• Mini historia.
Despertó sin saber donde estaba o cómo llegó ahí, ni siquiera recuerda su nombre, la única salida que tiene son puertas que la llevan a otras habitaciones donde siete chicos le colocan pruebas o retos.
¿Puedes enfrentar tus demonios...
— ¿JoRin?—me llama alguien. Da unas suaves palmaditas a mi rostro, abro los ojos encontrando un rostro joven y atractivo, sonríe al verme consciente—Sabía que lo lograrías, traviesa.
Parpadeo varias veces acostumbrando mis ojos a la luz sobre nosotros, estoy en otra habitación deteriorada, las paredes son algo azuladas, hay un lavabo en medio de ella, puedo notar dos rejillas de aire, no sé si sale o entra el aire por allí. El chico me ayuda a levantarme, algo mareada encuentro la flor todavía en mi mano.
"La flor Esmeraldo"
— ¿Lo logré?
—Pasaste a la siguiente habitación—sus labios carnosos dibujan una sonrisa. Sus ojos desaparecen al sonreír, su cabello es azabache pero tiene unas mechas algo naranjas en su flequillo que lleva de lado, tiene una camisa de tela delgada con las manchas de un jaguar—Conseguiste la flor.
Y ahora que hago memoria...es la misma flor que tenía la primera habitación, la de las ventanas. La vi también en la segunda prueba, más bien el logo de una flor.
— ¿Todas las habitaciones tienen esta flor?—lo miro.
—Descubriste algo nuevo—se encoge de hombros.
—Eso significa que está aquí también, ¿No?—él no responde pero su actitud es muy obvia— ¿Cuál es mi prueba?
El chico coloca sus manos detrás de su espalda ladeando su cabeza, es un poco más alto que yo.
—Todos sabemos que te angustia no poder respirar.
— ¿A quién no?
—Pero a ti en lo personal te desespera debido a tu asma—señala—Los pulmones comienzan a doler, ¿No? Es casi como ahogarse en el mar.
Apenas dice eso noto como de las rejillas de aire comienza a salir agua hacia el suelo, en segundos llega a mis zapatos, mi corazón se activa latiendo rápido, guardo la flor en mi sudadera.
— ¿Cuál es mi prueba?
—Contener la respiración por veinticinco segundos.
Mis ojos se abren como platos, puede parecer poca cosa pero para mí es peligroso y deseperante. Todo lo que tenga que ver con oxígeno me asusta, niego con la cabeza de inmediato.
—Apenas puedo con diez, no soportaré mucho tiempo.
—Entonces no podrás pasar a la siguiente habitación.
El agua sube por mis tobillos, trago con dificultad sabiendo que me costará aguantar, mi asma amenaza con aparecer y es debido al miedo, tengo miedo de ahogarme.
— ¿Cuántas más debo pasar?
—Tres.
Eso no me ayuda. No entiendo el propósito de estas pruebas, no entiendo las insinuaciones que hacen y no entiendo mis pensamientos. No entiendo absolutamente nada.
— ¿Por qué me hacen esto?
—Porque de vez en cuando es bueno enfrentarse así mismo—la luz se va y regresa. Estoy sola en la habitación que sigue llenándose de agua, ésta sube por mi cuerpo levantándome del suelo, cuando llega a mi cuello tomo una gran bocanada de aire sumergiéndome. Debajo del agua todo luce silencioso, sólo para probar nado hacia las rejillas, mi corazón late muy rápido, debo controlar mi miedo o el asma se disparará más—Veinticinco—escucho la voz del muchacho—Veinticuatro, veintitres, veintidós—las rejillas se han trancado, no puedo abrirlas, están muy duras—Veintiuno, veinte.
Miro la habitación sin tener muebles de nuevo, sólo hay un lavabo.
—Diecinueve, dieciocho, diecisiete, dieciséis, quince—sigue contando con mucha calma. Mis pulmones piden oxígeno, necesito respirar, mi pecho duele, debo calmarme—Catorce, trece, doce, once, diez.
Nado hacia el lavabo notando que hay un chupón en el orificio del lavabo, cuando coloco mis manos en él tengo ligeras convulsiones. Mi cuerpo quiere respirar sí o sí.
—Nueve, ocho, siete, séis, cinco...
La luz se vuelve a ir, esta vez más tiempo. La situación se vuelve peor, cometo el error de toser bajo el agua perdiendo la poca cantidad de aire que me queda.
Estoy ahogándome, en pocas palabras.
—Cuatro, tres, dos, uno...—necesito respirar—De ti depende salvarte, JoRin.
"Maldito"
Mis manos jalan con desespero del chupón, éste no quiere ceder, estoy ahogándome, mi cuerpo tiene ligeras convulsiones, estoy respirando agua y me arde el pecho. La luz falla por segundos, logro quitar el chupón haciendo que el agua comience a disminuir, voy a la superficie tosiendo con fuerza, mis pulmones sienten alivio de recibir aire de nuevo, lo malo es que ahora no puedo respirar bien.
Mi asma se ha despertado, el agua disminuye dejándome en el suelo, llevo mi mano al pecho recostándome, no puedo respirar, mi cabeza da vueltas, mi pecho duele y mis pulmones no tienen capacidad suficiente para recuperarse. Creo que esta prueba no la pasaré.
Escucho pasos acercarse, mis párpados se sienten pesados, cierro mis ojos rindiéndome finalmente.
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