Un amor del pasado regresa , ella no sabía que él era el padre de si hija. Ella volverá a enamorarse de él . ¿Que pasará cuando ella se entere que ellos ya se conocían? ¿Podrán estar juntos?
{THE VAMPIRE DIARIES S2-4}
{OCXKLAUSMIKEALSON}
{LIBRO UNO...
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—❤︎—
Según Rebekah, un roble blanco había crecido años después de que los originales se marcharan de lo que en ese momento era Mystic Falls. Así que decidimos hablar con la alcaldesa para obtener más información sobre ese árbol, cuya madera podría matar a un original con una estaca.
-Pensé que, como directora de la Sociedad de Preservación, sería una buena persona a la que preguntar sobre los árboles más antiguos-comenté.
-Las mujeres Lockwood solían tener esa información antes de que todos tuvieran trabajos-añadió Rebekah.
Fuimos al archivo de los fundadores, pero no logré encontrar ningún registro del árbol que buscaba, mencioné frustrada.
-Probablemente lo talaron. Los árboles grandes se usaron para construir la mitad de este pueblo en el siglo pasado-sugirió Rebekah.
Levanté la vista y me encontré con los hermanos Salvatore, quienes a veces eran más problemáticos de lo que valían.
-¿Saben quién llevaba los registros de los aserraderos durante ese período?-pregunté.
-En aquel entonces, toda esa documentación la tenían los Salvatore-rodé los ojos.
Habíamos dejado a la alcaldesa para acercarnos a los Salvatore y ver si podíamos averiguar algo sobre ese maldito árbol que ya me estaba poniendo de mal humor.
-En 1912, mataron a un Salvatore-escuché que decía Damon.
-¿Y a cuál Salvatore mataron?- preguntó Rebekah.
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- ¿Entonces, Zachariah Salvatore era su sobrino?
- Nuestro padre tuvo un hijo con una empleada durante la Guerra Civil. Pero, como todos sabían, Stefan y yo estábamos muertos. El nombre de la familia tenía que continuar en algún lugar.
- ¿Tu familia era propietaria de los aserraderos? - pregunté.
- Tienen muchas interrogantes - comentó.
- Investigaba la historia del pueblo. Después de todo, aquí crecí - se excusó Rebekah rápidamente.
- Sabes que no necesitas ocultar tus verdaderas intenciones, querida Beks. Si deseas más intimidad, solo dímelo.
- ¡Qué repugnancia! - murmuró.
- Antes no lo llamabas igual, lobita - le lancé una mirada desaprobatoria.
