asquerosa basura

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Últimos capítulos

—el italiano no te queda bien - dejo claro

—¿a ver si entiendo? Me arriesgó a venir desde la ciudad escapado de mis padres y tú me saludas tan seco minimo esperaba un beso de parte tuya

—es lo que hay Alex tu decides si tomarlo o dejarlo

—Leila eres muy mala conmigo pero tranquila te la dejaré pasar por ahora ya que aún me sirves - sonrió al igual que él

—pobre ingenuo, la única razón por la cuál todavía sigues vivo es por que te necesitaré en un futuro - arrancó la carpeta de sus manos

—lo se, solo me gusta pensar que me amas en secreto y por eso tu hermoso vocabulario hacia mi persona

—ni es tus más lindas pesadillas

—bueno en esas sueño como clavas un cuchillo en mi cuello principessa y es muy excitante pensar en ti cubierta de sangre

—te dije que el italiano no te iba bien además que esas pesadillas se pueden hacer realidad si sigues de insistente - dejo claro revisando aquellos documentos - ¿Catalella es Latina?
- pregunto

—no lo se, al menos dice que fue adoptada en un país latino - explica dejando atrás la antigua conversación

—necesita más información sobre el orfanato donde fue adoptada - indico

—esa información te costará Leila - Frunzo mi entrecejo

—¿qué quieres a cambio? - pregunto

—sabes lo que quiero Leila - ruedo los ojos

—Alex ya hemos hablado de esto eres mayor que yo, soy una niña pero no soy tonta - dejo claro

—no ahora Leila, cuando crezcas tal vez cuando tengas unos 16 años no soy un cobarde que se aprovecha de una nena pequeña

—no lo parece, solo piénsalo de está manera, para ese entonces tendrás unos veintiún años de todos modos seré una niña a tu lado

—solo quiero tenerte como mi pareja te prometo no hacer nada que no quieras no te obligaré a nada si eso es de lo que temes

—lo se créeme que lo se, se que eres un idiota pero jamás te sobrepasarias con una mujer al menos que sea tú presa y sería para asesinarla pero aún soy pequeña aún dependo en muchas ocasiones de mis padres aunque se que ya me puedo valer en algunas cosas por mi misma Y en unos cinco años aún dependerá de ellos en ciertas cosas

—entiendo, la información del Orfanato te la enviaré en la tarde lo único que se es que cerraron sus puertas y no eran exactamente un orfanato si es todo me retiro - se voltea dispuesto a irse pero lo detengo abrazando su espalda

—no te pongas así - pido - eres unos de los pocos amigos sinceros que tengo y aunque odié decirlo prefiero asesinarte que verte la cara de perro regañado

—en serio Leila me halagas, gracias por tu preocupación - sonrió

—lo que trato de decir es que pensemos en este trato en unos cinco años, tal vez tus sentimientos hacia mi solo son pasajeros, hemos estado muchos años juntos en el internado y tal vez sea costumbre solo de verme siempre, ahora que no estemos en la misma escuela tal vez tus sentimientos cambien

—¿qué? - se suelta de mi agarré - ¿te iras? - siento que se me olvido decirle antes

—Alex pensé que te lo había dicho juro que en serio pensé que ya lo había hecho - el solo niega

—no lo hiciste Leila, no lo hiciste - creo que está exagerando

—no exageres solo se me olvido decírtelo, lo iba hacer

—no es solo eso Leila, no me has dicho nada de lo que está pasando en tu vida, se que tal vez no lleguemos a tener una relación pero al menos ¿puedes por primera vez en tu asquerosa vida considerarme como tu amigo y no como una basura a la cual envías hacer el maldito trabajo sucio? - estoy sorprendida, jamás me había hablado así - he estado detrás de ti desde el momento en que llegaste al internado, te cuidé el trasero mientras te acostumbrabas a estar lejos de tu madre sin pedir nada a cambio y no así puedes confiar en mi

—yo nunca te pedí que hicieras nada de eso por mi, no te pedí que me obedeciera ni que me ayudaras en lo que necesitaba, tampoco te pedí que cuidarás mi trasero de esos idiotas del colegio, todo lo hiciste tú, tú te ofreciste hacer las cosas por mi ahora no vengas a reclamarme por algo que jamás te pedí, la única razón por la cuál te dejé en mi vida es por que....

—por que me necesitaras en un futuro - me interrumpe - lo se Leila, me lo has dicho y demostrado en muchas ocasiones, se que solo tienes ojos para tu hermanito se que solo soy alguien insignificante en tu vida pero sabes que - no puedo descifrar su mirada - a pesar de todo siempre seguiré estando para ti, te sacaré de todos los problemas en los cuales te metas sin necesidad que lo pidas por que no soy igual que tú y eso me alegra mucho

—lamentablemente en eso fallaste - me acerco a él - tu y yo somos la misma porquería de personas, ambos tenemos tanto demonios por dentro que es muy difícil de controlarlos - se agacha a mi altura

—no Leila tu y yo no somos iguales - toma mi barbilla con fuerza haciendo que mi vista quede clavada en sus ojos - yo si puedo controlar mi lengua, mis demonios y mis acciones sobre todo yo si demuestro que tengo algo llamado corazón y que no soy un completo Moustro que no siente, no me parezco nada a ti y no quiero hacerlo - me suelta con brusquedad haciendo que caiga al suelo - es mejor que ya te vallas 

—eres un asco de persona

—no más que tú Leila, tú pedazo de porquería eres incapaz de mostrar amor a otras personas que no hayas visto toda tu vida

—no me hables así - ordeno

—¿por qué? No me digas que ahora si tienes sentimientos y te duelen mis palabras - sonrió

—por que me afectarían las palabras de alguien tan insignificante como tú - pregunto

—espero que tengas buenas tardes Leila, te enviaré lo que pediste en la noche o tal vez mañana

—pedazo de basura - susurro

—los dos Leila, los dos lo somos

yo seré tu karma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora