...
Lena
Acelera su paso y al llegar a la habitación azota la puerta con fuerza. No podria decir que me alegra que se comporte de esa manera pero por otra parte es un alivio. Luchar contra la calentura que siento cuando ella se me acerca es prácticamente imposible.
Paso de largo y camino de nuevo a la cocina. Los hombres se han amontonado y las empleadas continuan en shock, especialmente Ana que llora desconsolada.
La verdad no siento ningún remordimiento, apesar de ser yo quien le diera un tiro en la frente a su enamorado.
Fué uno de los hombres a los que escuché hablando estupideces sobre Kara. De seguro quiso pasarse de listo y aprovechar el momento. Frunzo el ceño al recordar la frase de Mike. "Nadie aparte de mí puede tocarte!" Si el supiera lo que imaginé ese día en el baño, de seguro estaría muerta también.
-No paso nada aquí- le digo a las empleadas- continúen en lo suyo.
Todas se van a sus labores excepto Ana que me observa cargada de odio.
-Eres una maldita asesina! - expresa apretando la quijada.
-Dime algo que no sepa- respondo arrogante y paso por su lado sin decir nada más.
Los chicos se están llevando el cuerpo en este preciso instante.
No tengo necesidad de decir nada. Les doy una simple mirada de advertencia que ellos entienden perfectamente. Mike... no perdona.
Sacan al hombre y yo camino directo a la salida.
Las horas transcurrieron a toda prisa. La noche arribo en menos tiempo del que pensé. Tuve que solucionar el embarque de algunas mercancias y todo salió como se esperaba.
Camino despacio frente a la puerta de Kara. No la he visto en todo el día. Sé que esta bien porque una de las empleadas le a traído de comer y me informó de su estado.
Suspiro pesado y paso de largo. Cómo puede ser que sienta deseo de verla asi sea por un instante? Joder creo que enserio me estoy volviendo una maldita loca.
Entro directo a la ducha tratando de que el agua tibia me ayude a conciliar el sueño.
Al salir me pongo el boxer y me acuesto semidesnuda. No tengo ánimo de usar nada más, la verdad, el calor es desesperante y detesto usar el aire acondicionado, asi que es la única solución para dormir a gusto. Cubro con el antebrazo mi rostro y poco a poco el sueño me vence.
.
.
.
.-NO!! DÉJAMEE!! - los gritos me traen de vuelta haciendo que quede sentada en la cama de un tirón. Incorporarme de esa manera hace que sienta un leve mareo, ignoro el malestar y salgo a toda prisa de la habitación.
Escucho unos sollozos y voy directo al lugar de donde provienen. La puerta de Kara está abierta de par en par.
- Maldición! - mascullo entrando a toda prisa.
La cama esta revuelta. El cuerpo de Ana en el suelo, boca abajo, a un lado de la cama y Kara en shock. Qué carajo paso aquí?
Voy hasta donde está ella y la tomo por los hombros. Su mirada perdida y sus manos llenas de sangre hace que el corazón me lata con fuerza.
- Estás herida? Qué pasó?- ni siquiera voltea verme. Su mirada sigue fija en la nada- KARA!! REACCIONA JODER!!
Al fin parece volver en si. Sus ojos van directo a la mujer en el suelo.
-Yo... yo no...no quería hacerle nada- titubea mirando sus manos temblorosas y ensangrentadas.
-Que fué lo que paso? - pregunto de nuevo.
Sus ojos me miran al fin. Su mirada cargada de arrepentimiento y las lágrimas amenazando con salir en cualquier momento.
-Ella... entro a mi habitación...- jadea. Parece que respirar le está costando demasiado trabajo- me dijo que todo era culpa mia. Trato de... matarme... yo... no sabia que hacer.
Me levanto hasta el cuerpo de Ana y le doy vuelta. Un enorme cuchillo de cocina le atraviesa el pecho y una gran cantidad de sangre se ha extendido por la alfombra. Tomo su pulso solo para confirmar lo obvio. Está muerta sin duda alguna.
Escucho una respiración agitada a mi espalda. Kara se encuentra de pie, con los brazos a cada lado y la mirada fija en Ana. Su pecho sube y baja con fuerza. Al parecer esta sufriendo un ataque de pánico.
-Mírame- tomo su rostro en mis manos-Tranquila... respira...
No alcanzo a decir nada más cuando ya se ha desplomado en mis brazos. Joder! La cargo de manera nupcial y la llevo hasta mi habitación acostandola en la cama.
Su cara de angustia me hizo recordar lo que sentí cuando por primera vez con mis manos acabé con la vida de alguien. El recuerdo de ese hombre muerto me atormentó muchas noches.
- Qué voy hacer contigo Kara? - me paso las manos por el cabello tratando de ignorar el hecho de que la he traído hasta mi cama. Maldición! En qué mierda estaba pensando? Tratar de no mirarla es imposible. Tiene una bata transparente y un panty rojo de encaje. Parece un angel. Joder! Me he metido el cuchillo yo misma.
Tomo un sueter del perchero y salgo de mi habitación cerrando la puerta a mi espalda, tratando de que mi instinto animal no me haga cometer una estupidez.
Voy directo a buscar a los chicos de turno para informar el problema. Aún no me cabe en la cabeza como Ana se atrevió a tanto. Claro que, al recordar en su rostro el odio que tenía, era obvio que querria vengarse de alguna manera.
Les doy ordenes claras. Muchos parecen algo contrariados pero obedecen sin dudar. Después de lo que sucedió esta mañana ninguno se atreve a renegar.
Cuando el desastre ha quedado limpio, marcho de nuevo a mi habitación. Entro dudosa y me encuentro de frente con unos hermosos ojos azules. Ella esta sentada sobre la cama y me observa fijamente.
-Estas bien?- pregunto y ella asiente con la cabeza- Puedes quedarte aqui si quieres- le digo desviando la mirada- Yo dormiré en otra habitación.
Doy media vuelta dándole la espalda, dispuesta a salir de nuevo. Antes de que pueda hacerlo, escucho sus pasos y siento sus brazos aferrarse a mi cuerpo. El contacto tan sorpresivo hace que el corazón se me desboque. Puedo sentir su cuerpo a mi espalda, veo sus manos en mi pecho aferrarse a mi camisa con fuerza y escucho sus leves sollozos.
-No me dejes Lena- su voz es apenas audible- Quédate conmigo.
Joder! Este es mi fin. Cómo podría negarme a ella? Como podría decirle que no, cuando yo tampoco deseo irme?