SANGRE REAL [ EN EDICIÓN]

08

"Lo siento, lo siento no te conocemos", gritó Esme mientras entraba en la habitación de su hermana con Mary a su lado, quien fruncía el ceño mirando a la chica frente a ellas con los ojos muy abiertos mientras preguntaba.

"¿Ese es mi vestido?"  Las mellizas decidieron saltarse el resto de la fiesta porque querían escuchar noticias de Sebastian.

Por supuesto, últimamente las hermanas habían estado bastante distantes entre sí, no es que Mary no entendiera, pero lo que sí sabía es que probablemente tenía algo que ver con Francis al ver lo cerca que se habían vuelto los dos y si la morena no estaba con Francis, ella estaba con Lola y Kenna haciendo todo lo que está a su alcance para evitar a su melliza.

Esme se sintió muy mal por mentirle a Mary y ocultar sus sentimientos por el chico con el que está comprometida la melliza mayor, pero fue solo porque no quería lastimar a nadie, pero no sabía que Mary ya sabía lo que sentía su hermana por Francis, ya que conocía a su hermana como la palma de su mano.

"Su Gracia, Su Alteza, perdóneme", suplicaron las mujeres mientras miraba a las dos hermanas, "es tan hermoso, el sastre me lo dio para devolverlo, y yo, pensé, nunca debería"

Mary y Esme intercambian una  mirada confundida cuando la chica comenzó a agarrar sus brazos con fuerza, "¡Mi piel está en llamas! ¡Mi piel está en llamas!"

Esme jadeó aferrándose a la mano de su hermana con fuerza mientras miraba a las mujeres con preocupación, quienes de repente se encorvaron gimiendo de dolor, lo que hizo que la morena frunciera el ceño mientras daba un paso adelante y preguntó: "¿Pasa algo?"

"¡No, quédate atrás! ¡Está envenenada!" Las mujeres advirtieron a las dos cayendo al suelo gritando en agonía, "mi piel está ardiendo. ¡Está ardiendo!"

Esme arrastró a su hermana fuera de la habitación corriendo por el pasillo mientras gritaba: "¡Guardias, que alguien nos ayude! ¡Que alguien nos ayude! ¡Por favor, guardias!".

Un poco más tarde, Esme y Mary volvieron a entrar en la recámara con algunos de los guardias franceses y Francis, que había comenzado a buscar en la habitación a las mujeres que estaban aquí no hace mucho.

Mary y Esme intercambiaron una mirada de confusión mientras miraban, fruncieron el ceño, lo que hizo que Mary señalara en la dirección donde estaban las mujeres antes de que ella y su hermana fueran a buscar ayuda y gritó en voz alta: "Estaba justo allí en el suelo, se estaba muriendo, ¿a dónde podría haber ido?"

"Se llevaron la evidencia, quienquiera que haya hecho esto falló en su intento contra ti", dijo Francis mirando directamente a Mary, pero miró a Esme con una mirada de preocupación en su rostro al ver el estado en el que se encontraba antes de centrar su atención en los guardias y les dijo:  "¡Ve! ¡Ahora! Un asesino con una niña moribunda no podría haber ido muy lejos, ¡Ve! ¡Ve!"

" ella estaba justo alli, ¿Cómo es posible que alguien haya escapado con ella?", preguntó Mary sacudiendo la cabeza con incredulidad, lo que provocó que Esme enfocara su atención en los dos con una mirada de reconocimiento en sus ojos, agarrando la mano de Francis mientras lo arrastraba hacia la puerta del pasadizo secreto.