Capitulo 23

172 26 2
                                    


Kagome no sabía que decir o que hacer, podía ver al príncipe despiadado postrado en el árbol con muchas heridas y mucha sangre brotando de ellas. Sabía que el aquella vez quería acabar con su vida, por lo que debía irse y dejarlo, sin embargo no podía, sentía la necesidad de brindar su ayuda.

Así que ella bajó la mirada atenta de sesshomaru se acercó decidida, el albino sólo frunció el ceño, ¿acaso esa miko acabaría con su vida? Patético.... Pero aún así no dijo nada al respecto. Solo miraba atentamente lo que haría.

"no quiero hacerte daño" dijo al estar parada frente al yokai. "solo quiero ayudarte" dijo con clara preocupación al ver más de cerca sus heridas.

El por su parte solo la miró con su mirada de seriedad, el no necesitaba ayuda de nadie. Aquella miko lo estaba subestimando.

"vete" respondió cerrando sus ojos.

Kagome solo frunció el ceño ante la negativa, no podía creer que ese yokai fuera tan orgulloso. Al mirar el cielo nuevamente vio como ya estaba oscureciendo, sabia que tenía que irse y buscar un refugio para esa noche, pero sabía que si se iba estaría con él remordimiento de que si le pasaba algo al yokai frente suyo no estaría tranquila por mucho tiempo.

Sin siquiera pensarlo más se agachó a la altura del -príncipe despiadado- y antes de que ella lo tocará una mano la sujeto del brazo.

"no necesito la ayuda de un humano" dijo sesshomaru con más seriedad que antes.

Ella aún así lo desafío con un conjuro de cadenas que estaba practicando lo sujeto al yokai y comenzó a curar sus heridas.

"dices que no necesitas la ayuda de un humano y no puedes librarte de esas cadenas que no poseen tanto reiki" respondió curando una herida profunda que no paraba de sangrar.

Odiaba admitirlo pero la miko tenía razón, había gastado demasiado de sus energías peleando con bazzara, aquel demonio que sólo quería venganza por la humillación que le había hecho su progenitor al quitarle su territorio.

Pero aún así se sentía humillado al ser ayudado por aquella miko que sólo era una humana, una raza inferior. Por lo que comenzó a forsejar su brazo para acabar con su vida de una buena vez, pero no podía hacer nada, esas cadenas estaban llenas de reiki y lo quemaba al seguir tirando de ellas, su enojo se estaba incrementando dejando que su bestia interna lo ayudara.

Kagome al sentir la misma energía pero un poco más fuerte volteo y lo miró fijamente, aquellos ojos dorados, ahora se mostraban rojos carmesí, pero aún así ni se inmuto, conocía poco sobre yokais y sabía que eso sólo sería para intimidarla.

"estas muy equivocado si crees que tu bestia interna me dará miedo" espetó un poco divertida.

El volvió a su estado normal y la miraba esta vez con cierto interés, ¿cómo era posible que aquella humana no hubiera huido ante su bestia?, muchas veces con eso bastaba para que todos huyeran de él, ya sean humanos o demonios, pero en cambio a esta humana siguió curándolo sin inmutarse y hasta sonrió.

Y sin más impedimentos la oji-azul continuó curándolo, hasta que vio que ya no tenía ninguna herida se levantó y sonrió satisfecha, con sus manos libero las cadenas que tenían aprisionado a aquel demonio. Ella sabía que no recibiría ningún gracias por parte de él, por lo que solo agarró sus cosas y le dejó una planta milenaria, recordando que estas podrían ayudarlo a recuperar energías.

"espero que con esto recuperes todas tus energías" dijo retirándose por el otro lado del bosque.

Sesshomaru sólo miró de soslayo la planta milenaria y miró nuevamente a la miko que se iba por ese lado del bosque.

Contra Todos (Finalizada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora