8.

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Baji llevó a T/N sana y salva a su departamento. Por última vez le dio las gracias por todo lo que pasó aquella noche y el chico se marchó.

Antes de que T/N lograra entrar por la puerta, Viviana salió a hablar con ella. Al parecer la había estado esperando todo el día.

—T/N —se acercó a ella—, nos llegó esto.

Acercó un papel que aunque no sabía de lo que se trataba, tenía una idea de lo que podría ser y no le daba buena espina.

—Tuve que recibir el tuyo porque no estabas, espero no te moleste.

Comenzó a leer el documento —En una semana —suspiró.

—Puedes ausentarte sino quieres ir, pero creo que tú testimonio sería el mejor.

—Iré solo para ver como lo condenan a prisión y paga por lo que intentó hacerme —dobló el papel.

—Todavía tienes tiempo para pensarlo bien. Estás en todo tú derecho si no quieres ir.

Se dijeron buenas noches y cada una entró a su casa. Una sensación de nervios le llegó a T/N. Tenía que ir al juicio de su padre y declarar todo lo que había hecho. Aunque le dijera a Viviana que quería verlo, la realidad era que quería todo lo contrario, no podría mirarlo a los ojos ni estar en el mismo lugar que él. Habría gente que no dejaría que le hiciera daño pero aún así le aterraba volver a verlo. Fueron estos pensamientos los que no la dejaron dormir y el insomnio no era bueno para alguien que al día siguiente tenía que levantarse temprano para ir a trabajar.

Así estuvieron todas sus noches. No dejaba de pensar en lo que pasaría y su ansiedad estaba llegando a su limite. Las ojeras se le marcaban en su rostro, se distraía durante el trabajo e incluso llegó a vomitar varias veces por los nervios.

—Baji —se acercó a él momentos antes de cerrar la tienda— Mañana no podré venir a trabajar. Hay unos asuntos que necesito hacer.

—¿Qué tienes que hacer? —la cuestionó.

—Asuntos personales —no estaba segura en decirle— muy aburridos que si pudiera evitarlos no los haría.

—Tienes que decirme la verdad porque aparte de ser tu jefe soy tu novio —advirtió.

—Mañana es el juicio de mi padre —soltó.

—Oh, así que por fin mañana meterán a prisión por muchos años al idiota de tu papá —sonrió— Yo voy contigo.

—No tienes porque ir a algo tan aburrido.

—Sí tengo porque eres mi novia, ademas quiero conocer a mi suegrito.

—Admito que tu compañía no me vendría mal.

—¿Es por esto que tienes ojeras? Por el juicio.

—No creí que se me notaran tanto. —El chico acercó su mano al rostro de T/N para acariciar su mejilla.

—Desde hace unos días que te he notado rara, no te pregunté porque quería que tuvieras la iniciativa de decirme, pero veo que si yo no te pregunto no me cuentas nada.

—Perdón...

—No te disculpes —se acercó mas a T/N— entiendo que esa es tú forma de ser. ¡Kazutora! ¡Chifuyu!

—¡¿Qué?! —gritó Kazutora.

—Dime, Baji —se acercó al pelinegro.

—Mañana ustedes se harán cargo de la tienda. T/N y yo tenemos cosas que hacer.

Chifuyu y Kazutora voltearon a verse sorprendidos.

—Inviten o qué —dijo Kazutora.

—No, queremos pasar tiempo de pareja solos. No te queremos de mal tercio —bromeó Baji.

Sola (Baji x lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora