SANGRE REAL [ EN EDICIÓN]

28

Al caer la noche, Kenna se abría paso por el castillo cuando entró en la habitación donde los hombres del conde Vincent estaban sentados riendo y bebiendo juntos cuando uno de los hombres se lamió los labios mientras sus ojos escaneaban su cuerpo mientras llamaba y cuestionaba a la hermosa morena, "¿adónde vas, linda?"

"Disculpe" Kenna habló en voz baja moviéndose incómodamente mientras trataba de pasar junto a él solo para que el hombre bloqueara su camino enviándole una mirada seductora y con curiosidad preguntó "¿ y por qué tanta prisa?".

Kenna entrecerró los ojos al hombre rubio frente a ella cruzando los brazos sobre su pecho sin querer nada más que dejar su presencia mientras espetaba, "¿y quién eres tú?"

El hombre rubio le sonrió a la morena de una manera burlona mirando a Kenna con lujuria "Descubrirás que soy muy buena compañía no como estos perros", comentó con aire de suficiencia, señalando a sus amigos detrás de él, lo que provocó que Kenna se burlara con disgusto.
se alejó, pero él la agarró de los brazos y la empujó hacia la mesa, lo que la hizo gritar frenéticamente: "¡Quítame las manos de encima! ¡No tienes idea de con quién estás tratando!"

"Oh, ¿con quién estamos tratando?"  Cuestionó con curiosidad con una sonrisa divertida en su rostro mientras Kenna continuaba luchando en su agarre y ella murmuró suavemente entre dientes: "Soy una amiga especial del rey".

El hombre no pareció molesto por lo que ella había dicho se encogió de hombros casualmente mientras se reía levemente y sarcásticamente preguntó: "El rey está fuera, ¿no?"

Esme y Mary entraron en la habitación con la melliza más joven lanzando una mirada acalorada al hombre que tenía a Kenna en sus manos y gritó con dureza: "¡Déjala ir! Soy la princesa de Escocia y ella es mi dama Kenna, sube las escaleras". 

Kenna dirigió su atención a las mellizas escocesas con una mirada de alivio en su rostro, pero él no la soltó mientras miraba a Esme por encima del hombro y espetó "ella está bien aquí".

El Conde Vincent, que escuchó la voz de Esme, caminó entró en la habitación mirando a su alrededor confundido y preguntó: "¿Pasa algo, Su Alteza?"

Esme pudo hablar haciendo que el conde dirigiera su atención a las mellizas Stuart con un encogimiento de hombros y dijo, "los soldados deben tener sus indulgencias"

Mary apretó la mandíbula y compartió una mirada con su hermana antes de volverse hacia el Conde Vincent con una sonrisa falsa en su rostro y dijo: "Por supuesto, Conde, usted sabe mejor es solo que Lady Kenna sería muy útil para mí y  Renesmee de hecho, ahora que eres el amo de este castillo humildemente pido que mis damas escocesas, mi hermana y yo nos retiremos a nuestras habitaciones mientras negocias con los franceses oh, por tu misericordia"

El conde Vincent miró a Mary cuando su mirada aterrizó en Esme, quien mantuvo sus ojos fijos en el hombre que sostenía a su amigo más cercano con fuerza, pero dejó escapar un suspiro de derrota y exhaló: "Supongo que las reinas y las princesas también deben tener sus indulgencias, confío en que regrese, que Renesmee, usted y sus damas se unirán a nosotros para la fiesta de esta noche".