Capítulo 2: El reflejo del espejo

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Esta habitación tiene un poco más de luz, luce como una sala de gimnasio abandonada, sobre mi cabeza hay algunos aros de hierro colgando, a mi derecha hay un espejo, es entonces cuando veo mi apariencia. Tengo cabello azabache, ojos rasgados en los bordes de color café, labios rosados un poco delgados y nariz pequeña, mi estatura es baja, soy delgada además de tener piel pálida. Mi ropa no luce sucia a excepción de una de las mangas de mi sudadera. Mi antebrazo sigue sangrando, me quito mi sudadera tomando el extremo de mi camisa rompiéndola, hago una especie de venda en mi brazo deteniendo el sangrando al menos un poco, mi hombro tendrá que esperar, no sangra tanto como esperaba. Vuelvo a colocarme mi sudadera y recojo mi cabello en una coleta baja, acomodo los mechones que quedan sueltos, me llevo un susto cuando veo que no estoy sola.

—Hola, JoRin—saluda el chico. Es diferente al anterior, éste es más musculoso y de piel ligeramente morena, su cabello es oscuro al igual que sus ojos. Detrás de mí hay máquinas de ejercicio sucias y dañadas, de hecho, estoy sola en la sala pero el espejo me dice que él está a mi lado. Frunzo el ceño retrocediendo por instinto—No tengas miedo, sobreviviste a la primera habitación.

— ¿Cómo estás ahí y...?

Sonríe ladinamente mostrándome sus hoyuelos. Tiene una chaqueta de Jean al igual que sus pantalones.

—Este espejo tiene algo especial, ¿Puedes notarlo?

—Estoy soñando.

—Tal vez.

Miro alrededor de nuevo, ¿Dónde está la puerta por la que entré?

— ¿Dónde estoy? ¿Quién eres?

— ¿Quién eres tú?—me devuelve la pregunta— ¿Eres la real JoRin o acaso el espejo sólo muestra una parte de ti?

"Él no va a responderme"

— ¿Dónde está la puerta? ¿Cómo salgo de aquí? ¿Por qué no recuerdo nada?

—Hay algo en esta habitación fuera de lo normal.

—Si tú estás allí...adentro y...

—No—niega suavemente—Mira con atención, JoRin. Tienes diez segundos.

—Pero...

—Diez—comienza a contar. Reviso la habitación con la mirada, el hecho de que esté dentro del espejo ya es muy anormal—Nueve—supongo que no es suficientemente anormal para él—Ocho—me acerco a las máquinas comprobando que son reales, es decir, puedo tocarlas—Siete—la pared frente a mí está ocupada por aquel espejo grande que usan los salones de práctica o gimnasios—Séis—un momento. ¿Qué dijo sobre el reflejo de los espejos?—Cinco—me acerco de nuevo al espejo tocándolo con mis manos. Es un espejo normal—Cuatro—doy un respingo cuando la luz se apaga y se enciende. No otra vez. El chico ya no está pero sigue contando—Tres— ¡¿Qué demonios debo ver?!—Dos—entonces lo veo.

— ¡Ya lo sé!—me apresuro a hablar antes de que termine la cuenta. Mi reflejo en el espejo hace exactamente lo mismo que yo, pero...¿Realmente era yo?—Es el espejo—levanto mi brazo sin notar nada extraño.

Una vez que lo bajo es que ocurre lo raro, la JoRin del espejo me saluda con una sonrisita maliciosa. Retrocedo buscando la puerta.

— ¿Por qué siempre escapas cuando la situación se pone difícil?—pregunta—Has hecho cosas peores, JoRin—¿Enserio me está hablando mi reflejo? Del bolsillo de su sudadera saca una navaja, introduzco mi mano en mi bolsillo consiguiendo esa navaja. ¿Quién me dio esto?—Enfréntate a ti misma.

— ¿Realmente eres yo?

— ¿Enserio lo preguntas?

—Dime, ¿Cómo llegue aquí? ¿Dónde estoy?

—No creo que sobrevivas a las demás habitaciones—expone la punta de la navaja acariciando su garganta. Puedo sentir el filo sin estar haciendo nada lo que me hace saber que si ella hace algo, yo lo sentiré—Piensa un poco.

—Nada viene a mi cabeza, baja eso, por favor.

Sonríe divertida sin hacerme caso.

—Has sido una niña mala, le mentiste a tus padres, cometiste el peor de los pecados, ¿No lo recuerdas?—aquella navaja corta un poco su garganta. Me quejo llevando mi mano allí, el corte no es profundo—Tal vez en la última habitación lo recuerdes.

—Oye. Saldremos de aquí, te lo prometo.

¿De quién era esa voz? Era masculina pero no recuerdo de quién venía.

La chica del espejo está dispuesta a cortarse la garganta. Cierro mis manos en puños y golpeo el espejo hasta hacerlo añicos, mis nudillos sangran además de doler. Hay pedazos del espejo a mis pies, puedo verme en pedazitos, frente a mí está la puerta negra. Siempre estuvo detrás del espejo.

—No te mientas a ti misma, JoRin—escucho al chico que me recibió en esta sala. Voy hacia la puerta dejando atrás aquella sala extraña.

Sigo sin entender nada de esto.

Sigo sin entender nada de esto

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Face Yourself #01 • BTS (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora