~𝑀𝒾 𝓂𝑒𝓉𝒶~ ~III~

~13~

~Familia Bakugo~

~Narrador omnisciente~

Envuelto en el mundo de los sueños se encontraba nuestro protagonista, no parecía estarla pasando del todo bien, se movía de manera inquieta sobre su cama, creo que algo perturbaba su descanso. Tendríamos que estar en su sueño para saber lo que le ocurría realmente.

¿Y por qué no?

Queridos lectores entraremos a un recinto prohibido para cualquier ser vivo.

Los sueños de Katsuki Bakugo.

~Narra: Katsuki Bakugo~

Abrí los ojos con molestia al sentir una intensa luz, cerré los ojos con más fuerza. Que fastidio le dije a la vieja que quería dormir hasta tarde. ¿Por qué me despertaba?

Termine de despertar solo para darme cuenta que realmente no estaba en mi cuarto...pacería ser solo un pasillo interminable. Intente crear una ligera explosión en mis manos, pero mi don no funciona, quiere decir que es un tonto sueño. Un estúpido sueño.

Empecé a caminar, no avanzaba absolutamente nada, ¡¿Dónde demonios se supone que estaba?! De pronto el camino frente a mí era completamente iluminado. Me guiaba a un lugar en específico.

Pero de nueva cuenta no podía avanzar. Una fuerte voz resonó en todo el lugar, desvaneciendo todo a su paso, dejándome en la oscuridad de nuevo.

—Solo puedes escoger un lado Izuku Midoriya —¿Deku? ¿Ella también estaba aquí?

—¿Un lado? —lo que escuchaba ahora era la tierna voz de Deku, segundos después su silueta apareció no muy lejos de donde yo estaba, quise dar un paso para acercarme, pero fui detenido por un cristal frente a mí, miré a los lados y estaba en una caja de cristal.

—Debes tomar la decisión correcta —ella empezó a caminar alejándose de donde yo estaba, intente gritar, provocar una explosión, nada la alcanzaba. Era como si realmente yo no estuviera ahí, solo la miraba irse, como ella me dejaba a atrás.

Gritaba con fuerza su nombre y golpeaba el cristal, nada parecía ser lo suficientemente fuerte, para lograr detenerla...no...no...¡NO!

—¡IZUKU! —grite con fuerza, el cristal estallo y todo quedo de nuevo en la oscuridad.

Quede sentado en mi cama, respiraba de manera agitada, solo fue un sueño...una estúpida pesadilla, escuche un quejido, mire hacia el suelo la pulga se cayó por mi culpa, estire mi brazo y la sujete dejándola sobre mis muslos.

Acaricié su orejita en manera de disculpa, y lo que recibí en respuesta fue un ladrido, la pequeña Midori si era parecida a mi bella Deku.

—Estúpidas pesadillas —me recosté de nueva cuenta para tomar el celular que estaba en cajonera, eran las 9:30...logre dormir, aunque al final fue un fiasco. Sentí las pisadas de la perrita en mi abdomen y ahora estaba recostada en mi pecho, pasé con cuidado mi mano libre por su lomo.