3.

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Después de varios días trabajando en la tienda y ya que T/N había conseguido ganarse la confianza de Baji, le dio el dinero como lo prometió.

Consiguió el dinero justo a tiempo. Puntualmente el señor que le cobraba la renta había llegado a tocar a su casa.

—Espero que haya podido conseguir el dinero, señorita —dijo el señor.

—Aquí lo tiene —le tendió un sobre con el dinero dentro.

—Supongo que no le molestará si lo cuento.

—Adelante —insistió T/N.

—Excelente, está todo —guardó de vuelta el dinero en el sobre— Veo que usted y yo nos entendemos, señorita ¿Cuál es su nombre?

—T/N —dijo secamente.

—Un hermoso nombre para una hermosa mujer, yo soy Darío. Una lástima no haberla conocido antes.

—Ahora ya me conoce y le prometo que seré puntual con los pagos.

—Quizás para el próximo mes pueda hacer una excepción y darte más tiempo para pagar —la desnudaba con la mirada. T/N se sentía incomoda.

—Si ya terminó de contar, ya se puede retirar, señor —dijo Baji detrás de Darío.

—Cierto, lo mejor será que me vaya —al ver a Baji ahí no dijo nada más y se marchó— Nos veremos pronto, T/N.

T/N solo lo ignoró y fue con Baji. Estaba sorprendida de verlo ahí, pero había sido un alivio que la salvara de el hombre.

—¿Qué haces aquí? —preguntó T/N.

—Vine a ver si ya habías pagado tú deuda y para ver como estabas.

—Pero ¿como sabes donde vivo? —quiso saber la chica.

—Pues, te seguí hace unos días —Baji se rascó la cabeza— Perdón pero es que...

—Sí, lo sé, no confías en mí, da igual. Gracias por salvarme de ese tipo, creí que nunca se marcharía.

—Es muy desagradable ese hombre —observó Baji

—No tengo de otra —T/N encogió los hombros.

—¿Pará ti nunca hay de otra?

—Dime ¿qué otra opción tengo? Dudo encontrar un lugar más varato.

—No, pero desde que te conocí tú respuesta siempre a sido la misma.

—Es que es la verdad, Baji mis opciones son muy limitadas.

—Siempre puede haber más, solo necesitas buscarle.

—Lamentablemente, no todos son como tú y no me ayudarán tan fácilmente —T/N entró a su casa— Gracias por venir a ver como estaba, pero si solo vienes a regañarme mejor vete. Te veré mañana en el trabajo.

—Espera —Baji agarró la puerta antes de que T/N la cerrara por completo— ¿Hay algo de lo que quieras hablar?

T/N lo dejó pasar. No quería ser grosera con él y cerrarle la puerta, al fin y al cabo sino fuera por él, estaría haciendo las maletas para marcharse del departamento.

—Ahora puedes comprobar que no vivo con un grupo de rateros y no te mentí para que nos dieras el dinero para gastarlo en drogas y alcohol y traicionarte.

—Ja, ja, ja, para otras cosas si tienes mucha imaginación —se acercó al sillón y tomó asiento.

T/N estaba parada como una estatua en la puerta, nunca había tenido visitas y no sabía que hacer.

Sola (Baji x lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora