Narra _____:
-¡_____! - Voltee y ahí estaba mi mamá.
-Debo irme, espero verte mañana Camilo - Dije sacudiendo la mano en forma de despedida.
- Si claro claro, adiós _____ - Dijo sacudiendo también su mano.
Salimos de casita y al parecer la fiesta ya estaba tranquila, caminamos rumbo a casa que no quedaba tan lejos.
Me tumbe en mi cama y mire al techo, ¿qué acababa de pasar? Jamás pensé interactuar con algún Madrigal, fue lo menos que esperaba pero no me arrepiento. Camilo era un chico tan dulce que cautivava a cualquier persona sin problema, era tan coqueto que incluso lo hacía intensionalmente.
¿Qué quiso decir con que me iba a demostrar lo contrario?
No pude consiliar el sueño un buen rato, me puse mi ropa para dormir y ya dispuesta a dormir llamaron a mi puerta.
- Soy yo - Escuche a mi mamá del otro lado.
Me apresure a abrir y la recibi con una sonrisa.
- ¿Ya dormirás? - Preguntó.
- Si, estoy exhausta - Dije tirandome a la cama y mi mamá se sentó a un lado.
- ¿Quieres hablar sobre Camilo? - No esperaba esa pregunta.
Se me fue el aire al escuchar su nombre, ¿qué rayos pasaba conmigo?
- P-pues, es un gran chico, jamás pensé que me hablara algún Madrigal y menos Camilo... - Respondí.
- Espero se lleven bien, su madre, su tía Julieta y yo fuimos unas grandes amigas de pequeñas, conozco a esas personas y me alegra que tengas amigos aquí. - Dijo alegre.
- Espero así sea, ma. - Respondí dándole una sonrisa esperanzadora.
Y así fue.
(1 mes después)
Narra Camilo:
- ¡Camilo baja a desayunar! - Grito Mirabel como de costumbre llamando a la puerta.
Estaba listo ya, acomode mi cabello y mi poncho, listo para un día más.
Fui directo a tomar mi plato y llenarlo de la comida preparada por mi tía Julieta, me senté en el largo comedor y comence a deleitarme de la gastronomía asombrosa que había en mi plato.
- Familia hoy como siempre hay que cumplir con nuestras tareas, cualquier situación no duden en avisarnos a Mirabel o a mi, ¿de acuerdo? - Dijo parándose de su asiento mirándonos a todos.
Todos asentimos y al terminar nuestra comida nos paramos en camino a nuestras respectivas labores.
- Camilo no olvides ir a ayudar a la señora Hernández, la pobre no a dormido desde que nació su bebé. - Me detuvo Mirabel.
- Si claro, pero primero iré a la plaza, veré a _____ ahí para cuidar a los niños - Le dije.
- Me parece bien, pero nada de distraerte con _____, no olvides cuando... -
- Prometo que no se volverán a revolcarse en el lodo, y tampoco dejaré que tomen café, eso fue terrible. -
- Las quejas fueron muchas, agradece que la abuela no se entero. -
- Te debo una prima - No quería un regaño de mi abuela y menos de mi mamá.
Me di la vuelta y corrí a la plaza, seguramente ya estaba _____ ahí.
- Llegas tarde niño - Dijo apuntando el reloj de la iglesia.
Me convertí en _____
- Llegas tarde niño - Dije imitando lo que hizo burlesco y volví a mi forma.
- Perdón perdón, me detuvo Mirabel pero aquí estoy. - Dije con las manos en la cintura, di un suspiro.
- ¿Y los niños? - Pregunté.- Ahí vienen - volteo a lo lejos y una estampida de infantes se acercaban.
- Hoy será un día largo... - suspire.
(...)
- Fue cansado, tuviste razón. - Dijo _____ relajando los hombros.
- Acompáñame con la señora Hernández, tengo que ayudarla con su bebé - La invite.
- Claro, mi mamá preparara la cena si quieres después de ahí vamos a mi casa. - Dijo mirándome.
JAMÁS ME NEGARÍA A COMIDA.
- ¡Si!
Narra _____:
Nos dirigimos a casa de los Hernández y nos invitaron a pasar.
- Muchas gracias por venir chicos. -
Dijo la señora con el bebé en sus brazos.- No es nada... - Dijo Camilo mutando a la señora. - Estoy listo.
La señora le entregó al bebé cuidadosamente y sin perder tiempo se echo a la cama. Como lo sospeche el bebé no se quejo en ningún momento, se quedó tranquilo en brazos de Camilo, lo arrullo hasta que se durmió y en ese momento volvió a su forma, se veía tan tierno y relajado que no sabía de donde sacaba la energía, en serio era sorprendente.
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»Todo Lo Que Quiero« ๑Camilo Madrigal Y Tú๑
Fanfic『Todo lo que quiero no es nada mas que escucharte tocar mi puerta, por que si pudiera ver tu rostro una vez más podría morir como un hombre feliz, estoy seguro. Cuando dijiste tu último adiós morí un poco por dentro, me acosté en mi cama llorando t...