Sola (Baji x lectora)

7.

—Escuché que pusieron una pequeña feria no muy lejos de aquí —informó Chifuyu apoyado en el mostrador de la tienda— Hay que ir saliendo de trabajar. 

—Por mí está bien —aceptó Baji quién estaba colocando a un gato en su jaula. 

—Un poco de diversión no hace daño —dijo T/N. 

Kazutora era el único que no respondía. Ambos chicos lo miraban fijamente esperando su respuesta. 

—De acuerdo —dijo finalmente.  

T/N estaba ansiosa por terminar de trabajar y cerrar la tienda para salir y divertirse por primera vez con un grupo al que consideraba sus amigos. También porque podría pasar más tiempo con Baji fuera del horario de trabajo. 

—Espero que no vayas a cometer una tontería, rata—le advirtió Kazutora a T/N. 

—No te preocupes, no voy a robar algún puesto. 

—No me molestaría si lo hicieras, pero mi silencio tiene un precio, T/N—bromeó. 

—Aww, es la primera vez que me llamas por mi nombre. 

—Silencio, rata. 

Aunque no lo pareciera, Kazutora y T/N se llevaban mejor. Por fin había comprendido el porqué Baji hizo lo que hizo y entendió que no era una mala persona. 

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Cuando llegó la hora, no fue capaz de controlar su emoción. Se cambió el uniforme lo más rápido que pudo y salió. 

—¿Y los demás? —preguntó a Chifuyu al no ver a Baji y Kazutora. 

—Están fuera esperando en sus motos. Yo solo estaba esperando a que salieras para cerrar la tienda e irnos. 

En ese instante un ruido de una moto que parecía arrancar pero sin avanzar llegó hasta sus oídos provocando uno de los ruidos más castrantes para T/N y para el vecindario completo. Ambos salieron finalmente de la tienda y como era de esperarse, Baji y Kazutora eran los causantes del ruido. 

—¡Ya basta! —habló alto para que pudieran escucharla— ¡Ya estamos aquí! 

Kazutora lo hizo una última vez para hacerla enojar. T/N subió a la moto de Baji y una vez se colocó el casco, comenzaron el camino hacía la feria. 

Baji era el más atrasado pues al llevar a T/N sentía la responsabilidad de cuidarla y aunque a ella le gustaba saber que se preocupaban por ella, también quería saber lo que se sentía la velocidad. 

—Acelera, flaco —pidió a Baji. 

—¿Estas segura? —volteó a verla con una sonrisa pícara. 

—¡Si, dale! 

—Agarrate bien —apretó un poco más el cuerpo del chico— Vamos, agarrame más fuerte, no tengas miedo de lastimarme, que sino, te caerás. 

Obedeció y apretó lo más que podía. Sus cuerpos estaban completamente juntos, T/N recargó su barbilla en el hombro del chico. Comenzó a acelerar, sentían todo el viento golpear en su rostro, se escuchaban zumbidos cada que adelantaban un carro. T/N tenía una sonrisa por la adrenalina que estaba sintiendo. Al llegar a un semáforo en rojo, plantó un ligero beso en la mejilla de Baji haciendolo sonrojar. 

—Milagro. 

—¿Qué? —se extrañó T/N. 

—Siempre era yo el que daba los besos, no el que los recibía. 

Kazutora estaba a un lado suyo observándolos. 

—¿Por qué no te llevo yo el resto del camino, T/N? —propuso.