Capítulo 11: No hay de otra.

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"¿Así es como se siente?"

Finalmente, tras cuatro décadas de pesadillas, cuatro décadas de dar la bienvenida al día entre gritos y temblores, había tranquilidad. Todo en negro y en silencio, no había fantasmas que le recordasen sus errores, no espectros deformes que lo culparan de algo que estaba fuera de su control.

No había nada, ni bueno ni malo, y eso era gratificante, pacifico. 

¿Al fin estaba muerto? Había forzado su cuerpo para enfrentarse a un asesino entrenado, estando fuera de forma y de práctica. La pregunta es tonta, es obvio que esta muerto ¿no?

No.

Maldición, aún no esta muerto, solo esta muy cansado, demasiado incluso como para soñar. Pero puede escuchar, un murmullo cerca, que de a poco se vuelve más claro. 

-¿Crees que despierte? Ya paso mucho tiempo- pregunto una voz juvenil, masculina. 

-Lo mantuve vivo, pero reparar o incluso detectar daño cerebral es algo muy avanzado para mi. Así que no, no sabría decirte si va a despertar- informo una voz que se notaba mayor a la anterior, femenina en esta ocasión. 

-¿Lo estas tratando en este momento?- pregunto alguien mayor a los otros dos, un hombre, se escuchaba algo más lejano a los primeros. 

-No, ya hice todo lo que podía, ahora depende de el- 

-Bien, hare guardia ahora, salgan, estiren las piernas, Ashley y Ricardo encontraron una mesa de futbolito- 

-Uy, vamos, una carrera- grito emocionado el chico, para que después de un destello se escuchara un ligero zumbido alejándose. 

-Eso es trampa pulga- regaño la chica, corriendo tras de el. 

Luego de aquello, el cuarto quedo en silencio, de vuelta a la paz y tranquilidad de antes, o así debería ser pero ahora sabe que esta vivo y sabe que no esta solo, alguien más lo acompaña en esa habitación, o donde sea que este. El rechinar de una silla al ser arrastrada lo confirmo. 

-¿Cuanto llevas despierto?- pregunto tajante del mutante. 

-Unos minutos- respondió débilmente el hombre recostado -¿Cuanto tiempo estuve dormido?-

-Cuatro días- 

-Hmmm, no estuvo tan mal- afirmo, abriendo los ojos solo para entrecerrarlos después, pues la luz sobre su cabeza era demasiado intensa -Apaga esa maldita luz- ordeno con voz ronca a lo que de mala gana su contrario se levanto para apagarla. 

-¿No tan mal?- pregunto curioso, pero manteniendo su seriedad. 

-Hubo ocasiones que estuve en cama casi dos semanas, con lo que paso no debería seguir vivo- 

-Puedes darle gracias de eso a Astra, es buena manteniendo a la gente con vida- menciono con una pizca de orgullo. 

-No como su padre- ese comentario, casi provoca un ataque por aparte del mutante, pero este logro contenerse -Es hija de Constantine ¿no?- el mutante asintió -Seh, su sentido de la moda la delata- dijo antes de sentarse, arrastrándose para recargarse en el respaldo de la cama, emitiendo varios quejidos en el proceso. 

-¿Por que fuiste por nosotros?-

-¿Donde los encontraste?- contra pregunto velozmente el mayor.

-Responde primero- exigió, cruzando sus brazos. Grayson guardo silencio un momento pero acabo por negar con la cabeza y soltar un suspiro cansado.

-Tal vez si esos idiotas me mataban sería un escarmiento suficiente para que ustedes dejaran su estúpida cruzada heroica y se enfocaran en sobrevivir, pero me salió mal. Ahora tu ¿Dónde conseguiste un grupo tan variopinto?- aunque la respuesta no le gustase la había obtenido y por lo que sabía del sujeto bien podía ser la verdad, por lo que como si hubiese firmado algún contrato, se sintió obligado a contestar. 

Old Man Nightwing.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora