• Mini historia.
Despertó sin saber donde estaba o cómo llegó ahí, ni siquiera recuerda su nombre, la única salida que tiene son puertas que la llevan a otras habitaciones donde siete chicos le colocan pruebas o retos.
¿Puedes enfrentar tus demonios...
El salón tiene paredes de color crema, el suelo es completamente de madera, he contado siete ventanas, séis están cubiertas por las cortinas blancas pero la que se mantiene expuesta es donde se encuentra el chico de cabello oscuro y ropa negra, su suéter oscuro deja ver parte de sus hombros anchos. En medio del salón hay tres muebles que se ven viejos, me parece distinguir algo de arena en distintos espacios del salón, uno de esos pozos pequeños de arena tiene una caja de cristal que encierra una flor.
"Sigo sin recordar donde estoy"
— ¿Hola?—avanzo despacio. El chico mira por la ventana muy quieto— ¿Hola?
—Despertaste—habla causándome un pequeño susto. Me asusta un poco que permanezca ahí de pie viendo atentamente la ventana. ¿Dónde demonios estoy?—Te estábamos esperando, JoRin.
"Jeon JoRin. Recuerdo mi nombre"
— ¿Te conozco?
—Tal vez—sus ojos se posan en mí. Trago con dificultad teniendo un mal presentimiento, éste crece cuando veo por la ventana y no hay nada, sólo oscuridad— ¿Le tienes miedo a la oscuridad, JoRin?
Levanto mi cabeza observando al chico, es mucho más alto que yo. Tiene labios carnosos, lo que destaca son sus hombros anchos, ¿Lo conozco? Intento hacer memoria pero no hay nada en mi cabeza.
—Un poco.
Mi respuesta parece sorprenderle.
—La mayoría de las personas niegan temerle a la oscuridad, es bueno que admitas tus temores—me mira de pies a cabeza. Si afuera sólo hay oscuridad...¿De dónde viene la poca luz que hay? Cuando miro el salón noto que de repente las siete ventanas están sin cubrir. Todo se vuelve oscuro y cuando digo oscuro es una oscuridad densa que me acelera el corazón. Todo está muy callado, puedo escuchar mi propia respiración. La luz regresa en otra de las ventanas y el chico ya no está a mi lado sino en esa luz—Si no te mueves la oscuridad te consumirá.
— ¿Qué?
Algo toca mi brazo lastimándome, es un rasguño. De nuevo estoy a oscuras por segundos ya que la luz aparece en otra ventana, las ventanas que están en la oscuridad se mantienen cerradas. Me apresuro en llegar a la luz obteniendo otro rasguño que me saca un quejido.
En la luz veo el rasguño en mi antebrazo, estoy sangrando. El otro está en mi hombro derecho, la luz desaparece de nuevo, respiro un tanto agitada sin saber cual será la próxima ventana. Cuando regresa la luz corro allí lo más rápido posible, intento mirar alrededor para saber que demonios está rasguñándome o siguiéndome, pero no logro ver nada, la oscuridad es muy densa.
— ¿Qué demonios...?
La luz se va repitiendo su proceso. Corro a ella sintiendo mi miedo crecer.
— ¿Le tienes miedo a la oscuridad, JoRin?
El chico habla pero no puedo verlo.
— ¿Dónde estás? ¿Qué es esto?—mi brazo sangra. La herida no es profunda pero las gotas de sangre siguen cayendo de mis dedos.
La luz vuelve a irse unas tres veces más. Se vuelve a ir causándome más nervios, comienzo a sentir mi respiración pesada, retrocedo hasta estar contra la pared, ¿Dónde está la luz? Está tardando demasiado. Hay algo mirándome en la oscuridad, puedo sentirlo y desconocer lo que es me causa más temor. Todo está demasiado silencioso.
"Respira, JoRin. Respira"
Me deslizo por la pared sintiendo más complicada mi respiración, el respirar hace que duelan mis pulmones. Necesito oxígeno, estoy ahogándome, estoy hiperventilando. La luz se enciende, esta vez apunta una puerta negra, no sé si es por la que entré.
—Debes moverte, JoRin—dice aquel chico.
Me levanto corriendo hacia la puerta escuchando que algo me sigue, al abrirla cierro fuertemente sosteniéndola temiendo que ese algo entre. Mi respiración sigue siendo agitada pero parece calmarse poco a poco.
"Asma. Soy asmática, recuerdo que usaba un inhalador"
¿Dónde demonios estoy y qué fue eso?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
