Sesshomaru sólo se levantó y desenvaino su katana, dejó a su tras a su cachorro protegiéndolos, sabía que ellos ya no tenían tanto poder, su poder espiritual estaba agotado. Por lo que el solo acabaría y daría fin a esa miko.
La miko solo miraba a todos los presentes con superioridad, ella no desaprovecharía esa oportunidad de acabar con toda la peste demoníaca. Con una flecha en la mano apuntó al albino, y lo miró con seriedad, recordó a su pequeña y estúpida estudiante, la cual cayó en las garras de ese yokai, el había arruinado sus planes que tenía con kagome, pero al final ella fue vencedora pudo absorber su poder espiritual…pero eso no era suficiente, lo que ella quería era algo mucho más grande que poseía en su interior. Por eso cuando la vio de niña, sabía perfectamente que ese poder debía ser suyo. Pero al enterarse de su supuesta muerte se enfado, sus planes se habían arruinado o eso creyó cuando años después la vio nuevamente.
Flashback
“midoriko-sama” dijo kagome acercándose al templo, tomando a la mayor con sorpresa.
“kagome, mi niña creí que estabas muerta” respondió acercándose.
“eh…bueno es …difícil de decirlo” dijo nerviosa y apenada “pero vine aquí, necesito de su ayuda”.
Midoriko solo la miro extrañada, después de tantos años y podía ver en ella algo muy extraño, pero también podía sentir dentro del bosque que alguien la miraba, por lo que sin previo aviso sacó una flecha y tiro.
“entremos al templo” dijo a la vez que tomaba a kagome por el brazo jalándola, sabía que algo se acercaba y ella no podía perder nuevamente a su fuente de poder.
Pero antes de entrar al templo kagome se soltó del agarre de su antigua sensei.
“no pienso entrar” respondió seriamente.
La azabache sabía de quién se trataba la presencia y era de menos la reacción de midoriko-sama, después de todo su esposo se había negado en dejarla sola, por lo que terminó aceptando que el la podría acompañar siempre y cuando sea bien alejado de ellas. Por lo que entrar al templo no era una opción, además ese lugar le traía malos recuerdos.
Sin embargo, la mayor solo frunció el ceño.
“midoriko-sama, vengo a pedir su ayuda para poder lograr una alianza que podría acabar por fin la enemistad de los demonios y los humanos” soltó al fin.
“¡pero que estupidez estas diciendo!” dijo horrorizada.
Kagome ya esperaba esa respuesta, pero igual lo intentaría, debía convencer a su sensei que era la mejor solución, desde hace muchos años los demonios y los humanos se odian, eso podría cambiar, sonaba una locura, pero ella sabía que se podría después de todos no eran el todo diferente, además sus dos pequeños podrían vivir en paz y no serían perseguidos por ambas especies sólo por ser diferentes.
“se que es demasiado lo que le estoy pidiendo, pero quiero acabar con esta lucha que solo trae desgracias a todos”. Respondió tranquila. “yo se que los yokais nos podrían brindar su ayuda….pero con usted y sus influenzas de las demás sacerdotisa podríamos acabar con una guerra innecesaria…”
“no seas ridícula, nosotras no estamos para unirnos con los demonios, nuestra labor es purificarlos” respondió enojada.
No podía creer lo que escuchaba, su alumna se volvió loca, pero había determinación en todo lo que decía, sabía que algo anda mal con ella desde que la vio, el viento soplo fuerte ocultando lo que ocultaba el cabello de la menor y fue ahí donde su mirada se postró en la parte izquierda de su cuello, noto una marca y cayó en cuenta que kagome ya no era pura y lo peor ella se había apareado con un demonio, esas criaturas tan ruines. Y por si no fuera poco ella tenía emociones hacia ese ser, todo su plan se había arruinado.
“como pudiste” dijo mirándola con ira a la vez que lanzaba una flecha hacia ella. “eres una traidora”
Pero la fecha nunca llegó a su destinada, ya que fue derretida por un par de garras venenosas.
“sesshomaru” murmuró kagome al ver a su esposo que la había salvado.
Se había descuidado y lo sabia, esa flecha por poco casi la mata, pero creyó que solo fue por lo de su emparejamiento, por alguna razón la entendía, las mikos y yokais son enemigos por naturaleza.
“¡tu maldito demonio, te atreviste a seducirla!” grito enfadada “arruinaste mis planes” dijo sin pensar.
“¿planes?” preguntó confundida “a qué se refiere midoriko-sama”
Ella solo seguía mirando con ira al peli-blanco, si no fuera por el hubiera abierto el sello de kagome y todo el poder de ese sello sería de ella. Ya lo había hecho varias veces con personas que tomaba como *discípulos* y los entrenaba para que al final absorberá su poder y sus almas, después de todo esa era su fuente de poder, para volverse en la sacerdotisa más poderosa de todos.
Cuando fue una estudiante, su sensei tenía varias discípulas las cuales sus poderes eran cada vez más fuertes, sin embargo, ella no avanzaba al mismo ritmo que los demás por lo que su envidia fue más grande y busco en pergaminos prohibidos y vio un conjuro de robar poderes, lo guardo bien en sus ropajes. Por lo que no espero mucho tiempo en probarlo, con una daga apuñalaba y absorbía el poder de cada una, pero más fue su sed de poder que es misma noche mató a su sensei y se llevó consigo su poder.
Se sentía poderosa, pero no lo suficiente. Al salir del templo decidió incendiarlo para no dejar evidencia, así ella quedando como única sobreviviente. Con los años pudo descubrir que los poderes que absorbía se volvían negros y eso la delataría. volvió a leer nuevamente el pergamino y pudo encontrar una forma en la cual los poderes no se mancharían si esa persona no tiene emociones por lo que el alma como los poderes serían limpios y sin ninguna maldad. Fue así como decidió tomar discípulos, hasta que conoció a kagome y vio en ella un gran poder que debía ser suyo, con el tiempo le enseñó hasta pudo ver oscuridad en sus ojos, ya la tenía lista, solo aguardaría un poco y sería luna llena, pero varios monjes ancianos habían arruinado sus planes en busca de sus servicios ese día y así fue durante ese tiempo en el cual se vio ocupada, hasta que kagome cumplió sus 20 años y decidió dejarla ir con su familia ya que varias sacerdotisas la visitarían y que vean a kagome en ese estado sería lo peor que le podría pasar.
“tus poderes debían haber sido míos” respondió.
lanzó otra flecha la cual sesshomaru estaba listo para detenerla como la anterior, pero está se desapareció de su vista y noto que le había caído en su brazo.
No pudo evitar gruñir por dolor, la azabache se alarmó al ver que sesshomaru sería purificado por lo que con su poder comenzó a contrarrestar la flecha, pero al ver la distracción midoriko lanzó otra flecha que iba para kagome, pero esto al ver el oji-ambar la cubrió con su cuerpo protegiéndola.
Kagome estaba paralizada, de sus ojos comenzaba a brotar varias lagrimas, no podía permitir que sesshomaru muriera. Debía enfrentar a midoriko, con su poder creo una cadena inmovilizada a sesshomaru a la vez que estas los curaban.
Pero con lo que no había contado kagome era que midoriko en su segundo lanzamiento había lanzado dos flechas, la primera era un señuelo para que la segunda la tomará desprevenida. Kagome supo lo que haría la miko por lo que la esquivo con dificultad, aunque está de hizo una pequeña herida por la rozadura.
La miko mayor sonrió, con eso bastaba para inmovilizarla y crear un campo de fuerza el cual serviría para que el nadie interrumpiera.
Sesshomaru al sentir como las cadenas desaparecían golpeaba con fuerza el maldito campo que había creado esa humana, con sus ojos llenos de rojo carmesí se transformó en yako y golpeaba, pero no pasaba nada.
Dentro del campo midoriko se acercó con su daga y apuñaló a kagome en su estómago. Y pudo escuchar el gruñido de la bestia.
“descuida, esto pasará rápido, al menos no verás como purifico a tu demonio” hablo con asco al final. Y comenzaba a absorber el poder poco a poco.
La oji-azul al ver todo a su alrededor y sintiéndose débil, solo tenía una opción y rogaba a kami que le perdonará por lo que haría, con rito prohibido que había leído.
“Karada wa yakunitatanai, watashi wa anata ni chi e no kawaki o yashinau tame ni watashi no tamashī o ataeru” murmuró con su voz débil, haciendo que midoriko retroceder “Hikiwatasu” dijo al final para que solo cerrará los ojos y una lagrima pensara en sus dos hijos.
Una luz se instaló, haciendo alarmar a sesshomaru que volvió a su forma humanoide sólo para ver como de ese campo salía dos luces blancas, y al volver su vista vio el cuerpo de su mujer tirado en el suelo, pero antes que pudiera llegar una perla lo había absorbido y vio a la miko estaba más que furioso.
Con sus garras la atacó sin piedad, pero está había logrado huir. Cuando volvió por la perla, vio lo peor que le podría pasar su padre yacía teniendo en su mano la perla, luchar no era una opción por lo que solo se dejó atrapar.
Mientras tanto midoriko escondida sólo veía con diversión y tenía una nueva misión de buscar las almas.
Fin del flashback
Tanto midoriko, como sesshomaru recordaron ese día.
midoriko lanzó su ataque el cual fue detenido por sesshomaru, ella podía ver el gran poder y más aún había varios soldados alrededor que estarían dispuestos. Pero está vez uso una flecha la cual se abrió en 20 flechas más de puro reiki por lo que los soldados que estaban presentes solos con sus espadas listos para recibir el ataque al igual que el, pero no contó que tsuki, agarró el arco y lanzó una flecha contrarresta nodo las demás flechas con su poder.
Y fue así como todos los presentes que portaban el poder del reiki notaron por primera vez en un ser que poseía reiki como youki.
Midoriko no se había sorprendido, ya sabía sobre la existencia de esos dos hanyos, ella había estado desde que empezó la guerra entre los demonios y vio el poder, el cual quería con más ganas.
Con su pequeña artimaña de antes lanzó su ataque, el cual tsuki desenvaino su katana, esta vez lo enfrentaría, pero no contó que esta había desaparecido a medio camino.
Esto alarmó a sesshomaru, conocía ese ataque, por lo que solo se balazo sobre su pequeña y espero solo el impacto, no permitiría que volviera a pasar.
Sin embargo, cuando la flecha volvió aparecer otra flecha con reiki blanco lo hizo esquivar.
“no puede ser” dijo midoriko, al ver la persona que había lanzado la flecha.
Masaru que tenía los ojos cerrados y estaba caso omiso a todo a su alrededor, no pudo evitar abrirlos al sentir un aroma conocido para el, pudo ver por fin a su madre.
“no te permitiré que vuelvas a dañar a mi familia” dijo kagome con seriedad, a la vez que imponía todo su reiki a los alrededores. Dejando a más de uno paralizado.
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Contra Todos (Finalizada)
Fanfictionkagome una miko que fue alejada de sus padres a los 12 años para tomar un entrenamiento, ya que sería la sucesora de midoriko. Ya al pasar del tiempo vuelve a su casa pero más fue su sorpresa...cuando se entera que su hermana se había escapado. Comi...