BRN - Jason Todd-

023

- Si... Claire... Soy yo... ¿Qué pasa conmigo? - Decía para mí. Me estaba quedando un poco mal, después de ese episodio...

Seguía tratando de comprender porque había tratado de quitarme la vida... no solo había sido por mi duelo por la muerte del joven Todd, había un factor externo el cual no llegaba a comprender, o ¿era un factor interno? No lo sé, pero me estaba volviendo loca.

Por momentos parecía que estaba totalmente bien, al fin y al cabo ya habían pasado meses de la muerte de Jason, aunque esas cosas nunca se superan, pero no sentía que fuera por ello, o por él. Al final del día terminaba en un pequeño bucle donde no podía salir sino me quedaba dormida, y cada noche era lo mismo, como ayer... 

- Buenas noches Linda, que tengas un excelente sueño. - Me despedí como de costumbre de Linda, y esta sonrío, cerrando la puerta con delicadeza. 

Estaba a punto de dormirme cuando pasó... ¡No de nuevo! Un dolor fuera de la imaginación humana apareció en mí, sentía como me desgarraba por dentro y gritaba sin consuelo. Ninguno de mis empleados parecía oírme, era como si estuviera en otra dimensión, pero sin salir de la mía. 

Comencé a tomarme de la cabeza y empezar a buscar como loca una jeringuilla, la cual contenía una dosis de un calmante que me había dado Bruce, cuando la encontré la inyecté en mi sistema con fuerza y después poco a poco sentí como el dolor iba desapareciendo y luego abrí los ojos y ya era de día, yo estaba en cama como si nada hubiera pasado la noche anterior.

Ya me había acostumbrado a aquellos episodios, pero aunque fuera así, seguían siendo bastante dolorosos. Consideré tomar pastillas para dormir, pero las tengo totalmente prohibidas por parte de Richard... así que mi única solución cada noche era inyectarme con un poco de ese calmante que utilizaba mi padre para sus enemigos. 

Claro que no me gustaba hacerlo, pero no me quedaba otra opción hasta que mis amigos de Central City descubrieran lo que tenía, y vaya que ya tenían bastantes problemas allá, así que no sería una solución muy rápida para mí. 

Richard me había invitado a comer para hablar conmigo, debido a que llevábamos ya mucho tiempo sin hablar a solas, debido a mis "pequeños problemas de sueño", como solía llamarlos ante otras personas.

Cuando llegué a la mansión, Richard ya me esperaba en la mesa, se levantó para saludarme con un beso en la mejilla y movió mi silla para que me sentara, después el se sentó enfrente de mí.

POV's Narrador. 

La cena estaba yendo muy bien, la plática no iba mal, para haber sido la primera después de mucho tiempo.

- Sí... mis episodios no han ido mejorando, pero mínimo estoy contenta de que no aumenten la intensidad.

- Me alegro que al menos no sean peores que la última vez que me dijiste. - Comentó Richard a la joven. 

La cena continuó entre risas, dejando de lado que Claire ya sabía lo que le esperaba esa noche. 

Richard trató de dejar atrás su semblante serio por ella, porque quería hacer que se sintiera bien al menos por un tiempo, antes de que pasara por lo mismo de nuevo. Las risas continuaron un buen rato, sin duda el chico se estaba esforzando en los chistes, aunque a la chica le parecían bobos.

Aunque no contaban con que alguien los veía.

POV's Claire Winn.

La cena concluyó al cabo de una media hora de charla más, ya era tarde y sabía que tenía que irme lo antes posible para poder lidiar con mi pequeño problema... Me despedí cordialmente de Grayson. 

- Gracias joven Grayson, fue muy placentero dejar de lado lo que ya sabemos... por un momento. 

- No es nada, sabes que estoy aquí para ti, en lo que sea. - Sonrió, y luego dejó un beso en mi mejilla. - Espero que la noche hoy sea diferente y no tan mala. 

- Gracias de nuevo, adiós. - Me despedí con una última mirada y salí de la mansión Wayne. 

Me dirigí a mi carro y luego subí a el, coloqué mis manos sobre el volante y lo encendí. Tiré mi cabeza al volante con desesperación y luego simplemente las lágrimas salieron de mis ojos, y estaba envuelta en un llanto que parecía no tener fin para mí, aunque fuera normal ya... o quitaba el hecho de que me doliera hasta el alma, no solo mi problema... sino, Jason... 

Odiaba el sentimiento de que él ya no estaba conmigo, aunque ya habían pasado meses de ese suceso, seguía constante en mí. Me limpié las lágrimas que corrían por los pómulos de mis mejillas con mi abrigo, y decidí emprender mi viaje a casa. 

Cuando llegué a casa, entré por la puerta trasera y comencé a caminar sigilosamente, pero rápido a mi habitación,  llegué y me tiré en la cama, sin notar nada a mi al rededor y comencé a llorar desconsoladamente. 

Sin esperarlo, una mano me tocó el hombro y lo golpeé de inmediato. 

- Tranquila Claire. 

- ¿Cómo sabes mi nombre? ¡Maniático! - Grité sin esperanza que respondiera. Un hombre de casco rojo y de chaqueta de cuero había entrado a mi habitación, como si nunca me pasara. 

- Ya mucho tengo con que entren mis trabajadores, ahora un tonto. - Lo sé, lo dije con mucha tranquilidad, pero ¿qué es lo peor que me podría pasar? Ya no hay nada que me asuste más que mi problema. 

- ¿Puedes solo salir de aquí?, prometo no llamar a la policía. - Dije, pero ni se inmutó, claro, yo soy la loca aquí.

De repente se levantó el casco, dejando ver una cabellera ondulada, y luego.... 

- ¿Jason...?