¡Cuida de mí, unnie! ♡Jensoo G!P♡ [Omegaverse]

Capítulo 19

Narra Jennie:

Bajó sus pantalones y al igual que Jisoo unnie tenía esa cosa de alfas.

-¡Tu cosa de alfas no es ni la mitad de la de Jichu unnie!- me burlé de él.

-¡¿Acaso has visto el de Jisoo?!- preguntó enojado.

-Se ve su cosa cada vez que está feliz conmigo- fruncí el ceño.

-A eso se le llama estar excitada y el mío es mucho grande y más largo que el de Jisoo, no sabes nada eres demasiado inocente- me dió una patada.

Estaba solo en ropa interior al igual que él pero se acercó a mi empezando a desabrochar mi brasier, mientras trataba de besarme pero yo alejaba mi rostro.

Una patada tiró la puerta abajo y se escuchó un tiro.

-¡Mierda!- el hombre cayó al piso haciendo presión en su herida.

-¡Jendeukie!- corrió hacia mí pisando al chico.

Se sacó el abrigo y lo puso sobre mis hombros.

-Quien se atreva a mirar a mi omega lo haré pedazos- amenazó levantándome en sus brazos.

-¡Unnie!- la abracé llorando.

-Shhh, está todo bien, chiquita, llegó Chichyu para salvarte- me dió un beso para tranquilizarme.

Todos los "blinks", creo que se llamaban, bajaron la cabeza, mientras dos de ellos se encargaban del abusador.

-Lo quiero en The Sala, iré en una hora, quiero mi helicóptero, hagan que Lisa me lo traiga- dijo demandante.

-Me duele mucho, unnie, ese malo me pegó- me escondí en su pecho.

-¡¿Qué te hizo qué?!- podía ver furia en los ojos de Chichu.

-Me encargaré de él luego, eres mi prioridad Jendeukie- besó mi frente y siguió caminando conmigo en sus brazos.

-¡Llegué!- gritó Lisa por un megáfono bajando el helicóptero frente a nosotras.

-Wow..- hice una expresión de asombro.

-Vamos adentro, Nini, estaremos pronto en casa- se sentó dentro y me sentó sobre sus piernas.

-Gracias unnie- la volví a abrazar.

-No fue nada, haría lo que sea por ti- correspondió mi abrazo.

-Golosas, no coman frente a los pobres, antojan, mi novia me está esperando en casa- bufó.

Narra Jisoo:

Ver a Nini con sus ojos cristalizados me partía el corazón.

Definitivamente iba a torturar de las peores maneras a Kim Jong-in. Tendría a Lisa como mi espectadora y ayudante, como siempre.

-Te ayudaré a bañarte- dije apenas llegamos a casa.

-Está bien- sonrió ruborizada.

-Me siento sucia, unnie- hizo un puchero.

-Nunca estás sucia, solo hay que bañarse y sacarse las malas energías- le transmití tranquilidad.

Se desnudó frente a mí dejándome hasta con fiebre de 40 o incluso 50 grados. Entró a la bañera y se relajó.

-Estás roja, unnie- dió una risita.

-No es nada- salí de mis pensamientos dándome palmadas en las mejillas.

Agarré el shampoo y puse un poco en su cabello. Masajeé su cabecita mientras ella sonreía.

-Te quiero mucho, alfa- dijo en voz baja.