𝗥𝗲𝗯𝘂𝗶𝗹𝗱 | 𝗝𝗮𝗸𝗲𝗛𝗼𝗼𝗻

🥛°.≀ O6 ᐝ•

Jake pensaba en lo que su hijo había dicho horas antes y en los recuerdos junto a su esposo que se revivían uno por uno en su mente, llenándolo de nostalgia. Con la vista clavada en el cielo raso de su habitación, soltando suspiros a cada momento, las horas avanzaban y él no había logrado conciliar sueño, aunque fuera solo unos minutos.

Con pesar se levantó a la cocina para tomar un vaso de agua, y mientras iba de vuelta a su recamará, pudo observar el portarretrato que se encontraba a lado de su cómoda relucir entre la total oscuridad, siendo alumbrada por el manto de la luna.

La tomó entre sus manos y pudo ver la foto, aquella que mostraba a dos jóvenes felices en su primer viaje como pareja juntos.

Era su segundo aniversario como novios, Jake podía recordar ese momento a cada detalle como todos los momentos que vivieron ambos. A lado de esa fotografía se encontraba otra donde el cuarto mes de embarazo de Sunoo se hacía relucir entre sus ropas pasteles.

─ No sabes cuánto te extraño... ─ dijo en un murmullo mientras seguía observando aquella fotografía. Pasando las yemas de sus dedos por esta, admirando la fotografía de un tierno Sunoo con las comisuras de los ojos arrugándose en una sonrisa.

Siendo la misma expresión que hace Niki cada vez que sonríe.

Nunca quitó alguna foto de Sunoo por su hogar, de hecho, si entrabas a su casa podías observar miles de retratos por los pasillos, ya sean: de Jake y Sunoo, de Niki, con Jungwon y Heeseung, o de sus padres.

Incluso su foto de bodas que es el marco más grande lo tiene en su oficina, porque Jake no lo veía mal, no veía mal aquel hecho de que mirar las fotos de su esposo fuera una tortura más para su débil corazón como la gente creía.

Al contrario, él lo veía como un momento donde podía admirar la grande belleza de su amado. Y para poder tener un momento de soledad.

Para él nadie se igualaría a ese omega generoso, trabajador, alegre y amoroso como lo era Sunoo. Aquel omega que robo su corazón y que cree que nadie más podrá obtenerlo, porque la única persona que amaba con una fuerza inexplicable y era el único propietario.

Siempre fue su hermoso chico con dulce olor a algodón de azúcar y cabellos blancos. 

Dejó el marco en su lugar otra vez para acostarse, esta vez con una ligera sonrisa pintada en su rostro.

No miente cuando dice que Sunoo y Niki son su mayor tesoro y su mayor felicidad.

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Sunoo estaba sentado en la cómoda cama de su habitación, tarareaba una canción muy feliz mientras acomodaba la nueva ropita que habían comprado Jake y él para su pequeño Niki. Era demasiado obvia su emoción de que ya no podía esperar más tiempo para tenerlo entre sus brazos y 'poder darle todo el cariño que se merece.

Con una mano acarició su estómago abultadito, cada vez faltaba menos para que su cachorrito naciera, y él no podía estar más emocionado por eso. Jake se encontraba acostado a su lado, abrazándolo con un brazo por su cadera mientras se estaba quedando dormido al ser arrullado por el aroma y melodiosa voz de su omega.

Sunoo volteó a mirarle con una sonrisa, ese día había sido muy agotador para su pobre alfa.

El trabajo, más las pocas horas de sueño debido a los antojos de su pareja por la madrugada lo tenían cansado.

Sunoo con delicadeza y sin hacer el más mínimo ruido para no despertarlo, empezó a guardar las cosas de su bebé en el gran ropero de su habitación, ya todo estaba acomodado, listo para la tan ansiada espera del niño. Amigos y familiares lo esperaban.

Cuando termino volvió a la cama para acurrucarse junto a su esposo.

Quien lo recibió entre sus brazos inmediatamente cuando lo sintió cerca, y no pudo evitar suspirar complacido cuando sintió ese dulce olor a algodón de azúcar combinado con su aroma.

Sunoo acariciaba su cabello haciéndole ronronear, sabía lo mucho que gustaba de ser mimado como un cachorrito por sus cálidas manos y él amaba darle todos los mimos que quiera, pues su alfa era alguien muy cariñoso y empalagoso que siempre, y cada que podía andaba pidiendo afecto por parte del omega las veinticuatro horas de siete, incluso algunas veces llegaba ponerse celoso por no ser el centro de atención de Sunoo, quien se concentraba en hablar con su lindo bebé cada que podía.

Literal, Sunoo vivía con dos bebés en la casa, sin embargo, la realidad era que no le molestaba en absoluto. 

Jake abrió un poco los ojos y pudo mirarle de cerca, de alguna forma sus facciones se miraban más relucientes estando en cinta, lo hacía ver más hermoso ante los ojos de Jake, esa pancita abultada lo hacía ver más tierno, y era como un extremo consumo de azúcar para su sistema el tenerlo cerca, éste lo apego más a su cuerpo y se sacio de esa exquisita fragancia que su pareja emanaba de su cuerpo.

Sunoo rio cuando la nariz de Jake rozo con su cuello, causándole cosquillas.  Intento apartarle, pero era imposible cuando Jake lo tenía apresado entre sus brazos de la cadera.

─ Me gusta sentir nuestro olor combinado con el del bebé... ─ suspiró complacido, sintiendo el olor de algodón, naranja y leche fusionarse en uno solo. ─ Es magnífico. ─ comentó con voz grave sin apartarse de Sunoo. 

El peli blanco soltaba suspiros cuando Jake depositaba pequeños besitos por su piel, cerrando los ojos se dejó hacer completamente por las caricias de su alfa. Y luego de una tarde de puros besos y caricias, Sunoo decidió comentarle lo que estaba planificando durante todos esos meses.

─ Quiero que la vida de Niki sea mejor y diferente...No me gustaría que viviera con una crianza a como fue la nuestra. ─ dijo con sus manos posadas en su estómago, dando leves caricias allí. Jake lo escuchaba atentamente mientras posaba sus manos sobre las de su esposo. 

─ Me gustaría que descubra nuevas cosas, que haga lo que le guste. Y que sea visto como una persona, no como el futuro heredero de las empresas Shim y Kim. ─ dijo lo último con disgusto.

Ambos preferían darle una vida tranquila a su hijo, por lo que Jake dijo estar de acuerdo en la búsqueda de un nuevo hogar, darle una vida diferente a su bebé, fuera de la prensa y la sociedad a la que ellos estaban acostumbrados.

Era cierto que ocultaron su embarazo del omega desde el principio, a pesar de que sus padres no estuvieron de acuerdo, mucho no pudieron hacer.

Ellos preferían que esa fuera una decisión de su hijo, continuar con la herencia familiar o ejercer otra carrera. Pues ellos no lo forzarían a nada. 

─ Jungkook hyung me ayudo a buscar varias opciones, pero estoy indeciso entre estas dos. ─ le mostro las dos casas desde su celular, una era de dos pisos, en cambio la otra era de solo una planta, pero ambas siendo bastante espaciosas, y buenas candidatas perfectas como para vivir solo ellos tres, como una bonita familia.  

─ Bueno, podemos ir a explorarlas mañana.

─ ¿Mañana? ─ el alfa asintió y al omega parecieron brillarle los ojitos.

Con emoción se acercó al rostro del castaño para depositar besos por todo su rostro con amor.

Sunoo amaba tanto a su alfa.

🥛♡
Volví! Con otro pedacito más sobre la historia del Jakenoo sisisi :D