Capitulo 2

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Un nuevo día llegó, por lo que kagome con lo poco que había podido dormir se levantó y comenzó alistar sus cosas, sería un viaje largo eso no lo dudaba. Quien diría que tendria que salir de viaje de nuevo, no juzgaba a kikio porque ella hubiera hecho lo mismo si la obligaban a casarse con alguien que no conocía.

" hija ten" hablo su madre dándole unas cuantas manzanas y peras.

Ella agradeció gustosamente y lo guardo con lo demás.

"kag...no quiero que vayas sola....hay muchos demonios afuera y temo por tu seguridad" dijo preocupada.

"no debes preocuparte madre....he entrenado por varios años y se usar mi poder, no me sucederá nada. Pero comprendo tu preocupación por mi" hablo dulcemente.

Los tres llevaron a kagome a la salida de la aldea y así poder despedirse, el patriarca quería ir con su hija pero temía ser un estorbo cuando haya un demonio.

"los quiero...traeré a kikio de vuelta" hablo determinadamente " los amo a todos...cuídense mucho" los abrazo y se fue.

Esa despedida a los tres miembros de la familia fue como si le hubieran dado una puñalada a su corazón....era como si fuera la última vez que la verían.

Kagome por su parte boto varias lagrimas, no quería que la vieran llorar.

( kagome basta!) se dijo así misma. Y continuo su camino no era hora de ponerse a llorar.

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se sentía cansada ya llevaba 2 semanas buscando a su hermana y ningún rastro...fue a varias aldeas a buscar información pero nada, era como si se la hubiera tragado la mismísima tierra o tal vez demonios.

A esos seres mucho se los encontraba, siempre con intenciones malas así que solo los purificaba....pero también se encontró con yokais que solo se dedicaban ha proteger a los suyos, por alguna razón no podía y ni quería hacerles daño...más aún les brindaba su ayuda.

Su maestra le dijo que a todo ser se purifica..pero ella no opinaba lo mismo, solo porque un demonio mate no signique que otros si.

Terminando de comer su 6ta manzana y viendo que no tenía mas, tenía que buscar alimento.

Ya descansada se levantó del suelo y decidió buscar un río, pescaria algo....lo cocinaria y de nuevo a su búsqueda. Cuando pudo visualizar un río a lo lejos ya sabía donde estaba y fue a paso lento.

Pero cuando llegó, se sorprendió al encontrar una fogata cocinando un cerdo. Bueno eso era lo que parecía, se acerco minuciosamente al lugar, pero una onda de poder la hizo quedarse paralizada y con su arco y flecha apuntó donde se sintió esa precensia.

"sal de ahi" demandó.

Como si hubiera escuchado su orden aquel ser, salió con tranquilidad pero con una espada ya listo para atacar si es que la miko tiraba el primer golpe.

Kagome al ver el ser que salió, era un joven que aparentaba de 16 años, pero este era peliblanco, tenía ojos dorados, una marca roja en cada costado de la mejilla, su piel era bronceada, sus orejas puntiagudas y media como 1.85 como maximo. No tenía que ser inteligente para saber que era un yokai de sangre pura un ser peligroso.

Pero lo que la sorprendió fue como una chica se escondió a su tras del demonio. Algo le decía que era kikio, pero no tenía que bajar la guardia, un golpe de esa espada la podría dejar muy herida, por lo que se arriesgo.

"¿kikio, eres tú ??" pregunto

La chica se sobresalto, ¿cómo era posible que esa mujer supiera su nombre?, salió un poco de su escondite y pudo ver que se parecía mucho a esa sacerdotisa, pero al ver sus ojos eran azules y su cabello azabache...pero se negó no podía ser posible que su hermana haya aparecido tanto tiempo.

Contra Todos (Finalizada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora