𝗥𝗲𝗯𝘂𝗶𝗹𝗱 | 𝗝𝗮𝗸𝗲𝗛𝗼𝗼𝗻

🥛°.≀ O9 ᐝ•

Riki estaba en el jardín de la escuela junto a su amigo Taki, hablando maravillado sobre lo increíble que era furia nocturna y sus amigos en la película, Taki lo escuchaba con atención a pesar de que ya había visto la película, con sus manitas impulsaba el columpio donde Niki estaba sentado, quien soltaba risas cada vez que el columpio iba más alto. Eran dos cachorritos pasando juntos su tiempo de receso entre los juegos, hablando hasta de lo lindo que era el gran árbol del patio por la primavera y el silbido armónico de los pajaritos sobre sus ramas.

Estaba muy contento desde que por fin pudo hacer un amiguito en su escuela. Taki era el niño más lindo que había visto, amaba sus ojitos vivaces cambiar a color rosa siempre que se encontraba emocionado; su piel era tan suavecita que Niki amaba acunar su rostro con ambas manitas.

Tan rápido se volvieron muy unidos, Taki fue tan atento que supo ganar su afecto, nunca hizo preguntas por su forma de actuar o hablar que lo hacían ver 'diferente', como los otros niños pensaban de él ya que, con el tiempo comenzaron a excluirlo, no le tomó importancia, con el señor Oso a su lado estaba bien, hasta que un grupito de niños comenzó a incomodarlo.

Se puede creer que un niño a esa edad es muy inocente y es verdad, hasta que los pequeños reflejan en actos todo lo que ven o escuchan en sus casas que no saben diferenciar entre lo que está bien o está mal para otros.

─Taki ven. ─ Dijo el pequeño tomando a Taki por la muñeca.

Riki frunció sus cejitas al observar cómo su amigo era agarrado por Harua, quien intentaba llevárselo a pesar de que Taki pusiera resistencia, el pequeño Shim puso los pies en el suelo y se acercó para alejar a Harua de Taki.

─No quiere ir contigo.

─Taki es mi amigo no tuyo.

Harua ignoró a Niki e intentó jalarlo de nuevo, pero Taki tomó la mano de Niki.

─Kinnie es lindo, puede jugar con nosotros. ─ Dijo mirándolo con sus ojitos iluminados.

Harua negó con la cabeza.

─No nos gusta jugar con Niki.

No era la primera vez que decían algo como eso, cada vez que invitaba a jugar a un compañerito, hacían actividades en grupo o requería de algo, la exclusión de los pequeños hacia él era muy evidente, por lo cual no comprendía la razón.

─ ¿Por qué no puedo ser su amigo?

─Porque no ─contestó con desdén el niño ─, eres como bebé que quiere que te hagan caso.

─ ¡A que no! ─ contestó el pequeño enseñando los dientes.

─ ¡Que sí!

La mirada de ambos niños era dirigida con fastidio hacia el otro, haciendo sentir incómodo a Taki. Harua volvió a jalar con brusquedad del brazo de Taki, pero Niki lo apartaba de nuevo preocupado porque le hiciera daño.

Taki no estaba siendo tomado en cuenta en realidad, ambos estaban más ocupados por decidir quién merecía quedarse con él, después por quién era el mejor y después por el favorito de su maestro, a pesar de la situación Niki parecía mantener la situación sin alterarse, aferrándose a Taki para que no se lo llevaran y defendiéndose de todo lo que dijera el otro pequeño, era más fuerte que Harua y no era un niño travieso que buscara peleas, no era tan difícil, llevaba más ventaja, haciéndole perder la paciencia.

Riki tenía una mirada azulada como su madre, pero tan intensa como la de su padre capaz de doblegar a cualquiera, fuera omega, alfa o beta, sin lugar a duda sería un dominante, Harua le enseñó los dientes no dejándose ganar, apretó del brazo de Taki y lo jalo con mayor brusquedad haciendo a Taki soltar un alarido de dolor, Riki lo miró alarmado y enterró sus uñas en el brazo de Harua para que le soltara, tomando a Taki de la mano y haciéndolo a un lado.