✰ᕼIᑎᗩTᗩ ՏᕼOYO✰

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—SÍ, mamá. No te preocupes, serán algunos meses.— dijo aquel pelinaranja mientras caminaba por el aeropuerto siendo custodiado por 3 guardaespaldas.

Claro que voy a preocuparme, sigues siendo mi pequeño.

—Tu pequeño ya tiene 23... —rió suavemente.

—No interesa. Asegúrate de tener cuidado. Además, claro que estaría preocupada con lo de- —antes de llegar a finalizar su oración, el más joven interrumpe, incómodo.

—¿Podemos no hablar de eso...? Por favor.

Está bien — suspiró la mujer al otro lado del teléfono—. Mucha suerte hijo.

—Gracias mamá. Saluda a Natsu por mí.

Por supuesto.

La llamada acabó segundos antes de salir de aquel gran lugar y ser recibido por flashes de cámaras, aplausos agudos y gritos de fanáticos ensordecedores. Este les saludó con una enorme sonrisa, firmó algunos autógrafos y aceptó tomarse fotos para finalmente subir al auto que lo estaba esperando.

—¿Cómo estuvo el viaje?

—Agotador — suspiró—. Pero estoy muy emocionado —habló iluminado.

—Tu primer concierto en Japón, debes estar nervioso —comentó aquel rubio viendo algunas cosas en su teléfono.

—Un poco...pero sé que tienes todo controlado.

—Soy el mejor manager Shoyo, claro que todo saldrá a la perfección.

—Como digas Keishin-san —soltó una risa.

Hacía mucho tiempo no estaba en Japón, su agenda estaba tan apretada allí en Corea que no tenía tiempo de tomar unas vacaciones y volver de visita a su país natal. Pero esta gira era la oportunidad perfecta para regresar y más aún alejarse de sus dolores de cabeza y corazón.

—Oh, es cierto. Tienes la nueva canción bien ensayada ¿verdad? Mañana es la primera función.

—Más que ensayada.

—Genial, iremos a tu departamento para que descanses y mañana temprano comienzan los ensayos con la banda y los bailarines ¿entendido?

—¡SÍ!- respondió alegre.

Después de unos minutos más, había llegado a su hogar temporal. Era lo suficientemente grande para él y la vista a la ciudad era simplemente espectacular. Dejó sus maletas de lado por un momento, ordenó comida a domicilio y se quedó allí en silencio por un rato, pensando.

"¿Estará bien?"

Esa fue su primera duda y así muchas más vinieron, de no ser por el timbre, se habría hundido en aquel océano de preguntas que solo lo harían sentir peor. Debía seguir adelante. Y esa canción era su puerta a ese importante objetivo.

"Voy a olvidarte sea como sea."

Y así comenzó a organizar el resto de su día, el concierto era su prioridad en ese momento y nada ni nadie debía distraerlo de ello.

Y así comenzó a organizar el resto de su día, el concierto era su prioridad en ese momento y nada ni nadie debía distraerlo de ello

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