• Mini historia.
Despertó sin saber donde estaba o cómo llegó ahí, ni siquiera recuerda su nombre, la única salida que tiene son puertas que la llevan a otras habitaciones donde siete chicos le colocan pruebas o retos.
¿Puedes enfrentar tus demonios...
— ¿Por qué hacemos esto?—algunos miramos a Hoseok. El chico se sonroja por la atención, JungKook intenta abrir el candado de la reja con ayuda de TaeHyung.
—Tú apoyaste la idea—señala YoonGi con una sonrisa burlona.
—Y tú la tuviste.
—Oigan, nadie está obligado a venir—dice NamJoon—Hoseok, si quieres irte está bien, sólo hacemos esto por curiosidad, todos hemos escuchado rumores del castillo Esmeraldo.
La ciudad puede apreciarse a lo lejos, hay muchos rumores, dicen que la familia que vivía aquí pertenecía a la realeza hace muchísimos años atrás, la avaricia y el deseo de poder los llevó a usar magia negra de diferentes brujos, todo tiene un precio, la magia cobró factura colocando una maldición en ellos, murieron por "causas naturales", pero sus almas condenadas a no salir del lugar juegan con las mentes de los visitantes o intrusos volviéndolos locos, todo aquel que entre aquí nunca sale.
Algunos afirman esto último, pero otros lo desmienten. ¿Creíble o no? Lo descubriremos esta noche, pasaremos una noche aquí.
—Es inútil—Tae nos mira—No se puede abrir.
— ¿Y si lo rodeamos?—propone Jin.
—Las rejas se ven resistentes—comento tocando uno de los barrotes. Tiene polvo pero lucen casi nuevas, como si los años no hubieran pasado, JungKook pasa a mi lado fijando su atención en una columna de piedras y lianas encajadas en ella. Sé lo que está pensando—No, vamos a...—no me deja decirlo cuando ya está escalando—Rodearlo.
JungKook sigue escalando hasta llegar a la cima, sin problema pasa del otro lado bajando con cuidado. El chico sonríe como niño pequeño atrapado en una travesura, sonrío inconscientemente negando con la cabeza. Hace unos años que no nos vemos, lo nuestro terminó mal y verlo después de un tiempo sigue causándome nervios. Es lindo ver que a veces no cambia.
▪︎▪︎▪︎
El castillo por dentro luce más bien como una tienda abandonada por su estructura, todo está sucio y opaco, la luz del día entra por algunos rincones, nuestros pasos hacen eco, casi olvido que estoy en un castillo.
—Quiero ver las habitaciones—Jimin enciende una linterna— ¿Quién me acompaña?
— ¡Yo!—TaeHyung se une al igual que YoonGi.
—Hace un poco de frío.
—Concuerdo con Jin—miro uno de los cuadros en la pared. Tiene tres flores que lucen un poco diferente al resto, los pétalos son de un azul claro pero el borde es rosado, parecen mágicas. Alguien se sitúa a mi lado.
—Es una flor muy hermosa.
—La flor Esmeraldo—comenta—Es muy bonita, ¿No crees?
Volteo a verlo notando nuestros hombros casi rozarse, mantengo algo de distancia temiendo incomodarlo, aunque a decir verdad él no parece molesto conmigo, no después de lo que hice en el pasado. Sus ojos grandes se posan en mí y sus labios delgados dibujan una pequeña sonrisa.
—Casi no creo cuando los chicos dijeron que vendrías.
—Me pasó lo mismo.
Por unos segundos hay contacto visual. Muchos recuerdos vienen a mi cabeza.
—Chicos—NamJoon nos llama— ¿Echamos un vistazo también?
—Le escribiré a los chicos para decirles que nos reunamos aquí antes del anochecer, esto es muy grande—Jin saca su teléfono.
Fue la última vez que estuvimos juntos.
Horas antes del desastre.
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