Debido a la sorpresa, había dejado caer la flor al suelo. Sintiéndose torpe, Yixing se apresuró a recogerla y la puso de nuevo sobre el estanque, para luego inclinarse en una profunda reverencia.
—Su majestad —lo saludó.
Junmyeon escuchó su suave voz y su corazón latió de forma extraña.
—¿Quién eres? —le preguntó, invadido por la curiosidad y por la confusión.
—Soy Yixing —el desconocido respondió con voz contenida—, Zhang Yixing.
—¿Qué haces aquí, Yixing? —Junmyeon preguntó, saboreando ese nombre tan bello, digno de su dueño.
—Mi padre está con el rey. Me dijeron que podía esperar aquí —Yixing se explicó, esforzándose porque su voz no sonara como un suspiro.
El dueño del embriagante aroma que había captado al llegar, estaba de pie frente a él y se trataba del vampiro más hermoso que hubiera tenido la oportunidad de ver. Las pocas ilustraciones que había visto de él en un par de los libros más recientes no le habían hecho justicia a su belleza. El príncipe Kim parecía tan irreal, sublime...
—¿Eres humano? —el príncipe preguntó interrumpiendo sus pensamientos.
Sorprendido, Yixing clavó sus ojos en los del príncipe. Toda su existencia empezó a hundirse en esas pupilas azules, tan semejantes al océano.
—No, su majestad, soy un vampiro, nacido de vampiros —Yixing dijo, sin sonar presuntuoso.
—Perdona es que... hueles tan... —el príncipe se detuvo, pareciendo avergonzado.
Yixing lo miró con atención, esperando a que continuara.
—Lo siento, no estoy siendo amable —el príncipe murmuró y soltó una risita llena de incomodidad.
A Yixing le pareció adorable. Sus sentidos, de por sí atontados, se adormecieron un poco más al escuchar el sonido de su risa. Quiso dar un paso más cerca de él, sin importar si fuera inapropiado, pero no pudo, sus pies parecían anclados al suelo. Se limitó a regalarle una pequeña sonrisa, para hacerle saber que estaba bien; no se sentía ni un poco ofendido por su curiosidad.
Un profundo hoyuelo se dibujó en una de las mejillas del desconocido y Junmyeon enmudeció. Por un instante, se quedó en blanco, vencido por esa angelical sonrisa. Pensó que Yixing hubiera encajado mejor entre los ángeles. Se reprendió internamente por mostrarse tan idiota, pero es que sus pensamientos se habían vuelto muy confusos. Exhaló con fuerza e intentó aclarar su mente.
Yixing apretó sus labios mientras el príncipe inspeccionaba cada milímetro de su rostro. Por alguna razón que no entendía, sentía una irrefrenable necesidad por acercarse a él, aunque al mismo tiempo sentía que necesitaba huir de ahí para calmar su acelerado corazón.
—Déjame beber de ti —el príncipe pidió de pronto, sacándolo de sus conflictivos pensamientos.
Yixing llevó una mano a su cuello y lo miró. Un desconocido calor se disparó por toda su piel y su corazón latió con más fuerza ante la idea de ser mordido por el príncipe. Nunca nadie había bebido de él, pero ¿cómo podría negarse? Era el príncipe, no podía decirle que no. No quería decirle que no. El deseo se encendió desde lo más profundo de su ser, golpeándolo con tanta fuerza que lo hizo jadear.
—Discúlpame, está bien si no quieres —Junmyeon dijo, avergonzado de haberlo pedido de esa manera.
¿Qué le pasaba? Ni siquiera se conocían, pero algo dentro su ser le exigía acabar con la distancia que los separaba para tocar su piel y probar el sabor de su sangre.
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3. MASK [Sulay]
FanfictionYixing es alguien común que sueña con viajar por el mundo y Junmyeon es un príncipe que anhela el día de su coronación. Jóvenes e inexpertos, se encuentran por primera vez en un jardín lleno de nelumbos y no son capaces de resistirse a la atracción...