Silence || Will Byers (Corrigiendo)

1 || La desaparición de Will Byers

Narrador Omnisciente

NOVEMBER 6th, 1983
HAWKINS, INDIANA

6 DE NOVIEMBRE DE 1983
HAWKINGS, INDIANA

— Algo se acerca. Algo sediento de sangre. Una sombra que crece en la pared detrás de ti, que te traga en la oscuridad. Ya casi está aquí — narraba Mike a sus amigos.

— ¿Qué es? — preguntó Will con desesperación.

— ¿Y si es un demogorgon? — preguntó Dustin — Estamos fritos si es un demogorgon.

— No es un demogorgon — negó Lucas.

Mike sacó una ficha, que tenía escondida — ¡Un ejército de trogloditas entró en la recámara!

— ¿Trogloditas? — preguntó Dustin con burla.

— Te lo dije — festejó Lucas.

Todos comenzaron a reír, hasta que Mike se quedó callado y dijo — Esperen, ¿Escucharon eso? ¿Ese sonido? — golpeó la mesa de manera suave — No fueron los trogloditas, lo provocó otra cosa — colocó en el tablero la otra ficha que tenía escondida — ¡¡El demogorgon!!

— O... Estamos en problemas — dijo Dustin.

— Will, haz algo — le dijo Mike.

— No sé qué — negó.

— Bólido — le ayudó Lucas.

— ¡¡Necesito un 13 o un número más alto!! — respondió Will.

— Es muy arriesgado, lanza un protector — le dijo Dustin.

— No seas cobarde, ¡lanza un bólido! — interrumpió Lucas.

— Hechizo protector — contradijo Dustin.

Mike volvió a golpear la mesa — El demogorgon, está harto de sus tontas peleas de humano, está yendo hacia ti.

— Un bólido — dijo Lucas.

— El hechizo protector — contradijo Dustin.

Will agarró con sus manos los dados y los soltó en el tablero mientras decía — Bólido.

Los dados dieron vueltas y cayeron por todo el sótano. Los chicos se levantaron con gran velocidad de sus sillas en busca de los dados, para conocer su resultado. Pero se vieron interrumpidos por la madre de Mike, quien abre la puerta del sótano.

— Mike — lo llamó ella.

— ¡Mamá!, estamos a mitad de una campaña — respondió Mike, mirando a su madre desde el final de las escaleras.

— Será terminada, ya pasaron 15 minutos — respondió para después irse.

— Mamá — Mike sube las escaleras con apuro hacia su madre — Solo 20 minutos más.

— Mañana tienes escuela, Mike. Ya acosté a Holly, a la cama. El próximo fin de semana.

— ¡Pero perderemos el ritmo! — contradijo Mike.

— Michael — regañó su madre.

— Hablo en serio mamá, tardamos mucho planeando esto. No sabía que iba a llevar 10 horas.

— ¿Han estado jugando 10 horas? — pregunta su madre con un tono de sorpresa.

Mike se volteó a la parte de atrás donde se encontraba su padre — ¿Papá, 20 minutos más...?

— Creo que deberías hacerle caso a tu madre — lo interrumpió.

🩸

Will Byers pedaleaba con entusiasmo en su bicicleta por las tranquilas calles de Hawkins. La luna se filtraba a través de los árboles, creando sombras danzantes en su camino. Había pasado una tarde inolvidable con sus amigos en la casa de Mike. Sin embargo, a medida que avanzaba por el tranquilo vecindario, su camino se vio interrumpido por un pequeño incidente. El ruido de su bicicleta golpeando un bache lo hizo perder el equilibrio, y antes de darse cuenta, se encontró arrojado al suelo. El golpe fue inesperado y desorientador, y Will se quedó allí, aturdido, mientras su bicicleta quedaba a unos metros de distancia.

Se levantó con cuidado, revisando si había sufrido alguna herida. Afortunadamente, solo tenía algunos rasguños menores en las manos y las rodillas. Mientras se esforzaba por recuperar su bicicleta, se dio cuenta de que algo no estaba del todo bien. No estaba en el mismo lugar en el que se había caído. Se había alejado de las calles familiares de Hawkins y se encontraba en medio de un oscuro bosque que parecía desconocido.

La confusión y el miedo se apoderaron de Will. Intentó orientarse, pero los árboles altos y frondosos bloqueaban la vista del sol, y los sonidos del bosque eran extraños y perturbadores. Se dio cuenta de que estaba en un lugar completamente diferente, lejos de su casa y de sus amigos. La bicicleta de Will yacía a un lado, como un testigo silencioso de su desorientación.

🩸

Por otra parte

Las hermanas caminaban descalzas sobre las hojas secas, pero detuvieron su paso al ver una camioneta blanca y a una persona saliendo de ella para dirigirse hacia los contenedores de basura. Ambas se acercaron sigilosamente a la puerta y la abrieron con sumo cuidado. Caminaron en silencio hasta llegar a la cocina, donde encontraron una pequeña porción de papas fritas.

Las dos hermanas miraron al hombre, preparadas para devorar las papas de manera exagerada, pero no se dieron cuenta de que el hombre se volteó hacia la cocina y exclamó: — ¡Oigan! — . Esto provocó que las dos hermanas brincaran de susto.

Las hermanas salieron corriendo hacia la misma puerta por la que habían entrado, pero el hombre las alcanzó a ambas y exclamó: — ¿Creen que pueden robarme, niños? — . Las dos hermanas giraron sus cabezas hacia el hombre — ¿Qué demonios?

El hombre preparó una hamburguesa para cada una de las hermanas y, al entregárselas, ellas las devoraron desesperadamente. Al mismo tiempo, el hombre intentaba hacerles preguntas, pero al no recibir respuestas, simplemente las dejó comer.

🩸

Doce caminaba por todo el local hasta que fijó su vista en el hombre que hablaba con alguien en la puerta del establecimiento. Con temor de que fuera su padre, se acercó corriendo a donde estaba su hermana. Al llegar, comenzó a hacerle señas para indicarle que había alguien en la puerta.

Once, al comprender lo que decía su hermana, la agarró del brazo y salieron corriendo hacia la puerta trasera por la que habían entrado. Sin embargo, cuando llegaron, se encontraron con agentes apuntándoles. Once colocó a su hermana detrás de ella y utilizó sus poderes contra los agentes que obstruían la puerta.

Las hermanas corrían a gran velocidad por el bosque lluvioso, sintiendo la lluvia golpear en sus rostros. Pero se detuvieron al ser apuntadas con linternas por un grupo de niños.

Fue entonces cuando el grupo de amigos las encontró.