SANGRE REAL [ EN EDICIÓN]

26

Esme estaba sentada frente al fuego con su chal bien envuelto alrededor de ella tratando de despejar los pensamientos que actualmente atormentaban su mente.
No pudo evitar mirar la marca que tenía en su mano, estaba preocupada porque Sebastian sabía que tendría que tomar una vida inocente para salvar la de ella.

Sebastian haría cualquier cosa para salvar a la niña que era como una hermana pequeña para él y por sus sentimientos hacia Mary. 
Las mellizas eran extremadamente cercanas y si alguna vez vieras a una de ellos, la otra no estaría tan lejos y si Mary alguna vez perdiera a su hermana, no podría lidiar con eso, ya que son la mitad de la otra y son parte de la otra.

Esme recordó las palabras de Francis cuando pensó que los dos estaban resolviendo las cosas, pero parece que volvieron al punto de partida.
La princesa estaba irritada con el Príncipe de Francia y pensó que querían las mismas cosas, pero no lo culpó, ya que tenía cosas más importantes en mente, como su hermano y tratar de salvar la vida de Esme para que no se convierta en un daño colateral un sacrificio. 

"¿Sebastián ha regresado?", cuestionó Esme a Sarah, saliendo de sus pensamientos y mirando a la sirvienta rubia por encima del hombro, quien negó con la cabeza en respuesta, manteniendo los ojos fijos en Renesmee y respondió: "Todavía no".

La morena resopló dándose la vuelta para mirar el fuego y preguntó, "y le dijiste a sus sirvientes que avisaran de inmediato"

Sarah, que estaba en la cama de Esme, asintió con la cabeza, volteando su atención hacia la princesa y le dijo: "Lo hice Milady, necesitas descansar".

La morena dejó escapar un suspiro jugando con su anillo en el dedo y murmuró en voz baja "Sí, el miedo es agotador, especialmente cuando no tengo idea de quién me envió esa advertencia y podría ser cualquiera en el castillo" Esme se apagó con una mirada de preocupación en su rostro antes de sacudir la cabeza y dirigir su atención a su doncella "ven y siéntate conmigo, Sarah cuéntame algo sobre ti que no sepa".

Sarah se rió entre dientes ligeramente divertida mientras se acercó a la princesa de Escocia y comentó, "debe haber alguna historia que encuentres más divertida que la mía ¿Algún cuento de hadas tal vez?" Sugirió mientras se detenía al lado de la morena.

"Uno con un final feliz" Esme se quejó por lo bajo mirando con anhelo el fuego mientras Sarah extendía su brazo hacia la morena y preguntaba con curiosidad: "¿Te lo devuelvo?"

Esme se volvió hacia la criada pero sus ojos se abrieron con horror en la misma marca que estaba en su mano también estaba en la de Sarah.
Esme sostuvo el palo de fuego en su mano con fuerza alejándose de la criada, dándose cuenta de que ella era una de los paganos que sacrifican a personas inocentes y siseó con dureza: "¡Mentiste! Nos dijiste a mí y a Mary que nunca habías visto el collar, pero eres el que lo había puesto en mi almohada".

Sarah se levantó el vestido tomando una daga que estaba enganchada alrededor de su muslo y apuntó amenazadoramente hacia Esme, quien frenéticamente gritó: "¡Guardias!"