Narra Adriano
Miro la casa delante de mi, seguro es la casa de mi pastelito según dice la investigación que le mande hacer, vive con un amigo de ella, no me preocupo mucho por eso ya que se conocen toda la vida casi son como hermanos, empezaron a vivir juntos después de la muerte de la hermana de mi pastelito, una muerte algo sospechosa si me lo preguntan
Una chica que llevaba años trabajando en un puerto además que era salvavidas en vacaciones no creo que su muerte fuera por ahogamiento y justo fue dos días luego que mi pastelito se graduara de la universidad con excelentes notas, lo que me lleva a preguntarme
Por que no consiguió un buen trabajo en vez de solo ser una chica de limpieza, es algo muy tonto cuando lo pienso de esta manera de todos modos no se que pasa por la cabeza de mi pastelito y sinceramente me da un poco de miedo averiguarlo, esa chica es complicada pero me gusta lo complicado
pongo mi mejor sonrisa y toco la puerta dos veces esperando que me abra, dos segundos después la puerta es abierta por mi pastelito y la imagen que veo no me agrada para nada, sus ojos completamente rojos, su maquillaje corrido, su vestido roto y el pequeño moretón con sangre que sobresale de su labio, sonríe de lado antes de caer al suelo
me agacho a su altura y reviso su pulso, es acelerado es como si estuvo peleando con alguien antes que llegara, la tomo entre mis brazos dispuesto a llevarla a emergencias
escucho el ruido del seguro de una pistola, siento el frio metal contra mi cabeza, levanto la mirada topándome con un tipo alto de cabello negro
escaneo rápidamente su cuerpo notando la sangre salir de su cabeza y el pequeño golpe en su nariz, miro a mi al rededor notando la camioneta de mi hermano y eso solo me hace sonreír, nunca pensé que la intuición de mi sobrina me ayudaría en este momento
-suéltala - su orden solo me parece patética, no sabe quien soy y tampoco le conviene saberlo en este momento
-baja el arma de lo contrario no tendré piedad de ti - el hombre solo ríe
-debería decir lo contrario, dame a mi mujer y no te matare - sonrió de lado
-¿tu mujer? creo que te estas equivocando de chica - miro a mi pastelito - esta chica es mía y no dejare que la lastimes
-bien, si esas son tus ultimas palabras antes de tu muerte - tres segundos después se escuchan las fuertes detonaciones detrás de mi, el cuerpo del hombre cae a un lado de mi inerte
-¿lo mataste? - pregunto
- no, todavía - me sorprendo al escuchar la voz de Aitana
-¿que haces aquí? ¿tu embarazo? debes estar tranquila ¿estas bien? - ella suelta un fuerte suspiro de frustración
-que mi hija me levante a mitad de la noche llorando diciendo que soñó que a su tío lo mataban no es sano de ver para ninguna madre - mira sobre mis hombros - ¿Bianca? - frunzo el ceño sin entender como sabe su nombre - voy a terminar de matar a ese imbécil ¿Quién se cree para tocarla?
- ¿de donde la conoces? - pregunto
- ¿Dónde esta Riam? - sin contestar mi pregunta entra a la casa en busca de ese chico que por alguna razón ella también conoce
-Aitana sal de la casa no sabemos si hay personas dentro - cargo a mi pastelito
-Adriano ayúdame - entro a la casa con la chica entre mis brazos
veo a Aitana a un lado del chico el cual tiene varias heridas visiblemente graves pero de su estomago sale mucha, es como si esa fuera la mas grave
—Necesito que lo atiendas, no creo que llegue al hospital si sigue derramando tanta sangre - no se por que reconozco esa expresión de pánico en su rostro a pesar que ese chico no pertenece a su familia o almenos eso creo
—¿qué es él para ti? - pregunto sin poder evitarlo, la sola idea que este enamorada de este chico me hace sentir enojo por mi hermano
—solo atiendelo, Riam no puede morir - pide casi suplicando
Se que ella no sería capaz de hacer algo como engañar a Fabrizio por lo cual descarto la primera idea que se me paso por la cabeza
Dejo a mi pastelito en el sillón grande una vez que me aseguro que su pulso es normal y que solo esta desmayada
Me agacho a la altura del chico y primero reviso su pulso el cual es casi nulo pero todavía puedo salvarlo, con Aitana aprendí que jamas tengo que rendirme solo por escuchar un pulso débil
Quito la camisa del chico notando la gran herida de bala, unos centímetros más hay cortadas y golpes lo que me dice que lucho con el mismo hombre que lastimo a mi pastelito
Esto esta muy raro y pienso averiguarlo pronto, desde por que ese hombre lastimo al tal Riam y por que mi pastelito salía con él si se nota que es un animal bueno un difunto animal por que cono veo las cosas Aitana se encargará de él antes que yo
Cuando termino de parar la hemorragia y llegan nuestros hombres trasladamos a ambos chicos a nuestra casa para que puedan estar tranquilos y seguros
(...)
Me siento a un lado de mi pequeña la cual no ha dejado de estar nerviosa desde que trajimos a los chicos a nuestra casa por petición de ella
—¿qué sucede? - pregunto con cautela, tal vez sea algo delicado de explicar, su pasado es un poco difícil de explicar para ella y a pesar que ha pasado muchos años todavía no nos ha contado todo y no quiero obligarla hacerlo - ¿puedes contarmelo? - tomo sus manos las cuales están en puños haciendo que me mire
—soy la peor mejor amiga del mundo - susurra, abre su mano mostrándome una foto donde hay tres personas
—¿quiénes son? - pregunto mirando como sus hermosos ojos marrones empiezan a llenarse de lagrimas
—mis mejores amigos de la infancia y de parte de mi adolescencia, eramos como hermanos inclusive me protegieron de los amigos de mi hermano cuando ellos estaban borrachos, mis amigos hacían que olvidará todo lo que pasaba a mi alrededor estuvieron conmigo cuando mis padres murieron pero yo no pude estar con Bianca cuando su hermana murió y tampoco pude estar a tiempo para evitar que los lastimaran - la miro sin entender - Bianca y Riam son mis mejores amigos desde la infancia
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yo seré tu karma
Mystery / ThrillerElla es como una hermosa explosión de sabores entre los mejores vinos del mundo __no te confundas, puedo jugar con tu mente y hacer que te creas importante pero solo serás una mierda más en mi vida .... __no te han dicho que tienes la lengua muy la...