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—¿te irás nuevamente? ¿Te llevaras a Leila? - pregunta Jason

Los chicos se miran entre si para luego salir de la oficina dejándome a solas con Jason 

—si Jason me llevaré a Leila conmigo

—no puedes separarla de mi - Frunzo el ceño - acabo de conocerla después de once años

—no te voy a prohibir que la visites - dejo claro

—no es lo mismo - Jason se levanta acercándose a mi - no puedes separarme de mi hija, Arlin no me separes de Leila

—no me llames Arlin odio que lo hagan y lo sabes - respondo enojada

—bien - suelta un fuerte suspiro como si se estuviera controlando - Aitana no me separes de nuestra hija, solo la conocí ayer y no quiero que la alejes de mi

—no puedo dejarla aquí, no quiero dejarla contigo ni con tu familia

—¿por qué? Ella también es mi hija, no me atrevería a lastimarla

—no confío en ti, no confío para nada en ti - termino el poco espacio entre nosotros dos - no puedes cuidar a Leila como es debido y no la voy a arriesgar por que ahora quieres ser un "padre cariñoso" - hago comillas con mis dedos

—puedo cuidarla por que es mi hija, bien no estuve con ella los últimos once años pero no fue por que yo no quise, tu no me dijiste de su nacimiento

—no te dije de la existencia de Leila por que ellos querían asesinarnos, mataron a una de nuestras hijas - le confieso por primera vez - no dejaré que me arrebaten nuevamente a un hijo - colocó mi mano en mi vientre - esta vez protegere a Leila así eso signifique alejarla de ti y de Italia nuevamente

—yo no sabía que eran mellizas - Jason se sienta y yo lo hago alado de él 

—perdí a una de las niñas debido a los golpes y quemadas que recibí de parte de los hermanos y padres de Fiorella, esa es unas de las razones por la cual tenía miedo regresar a Italia, tengo miedo que me quiten a Leila tal como lo hicieron con Nisha - miro a Jason - no puedo permitir que eso suceda y no me siento segura dejando a Leila lejos de mi, no me siento segura dejándola a Cargo de ti y mi hermana

—yo siento mucho por lo que tuviste que pasar con la muerte de nuestra hija, siento ser un cobarde que no estuvo para ti

—Jason sentí que me apuñalaban una y otra vez en el mismo lugar, me sentí vacía y no quiero volver a sentir eso, no quiero perder a mi hija - Jason me abraza a su cuerpo y es ahí donde rompo en llanto una vez más al recordar la muerte de mi hija menor, siento nuevamente ese vacío y ese conocido dolor que siento todos los años en el cumpleaños de las niñas, en la fecha en la que perdí a mi niña, a mi bebita

—lo lamento mucho - se que no tiene la culpa pero no puedo evitar pensar que todo sería diferente si él hubiera vencido sus miedos desde antes

Se que tal vez fui muy escoista al no entenderlo y ocultarle la existencia de Leila y Nisha pero simplemente no confío en Fiorella se que ella no tuvo que ver nada con lo que me sucedió pero ella fue criada por ese hombre y tiene su sangre la he vigilado lo suficiente para saber que me odia y no pretendo dejar a mi hija con alguien que sienta odio hacía mi

Jason sufrió mucho de pequeño, tal vez no lo demostraba para mantener ese estúpido perfil de los Abagnale pero se que lo hizo, crecer viendo como tu padre golpea y lastima a tu madre no debe ser fácil para ningún niño ni siquiera para Jason Abagnale

—¿qué sucede aquí? - ambos nos separando al notar la presencia de las dos personas frente a nosotros ‐ expliquense ahora - sonrió de lado y miro con odio a la mujer delante de mi

—no hay nada que explicar - indico limpiando mis lagrimas - hablemos de esto en otra ocasión - me dirijo a Jason

—bien, solo piensa en lo que te dije realmente no me quiero separarme de Leila - tomo mi bolso y saco la pequeña caja color roja y se la entrego a Jason

—es el collar de Nisha - indico - lo he guardado por mucho tiempo, siento no haberte contado de ella antes en modo de disculpa quiero que tengas ese collar contigo ya que ella fue tu hija menor - giro sobre mis talones y salgo de esa oficina con Fabrizio detrás de mi

—Mocosa - detengo mis pasos - ¿estás bien? - siento como sus brazos me rodean 

—estoy bien solo recordé la muerte de Nisha y no pude evitar sentirme del asco - explico

—te entiendo pero debes calmar algunos sentimientos como la tristeza - besa mi hombro - nuestro bebé puede sentir esas emociones

—Fabrizio, todavía es un pequeño maní, no puede sentir nada

—por supuesto que puede sentir cuando su madre esta triste - no puedo evitar sonreír de lado por lo tierno que se ve

—sabes, quiero contarle a Leila sobre el nuevo bebé pero todavía no se como decírselo

—tengo una idea para revelarle a Leila que tendrá un nuevo hermanito

—¿qué tienes en mente? - pregunto

—vallamos de compra 

¿Qué estará planeando ahora?

(...)

Narra Leila

Sonrió de lado al ver al padre de Caelum, ese hombre es tan guapo y hermoso también muy inteligente y atento todo lo que una mujer desearía

—hola pequeña - saluda

—Hola hermoso - saludo de vuelta

—Leila Corritt - regaña mi tío Adriano

—ignoremoslo por ahora señor hermoso y dígame ¿qué lo trae a Italia? O aún más importante ¿qué lo trae a mi humilde mansión? - pregunto ganandome una pequeña carcajada de su parte - su risa es muy hermosa y contagiosa - muerdo mis labios 

—bien, esto es suficiente - ya no siento el suelo - no le coquetearas a hombre en frente mío

—tío soy joven y tengo que divertirme de lo contrarío me saldrán arrugas como a ti - se que le estoy dando en su ego y es lo que más me fascina de las peleas mia y de mi tío

—si sigues con esto estarás castigada

—es que uno ya no puede ni coquetear con alguien en su propia casa

—el padre de Caelum es como quince años mayor que tu - recuerda

—¿no ha escuchado ese dicho que dice que para el amor no hay edad?

—Leila Corrit sigue y estarás castigada

—¿estaré castigada por querer casarme con alguien mayor a mi? - pregunto - pero si mis padres se llegan dieciséis años y tu estas enamorado de una de veintiséis teniendo 39 pero en fin la hipotenusa y la doble morar

—Leila .

—ya me calló

yo seré tu karma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora