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Lena
-Por que haz tardado tanto?! joder**!!…- su reclamo me hizo sonreír un poco.
¿Quién se cree que es?
-Cual es tu maldito problema?- devuelvo la pregunta clavando mis ojos verdes desafiantes en él. Lo veo baja la mirada tal y como lo esperaba se ve que los rumores vuelan. Todo el mundo conoce mi fama por algo soy "la asesina perfecta"
Poderosa ventaja cuerpo a cuerpo gracias a mi 1.85 de estatura y mi cuerpo trabajado. Tiro perfecto. Asesina desalmada. Soy el terror de todos. Mi rostro es lo único que ven antes de morir.
-No tienes ni idea de lo que te estás jugando- dice un poco más calmado- Tienes que cuidar a la señora las 24 horas sin falla.
La vena de mi frente vuelve a hincharse de molestia. Todas mis cualidades desperdiciadas y reducidas a ser una puta niñera para una mujer ricachona. Aunque sea la mujer del gran Mike matthews. No le encuentro el sentido a las cosas. Preferiría estar en cualquier otro lugar.
-No me lo recuerdes- le hago una mueca obscena y continuo mi camino a la mansión. Putos ricos y sus gustos extravagantes. Subo una escalera que parece no tener, llegó a la oficina del jefe y entró sin más.
-Señor matthews- saludo cordialmente.
-Lena Luthor... Hasta que te dignaste a traer tu puto trasero aquí!- me mira entrecerrando los ojos- Tienes suerte de ser mi mano derecha. Demonios! Ya te hubiera metido un tiro por haberme hecho esperar.
-El vuelo se ha retrasado un poco- digo sin bajarle la mirada.
Se peina su cabello con una mano y respira hondo.
-Te traje aquí porque no confío en nadie más para esta tarea- asegura- No le volveré a confiar a mi mujer a ninguno de estos ineptos.
-Señor! Señor!- interrumpe en la oficina uno de sus hombres- La señora no sale del baño he intentado tumbar la puerta pero no he podido.
-Me cago en la puta!! La has dejado sola!! Dónde coño estabas- lo toma de la camisa como un muñeco.
-Tuve que ir al baño- masculla entre dientes el pobre infeliz muerto de miedo.
Sé lo que viene, así que doy media vuelta y salgo.
Unos segundos después escucha el disparo. En este negocio te equivocas lo pagas con sangre. Mike matthews no perdona los errores.
-Recojan este pedazo de mierda y limpien el piso.
Me hace una seña para que lo siga. Corremos por un largo pasillo. Por lo que veo esta mujer es importante para él. Lo que no entiendo es porque la repentina preocupación de que se haya quedado sola. Entramos a lo que parece ser su habitación. Está hecho un caos total, hay varias cosas rotas, la cama está deshecha y ensangrentada.
-Tumba esa puta puerta Lena- su orden es clara. No entiendo nada aún pero su rostro denota angustia total.
Obedezco sin chistar y al derribar la puerta en el primer intento, tengo una revelación de la verdad. Una figura femenina, pálida, delgada, sumergida en la bañera que se a entintando del rojo de la sangre.
-Maldicion!- mascullo entre dientes y entro al lugar esquivando los vidrios rotos de lo que parece ser un espejo.
Miro a mi espalda. El jefe se ha paralizado frente a la imagen. Tomo el pulso de la mujer. Aún vive Pero no por mucho.
-Joder!! Maldita sea Kara!!- escucho maldiciones afuera y golpes constantes. De seguro el jefe debe estar desquitandose con todo a su pasó.
Hago uso de mis conocimientos paramédicos, le hago unos torniquetes con unas toallas del baño, aprieto los nudos lo más posible.
Me acerco a ella, la tomo en mis brazos y la llevo fuera del baño empapando todo a mi pasó.
-Esta viva Señor- le digo cautelosa mientras el demonio de la ira lo tiene cogido por las pelotas.
Cuándo al fin entiende mis palabras me mira incrédulo. Toma una sábana y la arroja sobre su cuerpo desnudo.
-Llévala mi clínica- sus ojos obscurecen- Maldición! si la dejas morir voy a matarte Lena.
Afirmó con la cabeza y salgo a toda prisa con ella en mis brazos. Mike no es un hombre de amenazas vacías. Si dice que te matará, es seguro que lo hará.
Entró al parqueado de autos, por suerte la camioneta está lista, recuesto la mujer en el asiento trasero, tapando bien su desnudez. Subo al auto y conduzco a toda mierda como una loca por la carretera sin prestar atención a nada.
-La madre que me parió!! Justamente yo tenía que ser su puta niñera- digo golpeando el volante varias veces
Miro en el retrovisor y veo su rostro pálido, parece muerta. Su cabello rubio se extiende por toda la silla y algunos le tapan el rostro justo en el lugar donde hace unos instantes le vi un hematoma
¿Porque querría esta mujer morir? como sea, no es asunto mío. Lo que sí puedo asegurar es que no me causarás más líos, juro que no te quitare el ojo de encima sí sobrevives.
-Pero qué mierda estoy pensando? Tiene qué sobrevivir! mi cabeza está en juego!
Llego al hospital a los 15 minutos. Todo un récord. Una camilla está esperando por mí. Todo el personal fue alertado. Depósito a la mujer sobre ella y los enfermeros hacen lo suyo. Entró al baño de lugar. Veo me figura en el espejo. Mis ojos verdes solo brillan de mal humor, la camisa que era blanca ya no lo es, mis manos y brazos están manchados de sangre. Abro la llave y empiezo a enjuagarlas. Los tatuajes de dragón en mis antebrazos, vuelven aparecer cuando la sangre empieza a caer.
La mano derecha del gran Mike matthews reducida a una puta niñera. Vigilaré 24 horas a una mocosa malcriada seguramente. Joder! Echo mi cabeza hacia atrás de exasperación.
Salgo de ahí. Por más de 40 minutos ando de arriba abajo con ganas de matar a alguien. Al fin llegó al piso indicado. El médico parece sentir mi aura destructora por lo que se porta amable y me da todos los reportes sin pedircelos.
La mujer sobrevivíra para mi buena y a la vez mala suerte.
Sigo el doctor hasta una enorme habitación. La mujer está ahí conectada a un sinfín de aparatos. Aún se ve débil pero su piel a tomado color. Debe ser por la transfusión que le hicieron.
Me siento en un sofa cerca de su cama a esperar. La llamada que recibi del jefe durante el maldito recorrido turistico a la clinica, me ha dejado fuera de lugar.
"Quédate con ella. Por qué si voy yo, soy capaz de matarla de verdad"
Después de eso colgó. Me estoy metiendo a un terreno desconocido. Me choca estar en este lugar y tener que pasar 24 horas atada a esta mujer.
"Por favor déjame morir... Quiero morir..."
La urgencia de esa petición en sus labios antes de sacarla del baño se rebobina una y otra vez en mi mente. ¿Porque deseas morir mujer?...
