tortura (segunda parte)

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Narra Aitana

—¿entonces te quedarás callado o empezarás hablar? - pregunto

—Arlin, pequeña no hagas esto por favor - pide Antonella

Mentiría si no dijera que sus palabras causaron algo en mi, fue como un pequeño golpecito que me esta recordando mi parte humana pero esto es más fuerte

—sigues siendo muy hermosa tan linda como una bella rosa - indicó ignorando sus palabras

—no lo hagas, tu no eres esto - sonrió

—créeme me gustaría complacerte pero esto es más fuerte que el cariño que tengo hacia ti - indico caminando hacia Julio y quito el pañuelo de su boca - vamos dile lo que le hiciste a mi hermano y a mi prima - pido

Como veo que no dice nada voy a la mesa y tomo el ácido no sin antes colocarme unos guantes para evitar que me queme

—bueno empezaré yo - vierto el liquido transparente en pequeñas porciones escuchando sus gritos de dolor, no quiero matarlo de una quemadura ya que quiero que enserio aprenda su lección - Julio tu querido hermano mayor - miro a Fiorella - utilizo un método casi igual para quitar el tatuaje que nos hicimos Jason y yo de mi cuerpo según el para que nadie pudiera reconocer mi cuerpo una vez que lo encontraran, aunque fue una mala idea no haberte fijado si los tres estábamos muertos - sonrió  - todavía existe la opción que tu mismo le digas todo lo que me ha hecho tu familia a la mía

—bien, y. Yo lo haré - me alejó de él sonriendo por mi maravillosa obra de arte que aún no está completamente terminada - su hermano jamás te robó nada, papá, Cesar y yo hicimos que pareciera así pero en realidad los secuestramos para atar todos los Cabos sueltos

—sigue es muy interesante lo que dices por que realmente ni siquiera sabía esta parte del cuento - indico caminando nuevamente a la gran ventana - ¿no te parece interesante a ti también? - pregunto refiriéndome a Fiorella

—déjalo ya no lo soporto te lo suplico - no se por que sus maldita palabras me enojan

—deja de rogar maldita seas no puedes hacerlo acaso no vez que tengo una puta debilidad por ti y si sigues haciendo esto no podre continuar con esta mierda - mi paciencia se ha agotado y más con ella rogándome que no mate a este cabron de mierda

Voy a la mesa más cercana y tomo unos de los cuchillos más grandes que encuentro y en lo entierro en el estomago del hombre, sin importarme sus ruegos hago un gran corte en su estomago, tomo una jeringuilla he inyecto adrenalina, tomo pequeña bolitas de metal y relleno su estómago con ellas claros que lo hago lejos de sus órganos vitales ya que no quiero que muera todavía

—no, ya déjalo por favor déjalo - se que si sigue pidiendo esa idiotez voy a parar de hacerlo y eso no quiero que pase

Tomo aguja he hilo y empiezo a coser su estómago relleno de las pequeñas bolitas de acero

Los gritos desgarradores de la chica hace que pare lo que estoy haciendo

Camino a un lado de la puerta de salida y presiono el botón

—Adriel sácala de aquí - pido para luego volver a lo que estaba haciendo

Cuando ya estoy segura que Fiorella no está viendo continuo lo que hago, después de algún tiempo dejo todo de un lado viendo mi magnífica obra de arte

Suelto un bufido de aburrimiento al ver que ni siquiera duró hasta que termine de coser su estómago, tomo su cabeza

—oye ¿estás muerto o solo desmayado por el dolor? - pregunto moviéndolo - creo que si estás muerto, eres tan aburrido no pudiste esperar hasta que mi diversión de terminara, quería divertirme más

Suelto su cuerpo con brusquedad, debería buscar una manera para que duren más

—esto fue tan aburrido - indicó

—damas y caballeros esa fue nuestra hermosa reina descuartizadora denle un gran aplauso - y si hay personas tan enfermas como para pagar por un show así, ellos sientes placer al ver como una persona despiadada le quita la vida a otra

Por último voy a la ventana de los Abagnale y les hago una pequeña reverencia en forma de burla, sonrió al ver a Maximiliano quien me mira con orgullo, tal vez a él esta clase de cosas no le afecten como a los demás

(...)

—¿te divertiste? - pregunta Adriano al verme cubierta de sangre

—no tienes idea de cuánto aunque realmente al final fue aburrido - indicó

—bueno creo que te dejo para que hables con Fabrizio - Frunzo el ceño y trago saliva

—¿por qué tengo que hablar con él? - pregunto

—la pregunta es ¿por qué no hablaría con él sabiendo que no está de acuerdo con nada de esto? - pregunta - la idea que uses a la pequeña niña para atraer la atención de los demás Russo no le agrada - suelto un fuerte suspiro

—Gianna es mi hermana menor jamás la lastimaría - confieso - Fiorella es mi hermana mayor por esa razón ella no la tome en cuenta para mi venganza

—¿que demonios? - pregunta - eso quiere decir que esos idiotas eran tus hermanos - niego

—Fiorella y Gianna son mis hermanas de parte materna entonces los hermanos de Fiorella son sus hermanos de parte paterno por lo tanto ellos y yo no éramos nada de sangre - respondo

—esto debe ser muy duro para ti - Adriano me rodea con sus brazos sin importar mancharse de sangre - acabas de terminar la primera fase de tu venganza y esto a veces creo que es un poco agotador para ti ¿realmente estás bien? - pregunta

—tranquilo estoy bien

—¿segura? ¿Esto no está siendo un poco duro para ti? - pregunta

—Adriano estoy bien confía en mi - pido

—bien pero si estás muy cansada solo debes decir que lo estás he inmediatamente acabaré con todos por ti - asiento

—gracias, creo que iré hablar con tu hermano - indicó

—bien cualquier cosa me avisas - pide

Subo las escaleras he inmediatamente voy a la habitación de Fabrizio

Suelto un fuerte suspiro para luego tocar la puerta

Tok Tok

—¿quién? - su voz adormilada solo me dice que lo he despertado de su sueño

Son como las dos de la mañana, digo entre más noche mejor así tendrán más pesadillas pero este no es el caso

—¿puedo pasar? - pregunto

—¿desde cuando pides permiso para entrar a mi habitación? - pregunta

Tal vez desde que no quiero verlo como su madre lo trajo al mundo

—nunca lo he hecho - respondo entrando

—¿qué deseas? - Pregunta volteándome a ver - tu no estas bien

No se por que esas palabras fueron las detonantes para que mis lágrimas salieran

—ven aquí mi pequeña mocosa - el camina hacia mi y me envuelve en sus grandes brazos dándome la protección que siempre encuentro en ellos sin importar que

yo seré tu karma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora