ᴛʀᴇᴄᴇ

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Narra _________

Me encontraba caminando por los pasillos para llegar a mí salón, con una gran dificultad para hacerlo porque dolía como la puta madre mis caderas y piernas.

- Maldito Akemi, hijo de perra - me apoyé en una pared.

- ¿Qué yo qué? - voltee hacía atrás con miedo y vi a este imbécil que me rompió todo, en su momento se sintió bien pero ahora duele horrible.

- Akemi... Me duele el culo, el pito, las piernas, mis pezones, mí cuello, mis labios, las nalgas, mis entrañas y la cabeza - chillé que mirándolo.

- Y lo disfrutaste aún asi, no te quejes - dijo el rubio y me apoyó en él, tomó mí mochila para dirigirnos a mí salón.

Al estar pocos pasos para mí salón voltee a ver a Akemi.

- Ake... Estoy muy malditamente caliente - me mordí el labio y lo miré de arriba a abajo.

- No digas estupideces, mierda, eres tan pesado - Akemi me dió el avión y lo voltee a ver.

- ¿Aunque sea me puedes besar? - me acerqué a él, quién puso los ojos en blanco para después besarnos.

- Vaya vaya, veamos a quienes tenemos aquí, al rubio sádico y al violador calenturiento - con ese tonito, supe que era el hijo de perra de Tamura.

- Bueno, nos vemos al rato - me despedí y pasé al salón, me fui a sentar a mí silla con dificultad y cuando lo logré se me acercó el chico que me vió aventarme de la ventana, se fue al lado mío para questionarme.

- Te ves hiper mega jodido amigo, ¿Qué te pasó? -

- Mucho sexo me hace mal, y más si es BDSM - hablé en voz baja para que nadie me escuchará, ya que ahora no estaba tan a la defensiva.

- Ya veo... ¿Quieres que te dé mis apuntes? - traía libretas en sus manos y las colocó en mi mesa.

- Joder si, muchas gracias, te has ganado... - pensé un rato - mamadas gratis por una semana, osea 7, hasta te voy a hacer el cupón - saqué una libreta, le arranqué una hoja.

- No hace falta, en serio - el chico se veía confundido.

-Te hará falta, además, doy las mejores mamadas del mundo - sonreí orgulloso y terminé de hacerle el cupón y se lo di - guardelo bien - le guiñé el ojo y volví a copiar lo que me habían dado hace segundos.

- _______ te ves como si te hubieran pasado 15 trenes, 8 carros y 1 burro encima - dijo un chico y nos volteamos a ver mutuamente - Si te paso también apuntes ¿Puedes darme mamadas gratis? -

- Primera, yo doy todo gratis porque es parte de las actividades del club; y segundo, formate en la fila, hay personas que ya agendaron cita en sus cuartos o donde sea - me recargué en mí banca y le di una sonrisa arrogante - Igual, hoy voy a cancelar todas las citas porque me duele muchísimo el culito - saqué mí teléfono y empecé a escribirle a los vatos que al final no podría darles mis servicios.

Sonó la cosa de inicio de clases y el profesor de ética/filosofía entró para empezar a dar sus clases. Pasaron dos horas (del horario) y ahora por fin podía ir al baño, me estaba meando y salí para allá, caminé por los pasillos hasta llegar, mié y me limpié con papel; me abroché bien el pantalón.

Me metieron en una bolsa negra (de nuevo) y sólo me la intenté quitar pero me sostuvieron del cuello y me hicieron inclinarme y me amarraron las manos.

- UGH ¿QUÉ MALDITA NECESIDAD HAY DE QUE HAGAN ESTO? - me cargaron y empecé a patalear y pude sentir que le pegué a alguien - JAJA POR IMBÉCIL - tan rápido como lo dije me quitaron mis zapatos y mí pantalón.

𖠲𖡺¡Maldito calenturiento!𖠲𖣯𖤐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora