Capítulo 7: Patrones

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—No lo recuerdo.

"Está mintiendo"

— ¿Estamos solos o alguien más vino?

—No. Nadie más.

—Oye, escúchame, buscaremos la manera de salir de aquí. ¿De acuerdo?—entonces veo su rostro. Su voz es dulce para mí, por alguna razón tengo miedo y no sé de qué.

—Los demás...los demás no están—sollozo— ¿Qué está pasando?

—Shh—me abraza acariciando mi espalda.

—Quiero ir a casa, por favor.

—Iremos a casa.

Retrocedo cuando séis rostros vienen a mi mente, JungKook me mira confuso cuando suelto su mano. Lentamente llevo mi mano al bolsillo de la sudadera, él no es JungKook, no es el real.

— ¿JoRin?

—No te acerques—retrocedo más—Estás mintiéndome.

Los séis rostros de mi mente son los séis rostros que he visto hasta ahora.

— ¿De qué hablas? Debemos salir de aquí, vamos.

No tengo mi navaja y tampoco mi inhalador. Hace unos minutos los tenía.

—Vinimos con más personas, ¿No es así?—él sólo me mira—Séis chicos más que casualmente fueron los que me llevaron de habitación en habitación. No puedo recordar sus nombres pero sí sus rostros.

—Kim SeokJin—recuerdo la primera habitación—Kim NamJoon, Jung Hoseok—se va a acercando—Park Jimin, Kim TaeHyung, Min YoonGi—sonríe ladinamente— ¿Buscabas esto, JoRin?—me muestra la navaja y el inhalador.

—Dámelos.

—Debiste ver como tu rostro se iluminó cuando pensaste que era ese chico que tanto amas—se burla. Intento recuperar el inhalador o la navaja pero tengo la desventaja de ser baja—Pudiste recordarlo, JoRin.

— ¿Dónde está JungKook?

— ¿Por qué no lo recuerdas tú misma? El pobre dio todo por ti hasta el último momento.

—No está muerto.

— ¿Por qué? ¿Por qué tus pensamientos te lo dicen?—bufó—Eres una hipócrita, JoRin, sabías que él te amaba, sabías que daría todo por ti pero aun así tomaste las decisiones sola sin pensar en él—contengo las lágrimas. Si puedo recordar, ahora lo recuerdo y todo lo que dijeron antes tiene sentido—No te importó lo que él pensaba sobre ese bebé, ¿No es así?

—Era por nuestro bien...

— ¿El de ambos o sólo el tuyo?

—Dame mi navaja.

—Te metiste a su cama usando la excusa de que lo amabas, tal vez tu madre biológica te abandonó pero tú asesinaste a tu propio hijo.

— ¡Claro que no!—cuando intento golpearlo él toma mi cuello colocándome contra la pared, aprieta su agarre allí dificultándome el respirar. Mis pies dejan de tocar el suelo cuando me levanta, golpeo su muñeca jadeando—Nunca...lo usé.

— ¿Y por qué él piensa distinto?—sonríe ladinamente—Te llamó cuando fuiste a la clínica, te suplicó que no abortaras, te pidió que respondieras el teléfono.

—No podía...tenerlo—mi cabeza comienza a doler. No puedo respirar.

—Pero pudiste acostarte con tu propio hermano, ¿No es así?—ladea su cabeza— ¿Qué sucede JoRin? ¿No puedes respirar? ¿Quieres tu inhalador?—ríe disfrutando esto— ¿Quieres saber dónde está Jeon JungKook?—su rostro se vuelve serio—Encuéntralo tú misma, tienes diez segundos antes de que vaya por ti—me suelta.

Caigo al suelo tosiendo con fuerza, el chico ya no está, no tengo mi inhalador y tampoco la navaja. En resumen, estoy jodida. Me levanto sin escuchar la cuenta, algo me dice que ya está corriendo.

Me apresuro en correr a la primera puerta que veo, no tengo la más mínima idea de a donde ir, nada aquí tiene lógica. Las luces fallan a cada segundo, empujo puertas que sólo me llevan a otros pasillos, mi corazón late muy fuerte en mi pecho, apenas respiro bien, tengo segundos antes de que mi asma empeore y me deje inconsciente.

— ¿Dónde estás? ¿Dónde estás?

—Se acabó el tiempo, JoRin—me detengo al escuchar su voz—Voy por ti, traviesa.

"Mierda"

Sigo empujando puertas no por mucho, noto que el pasillo se repite varias veces, estoy en una especie de bucle o laberinto. No tengo mucho tiempo para pensar, pero sé que este tipo de cosas suele tener un patrón que desbloquea el bucle. Necesito algo que me haga saber que voy bien, miro alrededor, este pasillo no tiene absolutamente nada, paso una puerta notando que hay una mesa.

—Bien.

Avanzo notando que se van añadiendo mas cosas pero al equivocarme debo empezar de nuevo. Al empujar la puerta algo jala de mi cabello haciéndome retroceder, mi espalda choca con el suelo una vez caigo y aquel que finje ser JungKook sube sobre mí.

—Aquí estás, traviesa—me deja ver la navaja—Fin del juego.

—Aún no.

Lo golpeo con una de mis piernas, intento levantarme al quitármelo de encima pero vuelvo a caer cuando jala de mis tobillos, un jarrón cae al suelo haciéndose pedazos, tomo uno de esos trozos rasguñando su rostro. La navaja está a unos metros de ambos, sus manos van a mi cuello de nuevo cortándome el aire. Es mucho más fuerte que yo.

Tomo otro de los pedazos del jarrón que se rompió, esta vez lo llevo directamente a su cuello asesinándolo en el acto. La sangre sale a montón salpicándome, lo alejo de mí levantándome de inmediato con algunos mareos. Tomo la navaja y mi inhalador, inhalo dos veces el aire del pequeño aparato sintiendo que mis pulmones respiran de nuevo. Hay una puerta blanca que no había visto antes, está al final del pasillo, camino a ella sintiendo mi cuerpo adolorido. Miro hacia atrás llevándome la desagradable sorpresa de que no hay cuerpo allí.

—Joder—me apresuro en llegar a la puerta blanca.

—Joder—me apresuro en llegar a la puerta blanca

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Face Yourself #01 • BTS (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora