Capitulo 21 El Final

786 68 30
                                    

-¿Cuánto tiempo llevo aquí? -preguntas entre sollozos, el simplemente decide no responder-. Tú sabes que esto no era lo que yo quería -rompes en llanto.
-Me rompiste el corazón, luego intentas eliminarme -enumera- ¿y se supone que yo soy el villano?
-¡Tu me lastimabas, Jeff!
-¡Debiste haber pensado eso antes de invocarme! -brama con furia- ¡tú fuiste la loca que se enamoró de un asesino! -se detuvo a suspirar, como si estuviera quitándose un enorme peso en su corazón-. Y después intenté enmendarlo -sostiene su cabeza con ambas manos-, intenté hacer que me amaras de nuevo... ¡Que me amaras, como yo te amo ahora, _____! Pero tenías que elegir a ese imbécil -finalmente se quiebra, las lágrimas se desbordan de sus ojos y resbalan por sus mejillas.
-Tienes razón, todo esto es mi culpa -te mira sorprendido, tras secar sus lágrimas con las mangas de su sudadera-, no debí traerte a este mundo; Jeff, lo lamento... -te disculpas entre llantos.
-¿Lo lamentas? ¿en serio lo lamentas? -te mira con amargura.
-Solo quiero regresar a casa -imploras ya agotada.
-Este lugar podría convertirse en nuestro nuevo hogar -mira a su al rededor complacido-. ¡Estamos dentro de tu cabeza! Si tu quisieras podríamos vivir en una gran mansión, con piscina, muchos perros, un sótano amplio para depositar cuerpos-
-¡Jeff! -interrumpes- quiero regresar a mi hogar.
-Con Darkar... -reitera con desánimo.
-Oye -te acercas lentamente hacia el, para unir sus manos con las tuyas- tuvimos nuestro momento -susurras, y acaricias su mejilla- y te juro que nunca lo olvidaré -sonries melancólica.
Jeff guarda silencio por un instante, que para ti se vuelve eterno. Ambos se miran fijamente a los ojos, te hizo recordar todo lo lindo que vivieron juntos, pronto una sensación de nostalgia se apodera de tu corazón.
-Promete que así será -responde compungido.
-Lo juro -le sonríes, aún cuando las lágrimas no cesan.
-Supongo que es momento de decir adiós -suspira con pesadez.
-¿Tu vas a olvidarme? -le preguntas con cierto temor.
-No podría, ni aunque lo intentara -ríen los dos.

Sin pensarlo dos veces, te lanzas hacia el, para abrazarlo con fuerzas, a lo que el corresponde, recibiéndote con los brazos abiertos.

-Gracias por haberme amado tanto -te susurra al oído, tu suspiras con congoja-. Lamento no haberme dado cuenta a tiempo -ambos rompen en llanto nuevamente, mientras se aferran a ese último abrazo.
-Voy a extrañarte -confiesas con la voz temblorosa.
-Cuando las cosas no marchen bien, Darkar estará ahí para cuidarte -argumenta en un intento por hacerte sentir mejor.
Finalmente ambos se separan unos centímetros para poder mirarse a la cara; Tus ojos ya están muy rojos e hinchados de tanto llorar, y de un momento a otro Jeff juntó su frente con la tuya, sostiene tu rostro entre sus ásperas manos para brindarte pequeñas caricias, que tu recibes mientras acunas su mano bajo la tuya. Sin discernir lo ocurrido, sus rostros se acercaban cada vez un poco más, hasta que por fin sus labios se unieron en un intenso beso de despedida. Jeff tuvo el coraje de romper el beso, para mirarte por última vez.

-Nunca olvides que te amo -musita con dulzura-, adiós, _______.





[...]

Ya no escuchas la voz de Jeff, ni logras verlo a donde quiera que mires, solo consigues escuchar voces a lo lejos, y un molesto pitido a tu lado. Intentas abrir los ojos con calma, vuelves a cerrarlos con fuerzas por la fuerte luz que te encandila, entonces frotas tus párpados con ambas de tus manos.

-¡_____! -oyes aquél grito- ¡Puta madre, despertaste! -sonríes.
-Darkar... -murmuras su nombre, intentando abrir tus ojos por segunda vez- Hola -lo saludas tras ver su rostro con una enorme sonrisa dibujada.
-Hija de la chingada, me asustaste bien cabrón -afirma con la voz temblorosa, sin pensarlo dos veces, se recuesta en tu regazo para abrazarte con ternura.
-¿Cuánto tiempo estuve dormida?
-¿La neta? -te mira.
-La neta estúpido, no empieces con tus babosadas -lo miras con seriedad.
-Como un año y medio -suspira.
-¿¡Qué!? -bramas desesperada- ¿¡Un año y medio!? ¿¡Que putas madres se supone que voy hacer con mis clases!? -tus pensamientos fueron interrumpidos por las fuertes carcajadas de Darkar- ¿Dé que mierda te ríes, tarado?
-Na no te creas, promiscua, a penas y estuviste dos días.
-¡Te dije que nada de pendejadas!
-Ti diji qui nidi di pindijidis
-Puta madre -suspiras, pero finalmente ríes.
Al cabo de unos minutos, un doctor se acercó hasta la habitación, para hacer unas pruebas y asegurarse de que todo estuviera en orden, para tu suerte, al dia siguiente por la mañana te dieron el alta.

Yo no soy tu pinche amor [Darkar X Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora