa—. Por supuesto que sí, cariño.

Corrió al ver a su hermano mayor entrar del lado de la ventana—. ¡Yo pido la ventana!

Al igual que sus padres, los hermanos Kim solían ser la pacificación en persona, por lo que las peleas o simplemente discusiones eran casi inexistentes.

Por eso no hubo problema alguno en que Sunoo tomara la ventana ese día.

Su hermano mayor iba al medio y el chico menor, la otra ventana, y por supuesto, sus padres en los asientos de adelante.

Los tres muchachos tenían mucha ilusión sobre ese viaje, lo tenían planeado como felicitación al hermano mayor de Sunoo por haberse graduado de su instituto con honores.

Iba a ser un viaje familiar completamente inolvidable.

Sunoo tenía un magnífico dote para la música, por algo se encontraba cantando a todo pulmón mientras sus familiares le hacían coro.

Una vez que la canción terminó, el volumen bajó—. Al parecer no hay tanto tráfico —habló el señor Kim.

Básicamente estaban ellos y dos autos más en la carretera, y del lado contrario, completamente desierto.

A excepción de un camión que a lo lejos podía observarse.

Se acercaba rápido, muy rápido, y parecía querer desviarse de su carril.

Sunoo estaba tan centrado observando el paisaje, que ni siquiera se dió cuenta cuando el camión impactó el auto.

Las luces, el sonido, todo, fue tan rápido, que ni siquiera sintió algo.

—¡Sunoo! —la voz de Beomgyu lo hizo salir de esa horrible ensoñación.

Sin saber que realmente eso fue lo que pasó, y estaba soñando con la noche del accidente.

Estaba asustado, sudando, agitado y al tocarse su cara, pudo sentir como habían rastros de lágrimas en sus mejillas.

—¿Estás bien, Sunnie? —Beomgyu tocaba su temperatura y pecho, tomando precaución ante cualquier cosa.

—Estoy... estoy bien —respondió agitado tratando de recordar lo que acababa de pasar—. Sólo fue una pesadilla, Gyu, estoy bien.

Beomgyu, además de ser su compañero de cuarto, también ayudaba a Sunoo cuando los golpes sobre sus recuerdos le azotaban. 

Generalmente eran sueños los cuales Sunoo llamaba pesadillas, pues no sabían que realmente le habían sucedido.

Pero claro, Beomgyu sabía que su condición requería de paciencia, claramente todos querían que Sunoo recuperara sus recuerdos.

O bueno, aquellos recuerdos que no le generarían dolor; como el enterarse de la pérdida de su padre.

Aunque tampoco podía vivir engañado toda su vida, él sabía que no recordaba muchas cosas, y por obvias razones no sabía cuáles, pero ese proceso era completamente lento.

Y para eso sus amigos estaban ahí, para apoyarlo durante en todo lo que necesitara.

Beomgyu vió el reloj en su mesita de noche—. Son las dos de la madrugada, ¿quieres hablar de ello o...?

—No, vamos a dormir —dijo ya más calmado.

—¿Quieres que pongamos los colchones en el suelo? —Beomgyu acariciaba la espalda de Sunoo, dándole más tranquilidad.

Sunoo lo observó, de verdad que tenía al mejor compañero de cuarto—... Sí.

Cuando se bajó de la cama, con ayuda de Beomgyu bajaron su colchón, y luego el del pelirosa, dejando los dos juntos en el suelo.

Tomaron sus respectivas sábanas y trataron de dormir, espalda con espalda.

—Sunnie —le habló el mayor.

—¿Hm?

—¿Crees que Soobin también me quiera para un rato? —Sunoo se dió la vuelta, seguido de Beomgyu.

—No lo sé, hyung, no conozco mucho a Soobin hyung —dijo—. ¿Por qué?

—Llevamos casi tres días de conocernos, pero aún así siento que no es como el resto-

—Hyung, dijiste eso también de-

—Lo sé, shh, calla, eso nunca pasó —los dos rieron—. Pero con él es diferente, la verdad, siento que él si me quiere por lo que soy y no por lo que tengo.

—Hyung...

El abrazo que Sunoo le brindó, fue cálido, sabía todas y cada una de las historias de los chicos, en inclusive chicas que habían querido a Beomgyu sólo por lo que tenía.

—No creo que hyung sea así, Gyu —se separó, viéndolo a los ojos.

—Yo tampoco —ligeramente sonrió—. Soobin es especial.

Se quedaron despiertos un poco más, finalmente viendo que les dió cerca de las tres de la madrugada.

Sus charlas darían para más, pero considerando que en menos de tres horas debían estar despiertos y alistándose para las clases, debían dormir.

Y por supuesto, Sunoo debía mantener la cordura para ver a Riki, recordando que lo había invitado a salir.

꒰ Amnesia ✔៸៸  sᴜɴᴋɪ ᵃᵈᵃᵖᵗ •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora