¡Cuida de mí, unnie! ♡Jensoo G!P♡ [Omegaverse]

Capítulo 21

Narra Jisoo:

-Eso, hermosa- elogié. Nini sonrió con esa mirada profesional, posando como si hubiese nacido para esto.

Había perdido la cuenta de cuantas fotos había sacado pero... realmente se veía hermosa en cada una de ellas. Claro, es Jennie Kim.

-Ya, tómate un descanzo, Jendeukie- dejé la cámara y caminé hacia ella.

-¿Estuve bien?- preguntó tierna.

-Estuviste perfecta... más que eso en realidad- sonreí embobada haciendo que ella ría tiernamente.

-Me gusta esta marca, Chu, es muy linda, eres muy buena diseñadora- mi corazón latió 4 veces más rápido de la emoción por un instante.

-Es tu marca, de ahora en más, puedes posar con ella, usar sus bolsos, todo lo que quieras, la marca está hecha para tí- le respondí y se sorprendió.

-No, Jichyu, no hace falta que hagas eso- trató de pararme.

-Los regalos no se devuelven- dije poniendo mi dedo índice sobre sus labios.

-Gracias, unnie- me abrazó y me dió un beso tierno.

-No es nada, ¿Quieres trabajar conmigo?- le pregunté.

-¡Sí!- abrió sus brazos feliz para volver a abrazarme.

Se sentó a mi lado y me dió consejos de cómo mejorar algunos diseños. Era la primera vez que veía a Jennie tan entusiasmada y seria a la vez en un trabajo.

-¡ANNYEONG!- Lisa se asomó por mi puerta de la nada exaltando a Jendeukie. Le dí una mirada asesina como respuesta y cerró la puerta lentamente.

-¿Qué haces aquí, Jen?- curioseó Lisa con un bolso en su mano.

-¿No me habrás traido un muerto despedazado verdad?- dije mirando la bolsa mientras tapaba los oídos de Jendeukie.

-¡No! Es Lego- dió vuelta el bolso mostrando al gatito.

-¡Gatito!- Nini se levantó para verlo de cerca.

-Me está ayudando con mi trabajo, es muy buena en la moda- dije mirando a Nini mientras Lisa miraba como su gatito era arrebatado por Jendeukie.

-Lego nunca acepta mis besos- hizo un puchero al ver a su pequeño encantado con mi omega.

-El encanto de Jennie Kim- reí.

-Ya estoy celosa- confesé al ver cómo el gatito ganaba besos y elogios de Nini.

-Alto, tigre- puso una mano en mi hombro.

Comenzamos a hablar y me contó que los padres de Jennie ya habían vuelto a trabajar en su empresa, de la que me había hecho cargo estos años. Las personas, al menos la mayoría, celebraron por la familia. Había mucha competencia la verdad, por más que la familia se había dado como fallecida, yo no había dejado que ese negocio cayera, quería hacer algo por mi novia y su familia, por esto, el negocio seguía intacto, no había bajado de los puestos más altos de Corea.

-Tía Kim me pidió que te agradezca por ellos, están muy agradecidos con lo que hiciste y por haber cuidado de Jennie- explicó.

-No es nada, realmente amo a Jennie, haría cualquier cosa por ella- suspiré. Lisa me miró con ojos pícaros.

-Y... ¿Ya le diste como cajón que no cierra?- levantó una ceja pervertida.

La miré seria y enojada.

-Tiene 16 y no la quiero apurar pero... joder, es hermosa- cerré fuertemente los ojos capturando imágenes de Jennie en mi cabeza.

-La verdad que si- opinó.

-Le diré a Chaengie lo que acabas de decir, a ver si te sigues riendo como ahora- amenacé.

-¡No, unnie!- se quejó.

-Entonces cierra la boca- rodé los ojos.

-Jaja, unnie está celosa- rió Jendeukie tiernamente.

-¡Es culpa de Lisa!- fruncí el ceño.

-Ahora quiero besitos- hice un puchero buscando atención de Jendeukie.

-¿Quién diría que Kim Jisoo, la alfa más temida, sería un bebé cuando se trata de Jennie Kim?- bromeó Lisa.

-Ya verás cuando haga que Rosé te deje en abstinencia por lo que dijiste hace unos minutos- besé a Nini.

-Mejor me voy- agarró a Lego y se fue.

Seguí besándome con Jennie está que soltó un jadeo que hizo que Chikensio se levantara.

-Estás dura, unnie- rozó mi miembro sobre la tela.

-¡¿Dónde aprendiste eso?!- Dios, me estaba matando, movía sus caderas lentamente.

-En la película- sonrió orgullosa.

Me besó apasionadamente y mordí su labio inferior para meter mi lengua y jugar con la de ella. Soltó un pequeño gemido ahogado y nos separamos.

Nuestras mejillas estaban encendidas, juré que podía venirme sin haber tenido acción.

-Vamos a casa- propuse llenándome de pensamientos impuros.